martes, 1 de enero de 2013

París, Francia 1° parte

París, el Louvre
14,15 y 16 de septiembre de 2012

¡Por fin llegó el momento!  Todo comprado, desde pasajes de tren, reservas en el hotel hasta el maquillaje (sí, Estrellita se compró maquillaje) para visitar una de las ciudades más hermosas del mundo…o por lo menos eso dicen.
Germán llegó como todos los viernes de trabajar y se puso a preparar su ropa para guardar en la valija.  En este caso utilizamos dos valijas. Muy tranquilos nos fuimos a la parada del colectivo con nuestras cosas.  Por temas de distancias y practicidad, dejamos el auto por esta vez.  Es más cómodo y relajante viajar en tren.  Tomamos el ICE (El tren alemán de alta velocidad) que sale de la estación de Saarbrücken y sin otra parada más que París, en dos horas estaríamos allá. 
En este relato, habrá muchas “primera vez”.  Para empezar; es la “primera vez” que Germán toma  el colectivo (en Saarbrücken, debo hacer esta aclaración porque si no ¡se va a enojar!).  Nosotras ya estamos diplomadas en este asunto pero preferimos limitarnos a las preguntas que nos haga el ingeniero sobre este tema…porque si le contamos más de la cuenta le sacamos el misterio.  Después de unos minutos, el colectivo llegó y Germán subió primero con la valija más grande.  Sacó su boleto, y se excusó diciendo que es “su primera vez” en el micro (habló en inglés).  ¿Qué habrá sido más sorpresivo? ¿Qué el chofer le hable amablemente? ¿Qué le conteste en inglés? ¿Qué le desee un buen viaje?  Le dejamos la respuesta al ingeniero. Nuestro viaje transcurrió sin problemas y llegamos a Johaneskirche, nuestra parada.  Todavía nos quedan unas cuatro cuadras hasta la estación, pero con las rueditas de las valijas no es tan pesado el recorrido.
Veinte minutos antes del horario indicado estamos en la estación de trenes de Saarbrücken (Hbf) y cuando estamos en nuestra plataforma, se anuncia un retraso de 20 minutos para el tren que va a París.  Mmm, qué mal augurio pensé.  El hecho se tornaba confuso, porque a pesar de lo que dijera el panel de información y lo que pudiéramos decodificar de la voz en el megáfono, nuestro tren estaba llegando en su horario establecido.  De pronto no entendimos tal situación.  Debimos corroborar si nuestro tren, era el de la plataforma 12 o si venía después.  Pasaron unos minutos y arribó a la plataforma siguiente, otro tren de alta velocidad y muchos de sus pasajeros hicieron trasbordo en nuestro tren.  En realidad, el que llevaba el atraso era el segundo tren y nosotros debíamos esperarlo.  Así que, con un retraso puntual de 20 minutos, emprendimos nuestra marcha en primera clase.
Estación de tren de Saarbrücken

Es muy cómodo viajar en tren (en este tren) y casi no se distingue mientras va a 318 km/h o a 150 km/h, excepto en el momento que cambia de velocidad donde se escucha (como cualquier acelerador) el ruido característico.  Germán ya había viajado en otro tren cuando llegó a Frankfurt y debió ir a Koln. Pero nosotras tres no, así que también fue “nuestra primera vez en tren”.  A la media hora, nos sirvieron la cena: rodajas de carne con una salsa, ensalada y un yogurt de postre.
La cena en 1° clase

