martes, 18 de diciembre de 2012

Nancy, Francia.

Ville de Nancy
9 de septiembre de 2012
Otra vez, nos aventuramos al país vecino en busca de otra ciudad que por algunas fotos que vi, promete lindas escenas. 
Llegamos rapidito, porque está bastante cerca de la frontera. Apenas una hora y media en auto y llegamos a la Ville de Nancy.  Cómo nos pasó en Mainz, sospechamos que la oficina de turismo estaría abierta en domingo y no nos equivocamos.  Y por suerte antes de estacionar vimos la señal de la oficina turística (i) ubicada en una esquina de la plaza principal.
Casi la pasamos por alto…porque nos quedamos como tontos mirando las puertas de hierro que adornan la plaza. Estamos en la “Place Stanislas” restaurada en 2005.  La construcción comenzó en marzo de 1752 y acabó en noviembre de 1755. En su inicio fue nombrada Plaza Real Luis XV y fue una de las primeras plazas reales de Francia. Barthélémy Guibal y Paul-Louis Cyfflé crearon una estatua de bronce de Luis XV, que se alzó en el medio de la plaza hasta que fue quitada durante la Revolución y reemplazada con una simple figura alada. La plaza fue rebautizada con el nombre de Place du Peuple («Plaza del Pueblo»), y más tarde Place Napoléon («Plaza Napoleón»). En 1831, una estatua de bronce de Stanisław (Stanislas en francés) fue colocada en el medio de la plaza, desde entonces conocida como la Place Stanislas («Plaza Estanislao»), en honor al último duque de la Lorena que la edificó y que realizó grandes obras de beneficencia en Nancy, ciudad que adoptó y embelleció.
Llegamos para el mediodía, con el sol en lo más alto…salimos en las fotos con las frentes fruncidas.  ¡Tendremos que comprarnos unos lentes para el sol!
Desde aquí, vemos el edificio de la ópera y también de un restaurant  muy antiguo. En otro lateral, el Hotel de Ville.  Lo dorado, es pintura.  Creo que vale la pena aclarar… También hay dos fuentes cada una ubicada en dos de las seis puertas.

La ópera y el restaurant antiguo

Una de las fuentes.
Desde allí, podemos ver la Catedral de Nancy. Mientras que nos dirigimos hacia alla, sacamos fotos en el hotel (a la puerta trasera del Hotel de Ville) y la sede del Correo. Hasta llegar a la iglesia. Esta Catedral es de las más sencillita que visitamos pero igual, no deja por eso de ser linda.

Cathedral

interior de la Cathedral
 
Correo
Salimos de ahí, y nos dirigimos a Place D’Alliance…y si la otra plaza es una de las más lindas del mundo, esta es…bastante feíta. Es decir, la fuente está linda con el angelito en la punta… ¡pero no hay una sola vereda!  Todo el suelo con piedritas.  Es muy incómodo caminar con sandalias…
Volviendo a centro de la villa, fotografiamos otro arco (todos quieren su París) y paseamos por la Cité Administrative  para retornar a la plaza en busca de alimentos…
Y otra vez…acá no podemos buscar otra cosa más que un restaurant francés. Y bueno, creo que la próxima vez que entre a otra iglesia voy a encender una vela para que nos dé un poquito de suerte al elegir los platos. Germán, pidió carpaccio imaginando  salmón… (Crudo), recibió otra carne….cruda…Para esta altura creo que Germán se está acostumbrando.  Las nenas pidieron una hamburguesa con papas fritas…y un montón de pelotudeses que les agregaron en el plato a modo de adorno (no esperes que la nena coma medio tomate con pan rallado tostado…y vaya a saber qué relleno adentro).  Lo que habrían dado por un “Paty”…porque esa hamburguesa tenía más pinta de albóndiga aplastada que de hamburguesa. Y un poquito cruda.  Yo pedí una ensalada italiana (curada del espanto está Estrellita). Tenía quesos de diferentes clases, jamón crudo y creo que pimientos secos… (Eso no comí) y toneladas de lechuga con un montón de aderezos que traté de no identificar para no demorar más el trámite del almuerzo.
La hamburguesa medio cruda
En esta villa sobran arcos.  Después de almorzar  nos fotografiamos en otro arco y pasamos a la Place de la Carriere y mientras nos dirigimos a otra iglesia, sacamos fotos a la fuente de Jackes Callot (fue un dibujante y grabador barroco del Ducado de Lorena). 
Estamos por llegar al Palacio Ducal y nos encontramos con un mercado de pulgas… ¡cuántas cosas lindas! Entramos al Palacio y nos sacamos unas fotos en los jardines.