Nuestro viaje transcurrió sin sobresaltos.  A las 23 horas llegamos a Gare de L’est, la estación de trenes de París.  Y tiene un aire a Constitución, desde el punto de vista arquitectónico. Aunque estaba un poco dormida, me desperté enseguida con el olor a pis de los pasillos y las salidas… ¡oh lá lá! ¡Oh pí pí!
El hotel está a pocos metros  de ahí.  La entrada es muy chiquita y hay que subir escaleras.  Pero nada importa a esta altura.  Hicimos el check in y nos fuimos a dormir.  Las niñas en la habitación 41 y nosotros la 42.   Para ratificar y desmentir algunos mitos de París, este hotel por ejemplo, tiene aire acondicionado. Y también es una ciudad que nunca duerme.  Se escucha a la gente pasar y hablar en la vereda durante toda la noche.  Igual nos dormimos.
Con el reloj puesto  a las 7.30 horas abrimos los ojos el sábado.  Hay que desayunar y tomar el subterráneo (metro) para llegar a nuestra primera cita en el Louvre. Desayunamos una especie de facturas hojaldradas con pedacitos de chocolate y tomamos leche.  Las nenas prefirieron té o jugo de naranja. 
Habitación del hotel
Vista desde la ventana del hotel

En la esquina del hotel hay una boca del Metro.  Las estaciones son muy parecidas a las de Buenos Aires salvo por la cantidad de conexiones y tramos. En un panel electrónico se anuncian los minutos que faltan para que arribe la formación a la estación.  Y desde temprano, ya se viaja un poco apretado.  Hay mucha gente. Otro detalle, es que los maquinistas no reparan mucho si toda la gente subió o no.  Casi me quedo afuera…en “nuestra primera vez” en el metro.
Bajamos en “Les Halles” y con la bruma echada de la ciudad comenzamos el recorrido en un edificio llamado “Conseil D’etat”, en realidad en frente está el Louvre.

Bueno, como esto no es una monografía de historia, voy a hacer una pequeñísima (y totalmente ingrata) reseña de este museo.  Este lugar es de los más visitados en París y entre tantas cosas, es enorme.  Ya nos advirtieron (compañeros de trabajo de Germán y nuestra cuñada Vivi) que no llegás a ver todo en un solo día.  Con 15 kilómetros de galerías y viéndolo en persona…debo decir que tienen razón.  Antiguamente, este lugar formaba parte de  una muralla para proteger la ciudad en el siglo XII. Aquí, había una torre a la que se la llamó “Torre grande”.  Después cambió de nombre a “Lupara” y de ahí a “Louvre”.  Dos siglos después, la ciudad crece y se necesitaba construir otra nueva muralla.  Entonces, Carlos V convierte el lugar en su residencia, embelleciéndola.  Otros monarcas proseguirán su obra, convirtiendo al Louvre en un vasto palacio real. El 10 de agosto de 1793, un año después de instaurada la I República, fue inaugurado el Museo Central de las Artes en el palacio del Louvre.  Es el primer museo público. 
Louvre

El museo se irá nutriendo con las colecciones que alguna vez pertenecieron a los reyes y con otros botines de guerra (celebro que en la guía del Louvre lo expresen así de claro y sin vergüenza…después de todo, la verdad fue esa) traídos por el Directorio y por el Imperio.  Con la caída de este último, se restituyen las colecciones de las naciones vencidas…con algunas excepciones, claro está.
Entre tantas maravillas también hay un ranking de las más famosas…y Estrellita es “re-cholula”.  ¡Derechito a ver a la Gioconda! O por lo menos así lo había planeado.  No conté con todo el arte exterior, ni las obras monumentales de los jardines, ni los detalles de las fuentes…y mucho menos la cantidad de gente.  Este museo recibe siete millones y medio de visitantes al año. A mi plan, lo guardé bien dobladito y me lo metí en el bolsillo.
Entramos por la puerta principal donde vemos la “Pirámide de Vidrio” de Ieoh Ming Pei (1989) en el centro del patio Napoleón.  Desde allí, hay que bajar a un subsuelo para sacar nuestros tickets.  Los menores de 18 años, no pagan entrada.
Patio de Napoleón
 Con la entrada en mano y un plano nos dirigimos a la galería roja: pinturas italianas, españolas francesas y otras.  Pero para llegar ahí, debimos pasar por la entrada de las antigüedades griegas, etruscas y romanas.  Por eso, retratamos a “Victoria de Samotracia” del período helenístico.  Descubierta en 1863 en la isla  de Samotracia por un cónsul francés… Se estima que la escultura data del siglo II antes de cristo.

Victoria de Samotracia

Llegando a la galería de las pinturas, nos quedamos duros al ver el techo.  Las pinturas son impresionantes.
Entre los cuadros, hay algunas esculturas.  La primera es “Athéna”, luego viene “Artémis”, después “Hygia” (diosa de la salud y prevención de la enfermedad) y un busto de “Antinous” (es un personaje bastante malo, según cuenta Homero en la Odisea).  Seguimos viendo esculturas de atletas y otros dioses.  Ya comenzamos a sacar fotos a algunos cuadros que nos resultan llamativos. Entre ellos: “El suicidio de Cleopatra” de  Giovanni Pietro Rizzoli (discípulo de Leonardo Da Vinci)  y al lado se encuentra “La Santa Familia” de Giovanni Agostino Da Lodi.

Athéna


"La sagrada familia" y "El suicidio de Cleopatra"
 
Después de esa galería, doblamos y ya podemos ver a “La Gioconda” desde lejos.  Y casi  nada hubiera impedido ir hasta allá directamente…sólo que me di la vuelta y a mis espaldas colgaba el siguiente cuadro: “Las Bodas de Caná” de Paolo Caliari. Este fue uno de los cuadros tomados como botín de guerra por Napoleón en su campaña a Italia.  También fue uno de los que no se devolvió a sus dueños una vez caído el imperio.  Se argumentó motivos de fragilidad y riesgos para la pintura.  Este cuadro mide casi 10 metros de largo por 6.7 metros de alto.  Es monumental.  Cuenta el primer milagro de Jesús, al transformar agua en vino durante la celebración de una boda en Caná. A cambio de este cuadro, se entregó otro de Charles Le Brun.

"Las bodas de Caná"
 
Ahora sí…Ella.  Y no estoy hablando de “ella…” Lo que quiero decir es: Ella, Mona para las amigas. Ahí está, detrás de un vidrio de 10 centímetros de espesor se encuentra la mujer dueña de la mirada que te sigue.  Y debe tener un trabajo enorme, porque sigue a más o menos 100 personas a la vez.  “La Gioconda” de Leonardo Da Vinci, fue pintada entre 1503 y 1506 y es la insignia del museo.  Es la tapa de cuadernos, lápices, agendas, señaladores, naipes, tazas de café, abanicos, lapiceras, imanes, tacos y sin fin de chucherías que se pueden adquirir en diferentes puntos de venta dentro del museo.  Ninguno vende sonrisas…para eso hay que verla personalmente.

La Gioconda"
 
Pasaron 10 o 15 minutos de contemplación hasta que se me ocurrió mirar el techo… La expresión “mirar el techo” tiene que añadírsele otro sentido…cuando uno entra al Louvre definitivamente tiene que mirar hacia arriba y no por eso significa que está perdiendo el tiempo.  Todo lo contrario.


un techo del Louvre
 
Continuamos a otro salón y fotografiamos la obra “Teseo persiguiendo a los centauros” de Michallon del siglo XVIII.

"Teseo persiguiendo a los centauros"
 
Otro cuadro impactante es del pintor Gidoret Trioson “Le Déluge” (Escena del diluvio) del siglo XVIII.  Sacamos fotos a otros cuadros de este mismo autor.

"Le Déluge"
 
Ahora vemos a “La gran Odalisca” de Jean Auguste Dominique Ingres de 1814.

"La gran odalisca"
 
En el muro de enfrente saqué una foto panorámica de todos los cuadros colgados allí.  Es  para darse una idea del tamaño de  las pinturas. Se destaca la pintura de arriba llamada “L'Amour et Psyché” (1817) de Picot.