Palacio Ducal

Mercado de pulgas
jardín del Palacio Ducal
Enfrente, entramos a la Eglise St Epvre…ahora sí: preciosa por donde se la mire.  En este caso, vimos un pesebre. Hacía mucho que no veía uno…sobre todo fuera de la época navideña.


Eglise St Epvre
interior Eglise St Epvre

Continuamos caminando por la calle del mercado de pulgas y le sacamos foto a la puerta de un museo hasta llegar a la Porte de la Craffe del siglo XIV; que por supuesto, está en restauración…
Entrada a un museo

Porte de Craffe
Muy cerca de allí, pasamos por la Facultad de matemáticas  y física. Después nos fuimos a un parque para sentarnos bajo la sombra porque el calor era insoportable.  Son los últimos coletazos del verano que nos despistan un poco acerca de la dureza del clima en esta región.
Ya en el parque, se aprecian los canteros floridos y las estatuas sin rejas…Acá pudimos ver algunos animalitos, porque tiene un mini-zoo para los más chiquitos.  Hay chivos, algunos monos, un par de burritos, una yegua, pavos reales, diferentes razas de palomas, patos y el cisne negro. Suficiente para que los más chicos se queden encantados por un rato. Nosotros también nos quedamos un ratito, porque donde hay caballos…ahí están las nenas.

Facultad

Parque
El cisne negro
También hay jueguitos para los más chiquitos y obviamente: helados.  Mientras degustábamos el helado de cada domingo…observamos otro reloj parecido al del Rathaus de Worms; tenía  signos zodiacales en vez de números.  En este caso, estaba hecho con diferentes plantas y flores. Aunque no están ubicados (los signos) en la posición de los números del reloj…así que sigo sin entender.
Nosotros mirábamos gente pasar desde un kiosco muy lindo mientras reponemos energías en la sombra.  Una paloma atrevida nos mira desde lejos y pronto se acercó a picotear un pedacito de cucurucho que las nenas le tiraron. 
Volviendo al centro, pasamos por otro monumento dedicado a Emmanuel Héré, arquitecto.  Poco después de haberse encargado del embellecimiento del palacio de Lunéville (que se encuentra en una localidad vecina con el mismo nombre) por exigencias de su soberano el duque Stanislas, inicia a instancias del mismo los proyectos de construcción del conjunto monumental que le dará forma y organizara la ciudad de Nancy en un espacio moderno dinámico. Por todo su trabajo, es justo que tenga una estatua y una calle con su nombre.

Cruzamos nuevamente, una de las plazas más bellas del mundo para sacar las fotos que el sol del mediodía no nos dejó. Pero Estrellita quería seguir caminando…así que nos fuimos unas siete u ocho cuadras en busca de otra iglesia que figuraba en el mapa.  Antes, fotografiamos la cámara de la industria para llegar al “Temple Protestant” en la plaza “Maginot”. 



Temple Protestant
Seguimos por la primera calle que encontramos y vimos otra iglesia la St Sebastien que no estaba cerrada…pero tampoco pudimos sacar fotos por dentro, porque llegamos en plena misa…

Después de aquí, comienza nuestro camino hacia el estacionamiento.  Estuvimos unos minutos perdidos, pero por suerte Germancito logró ubicarse y no tuvimos que caminar de más.  Pude sacar un par de fotos más desde el auto, porque se nos “cruzó” otra iglesia católica (la St León de estilo gótico construida entre 1820 y 1884) y otro arco (¿o era el mismo?) mientras regresábamos. Gracias a los semáforos, pude sacar estas fotos.
St León
Y bueno…esto fue todo por este domingo, en la bella Nancy.




                                                                                                                                 

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