 

En otro salón, fotografiamos un cuadro de Jacques Louis David; “Coronación del emperador Napoleón I y coronación de la emperatriz Josefina en la catedral de Notre-Dame de París” (1806-1807).  Sus medidas también son impresionantes: 6,21 metros por 9,29 metros. Otros cuadros del mismo autor, es “Los cadáveres de los hijos de Bruto” de 1789; “Las Sabinas” de 1799, este cuenta un episodio mitológico donde romanos raptan a las mujeres de un población llamada Sabinia durante unas pruebas deportivas que se realizaron en Roma.  ¿El motivo? Había pocas mujeres en Roma.
"Napoleón I y la coronación de la emperatriz Josefina en la catedral de Notre-Dame de París"
 
"Los cadáveres de los hijos de Bruto"

"Las Sabinas"
 
Pasamos a ver la obra de Gidoret Trioson (ya lo nombré) y su “Sueño de Endimión” 1791 considerada la mejor de toda su carrera.  La hizo a los 24 años de edad.

"El sueño de Endimión"
 
Y después de tantas escenas de guerra y otros infortunios, le saqué foto a una pintura más “agradable” a la vista. Vemos una obra de Marie-Louise-Élisabeth Vigée-Lebrun, la pintora de retratos más famosa de Francia y su “Madame Vigee Le Brun y su hija" (1789).


"Madame Vigee Le Brun y su hija"
 
Volviendo a temas mitológicos, otro autor de renombre es Jean-Baptiste Regnault y “La educación de Aquiles”.

"La educación de Aquiles"
 
Debajo, se encuentra una obra de Louis David y su “Madame Pierre Sériziat née Émilie Pécoul”.

"Madame Pierre Sériziat née Émilie Pécoul"
 
Descansamos un poco de tantas maravillas…porque leer en francés cansa.  Sin embargo, no puedo dejar de mirar el techo...la pintura es preciosa.
Estamos en otro salón y aquí les saqué fotos a las nenas con el cuadro del Aligny y su obra “Prometeo”.

"Prometeo"
 
Yo estoy con otro cuadro…¡no recuerdo cuál es!
Después vemos una obra de Paul Delaroche, “La Jeune Martyre” (La joven mártir) se trata de una joven cristiana ahogada en el Tiber en 1855.

"La Jeune Martyre"
 
El próximo se titula “Roger délivrant Angélique” (Roger libera a Angélica) de Ingres de 1819.

"Roger libera a Angélica"
 
Otro cuadro muy impactante es el de Géricault, “Le Radeau de la Méduse” (La balsa de la Medusa).

"Le Radeau de la Méduse"
El siguiente, es un cuadro bastante famoso de Delacroix, “Le 28 juillet: La liberté guidant le peuple” (el 28 de julio de 1830: la libertad guiando al pueblo)…se ve que si no lo hace medio desnuda no la sigue nadie.  Después de ver tantas mujeres desnudas, entiendo un poco más el tema  de no usar corpiños en Francia.  Viene de hace tiempo. Pero bueno, esa es una interpretación de Estrellita.  Acá está la explicación de Wikipedia, mucho más seria y coherente. El tema de la obra es la insurrección burguesa que tuvo lugar los días 27, 28 y 29 de julio de 1830 (denominadas «las Tres jornadas gloriosas»). Es una de las revoluciones burguesas, y más concretamente la que puso fin al terror blanco tras los dieciséis años de la restaurada la monarquía borbónica, encarnada en el ultraconservador de Carlos X, que fue expulsado del trono y sustituido por Luis Felipe de Orleans, el llamado Rey burgués, con lo que se consumó el acceso al poder de la burguesía liberal, aunque no se instauró la república. Delacroix estuvo del lado de los revolucionarios, es más, él mismo se ha representado en el cuadro como el hombre que lleva el sombrero de copa negro y que se encuentra entre los combatientes y en primera fila”.

 
Otro cuadro de Delacroix es “Etude de deux tigres, dit aussi Jeune tigre jouant avec sa mére” (Estudio de dos tigres, también conocido como tigre joven jugando con su madre). Que por supuesto, les encantó a las nenas.

"Etude de deux tigres, dit aussi Jeune tigre jouant avec sa mére"

Nos encontramos otra vez con Delaroche y su “Bonaparte franchissant les Alpes” (o Bonaparte cruza los Alpes) de 1848.

"Bonaparte franchissant les Alpes"
¡Y encontramos un cuadro con mellizas! (o por lo menos muy parecidas) Así que, no hay mucho que imaginar: les sacamos fotos con las nenas delante. Es de Chassériau y se titula “Mesdemoiselles” (Damas).  Arriba de ese cuadro, se encuentra el de Juana de Arco, pintado por Ingres en 1855.  Se trata de Juana en la coronación de Carlos VII en la Catedral de Reims.  “Este cuadro, pintado al final de la vida del pintor, fue un encargo realizado en 1852 por el director de la Academia de Bellas Artes de Orléans para conmemorar a Santa Juana de Arco.”

"Mesdemoiselles"

"Santa Juana de Arco"
 
Seguimos admirando los techos y hay un par de fotos dedicadas a las alturas.

Algunas de las cosas para "perderse" en las alturas
otro techo

 
Llegamos a la sala de pintores ingleses y nos quedamos con el cuadro de John Martin “Le Pandemonium” Donde Satanás exhorta a los ángeles rebeldes a unírsele. Pintado entre 1823 y 1827.
Yo me quedo con un cuadro de Turner “Paysage avec une riviere et une baie dans le lointain” (Paisaje con un río y una bahía en la distancia)

"Le Pandemonium"

Paisaje con un río y bahia a la distancia
 
Continuamos con “Conversation dans un parc” (Conversación en un parque) de Gainsborouch. 

Conversación en un parque
Volvemos con los italianos… Se pasan pintando paisajes.  Este autor se llama Guardi con su “Le doge de Venice se rend á la Salute, le 21 novembre, jour de la commémoration de la fin de la peste de 1630” (es este caso, se conmemora el fin de la peste de 1630). Otro cuadro del mismo autor es “Le palais des Doges de Venice vu du bassin de San Marcos” (El Palacio Ducal de Venecia vista desde la cuenca de San Marcos) y a su lado, el “Le’entrée du Grand Canal et l’eglise de la Salute á Venise” (La entrada al Gran Canal y la Iglesia Salute en Venecia) de Marieschi.

 
 
 
Ahora vemos la obra de un loco de remate: Pannini.  Hizo un cuadro de otros cuadros.  Este se llama “Galerie de vues de la Roma Antique” 1758 (Galería de Vistas de la Antigua Roma). Y el otro, también es de Pannini “Galerie de vues de la Roma moderne” (Galeria de Vistas de la Roma moderna).  Un loco con pincel.
Galería de Vistas de la Antigua Roma

Galería de Vistas modernas de Roma
 
Después del italiano, Germancito sigue mirando cuadros y yo aproveché y le saqué fotos a un muro entero dedicado a Murillo.  Uno de sus cuadros, se llama “La santa familia”, es el primero de las fotos.
La Santa Familia

 
 
Cuadros de Murillo
 
Se ve que a Pannini le gustan los lugares grandes.  Acá lo tenemos nuevamente con “Fete musicale donne par le cardinal de la Rochefoucauld au theatre Argentina de Rome en 1747 a lóccasion du mariage du Dauphin fils de Louis XV” (Fiesta musical dada por el Cardenal de La Rochefoucauld en el Teatro Argentina de Roma en 1747 Con motivo de la boda del hijo del Delfín Luis XV) Tampoco ahorra en títulos este señor.


 
Podría decirse que terminamos con la galería de los pintores…Le sacamos una foto a la escultura de Flora y otra dama que estaba muy linda y entera.  Otra foto a un cuadro pintado por un autor de “La escuela de Da Vinci” titulado “Portarretrato femenino de “La belle Ferroniere” y terminamos con dos pinturas muy antiguas del año 1235 de “San Francisco de Asis” y de “La virgen y el infante”. Fueron las más antiguas que vimos que representan este tipo de estilos.

Flora

La sagrada familia y San Francisco de Asís
 
Nos vamos a las antigüedades griegas, etruscas y romanas. 
La verdad que saqué muchas fotos de este tipo de antigüedades, pero cuando vi en casa las imágenes…me di cuenta que saqué fotos a “pedazos” de mármol y hasta carecen de sentido si uno no lo ve en el dibujo completo (dispuesto al lado de cada pedacito) que indica la parte a la que corresponde tal pieza. Así que hice un “recorte” de fotos para dejar las que se pueden apreciar mejor. 
Empezamos por los etruscos, y esto es un “Sarcófago de los esposos” del año 510 a. C. hecho en terracota pintada. Después de eso, hay muchas vidrieras con las típicas vasijas etruscas (¿se acuerdan de los manuales de historia?).  Lo que mejor conservado está, son los sarcófagos.  Vemos otro con una figura femenina.

Sarcófago de los esposos
 
Seguimos viendo los techos…este se titula “Salón de la paz”

Salón de la paz
 
La siguiente foto, es la vidriera con vasos y jarras de bronce y terracota pintada.

vasos y jarras de bronce y terracota

 
Ya llegamos a figuras más conocidas, en este caso “Groupe Imperial en Mars et Venus” del año 120-140 a.C.

Groupe Imperial en Mars et Venus
 
Ya estamos con los griegos y le saqué foto al “Sarcophage avec le mythe de Dionysos et Ariane” (Sarcófago con el mito de Dionisos y Ariadna).
Encontramos la miniatura del Partenón…y nos sacamos fotos (era muy grande para traerlo desde Atenas, supongo).
Y acá está, la otra mujer que vinimos a ver.  Entre la misteriosa y la manca no sé con cuál quedarme…aunque siempre tuve una inclinación por los griegos.  Estamos frente a la “Venus de Milo” Esta hermosa estatua data del 100 a.C. y fue encontrada en Milo. Descubierta recién en 1820, por lo que Mona ya le llevaba unos cuantos años de fama.  No está totalmente claro si representa a Afrodita o Anfítrite (diosa del mar). No se puede precisar, porque no tiene nada distintivo que pueda ayudar a develar el misterio.

Venus de Milo
Encontramos otras chicas más enteras…Minerva, por ejemplo. Y Germán se sacó una foto con Palas Atenea que aceptó gustosa.

 
Otra foto de Germán con un sarcófago adornado con un león. Es un monumento clásico ateniense.

 
Otra chiquita conocida por nosotros es Artémis (Artemisa) diosa de la caza, los nacimientos y otras yerbas.

Artemisa
 
Nos encontramos con Hércules que también posó para la foto.

Hércules
 
Estamos saliendo del Louvre…cuatro horas y media tuvimos de recorrido y no vimos ni la cuarta parte.  Antes, Germán quiso sacarse fotos con la pirámide invertida. 

 
Quizás no saben, pero este museo tiene, entre otras cosas, un paseo de compras y una zona de “restaurantes del mundo”.  Nunca se me había ocurrido que Mac Donald fuera un restaurante internacional…Es que en Francia todo es “magnífico y elegante” y no es lo mismo decir: “estuve en Mac Donald” que decir “estuve en un restaurante de comidas rápidas internacional”. 
Le saqué una foto a otras “obras de arte” contemporáneas y después de almorzar, no van a creer qué negocio encontré adentro del museo…UNA CASA DE PLUMEROS, ESCOBAS Y OTROS ARTICULOS DE LIMPIEZA. Es demasiado. O los franceses no leyeron un libro de marketing en su vida o debemos re-escribir todos los libros de marketing.  Porque no puedo asociar al arte con el plumero y sin embargo el negocio estaba ahí funcionando. ¿Se imaginan esta situación?: -“hoy pasé por el Louvre, me compré las postales de Mona Lisa y un cepillo para la mugre del sillón…qué suerte que encuentro todo ahí-“
la casa de art de limpieza...dentro de Louvre

"arte contemporáneo"
 
 
 

[]                                                                                                                                                                                                                                                     













1 comentario:

  1. Estimados, hubo un error en el relato y quisiera corregir. El ICE es el tren de alta velocidad alemán. El TGV, es el tren de alta velocidad francés, que se toman en la misma estación de Saarbrücken, Alemania.
    Espero no haber confundido más. ¡Gracias!

    ResponderEliminar