miércoles, 6 de marzo de 2013

Frankfurt, Deutschland. 3/3

Frankfurt

03 de marzo de 2013

El restaurant es un referente de la comida alemana, el snichtzel con papas fritas y las salchichas son los reyes. Y el menú en español…es bueno, un menú hecho con muchas buenas intenciones.
Mi postal de Frankfurt, con trucos de la cámara

A decir verdad, nuestro amigo “Traductor de Google” debe haber aportado su ayuda. Eso inferí al leer el menú 418 y cito: “Bolas de cañón a la Frankfurt con papas y nata”. Eso, no pedí.  Quizás, eran albóndigas, pero ¿para qué arriesgar? Ya tuve suficientes sorpresas por hoy.
Postal de la noche de Frankfurt

Los títulos estaban en español y muchos de las opciones  tenían fotos de los platos con su respectivo  número (sin nombres, ni rótulos). Eso era todo el “español-castellano”. Con decir, que a Germán le dieron el menú en portugués (iguales características)…y nos dimos cuenta después.
Noche de Frankfurt

Una muestra más del ingenio alemán, puesto al servicio de los comensales argentinos (y otros extranjeros) que se sintieron como en casa.

Pesados y con más ganas de ir rodando que caminando nos dirigimos al estacionamiento con nuestra ficha roja…Otra vez ante el estacionamiento del teatro, le dimos la vuelta (a pata) buscando una máquina que diga “cambie sus fichas rojas aquí”. ¿Qué absurdo no? Buscar algo que no existe…
Noche en Römer Platz y Dom San Bartolomé

Cansados y muertos de frío, decidimos bajar hasta el auto y dedicarnos a la observación.  Mirando las señales de “Ausgang”, las seguimos. Lógicamente…encontramos dos máquinas para cambiar la fichita. Y no sé qué tipo de tecnología tiene esta ficha, pero al ingresarla, sale la hora exacta en que ingresamos al estacionamiento.  ¿Tendrá un chip dentro? ¿Tendrá alguna cosa magnética?....Qué misterio misterioso… Los 14 euros nos despabiló el misterio y apenas pagamos, obtuvimos el ticket. Ahora sí, nos vamos. Alles klar!

Noche de Frankfurt
 

 

 

 

Frankfurt, Deutschland 2/3


Frankfurt
 
 
03 de marzo de 2013


Estamos en Römer Platz. Se observa el  Rathaus Römer (Ayuntamiento), que data del 1405 y allí se coronaron varios emperadores alemanes.  También vemos la Alte Nikolaikirche y una hermosa fuente llamada “Fuente de la Justicia” donde muchas personas se sacan fotos.  Dicen que no sólo agua fluía por aquí, también vino cuando se coronaban a los emperadores. 
Römer Platz
Alte Nikolaikirche
Fuente de la justicia
Rathaus Römer

Nos dirigimos a la peatonal, donde hay edificios más modernos.
Edificios más modernos
"Mezcla de edificios"
Edificio moderno

 Vemos un café que está emplazado en un edificio antiguo hermoso y frente a eso, la Katharinenkirche, cuya particularidad es que el techo está recubierto (o está construido íntegramente, no sé) de varillas de madera.
Café
Katharinekirche

Interior de Katharinekirche

Sigue nuestro recorrido hasta el edificio de la Ópera de Frankfurt.
Ópera de Frankfurt
 

Otra particularidad son unas tuberías de color azul Francia…según mi esposo, pueden ser de agua. Yo no estaría tan segura… Al principio, nos pareció expresiones de “arte moderno”…hemos visto mucho para no pensar en esa posibilidad.  Pero para ser arte, está muy extendido por la ciudad…lo cual, nos indicaría que es una obra civil. 
Con las tuberías al aire

Nuestro paseo nos acerca al “Jardín de las Palmeras”. Es un jardín botánico que alberga especies de varias partes del mundo. Dentro de estos invernáculos gigantes, hay uno que  guarda palmeras.  Durante el invierno, el paseo al aire libre no es muy atractivo ya que todas las fuentes están vacías, pero en los invernáculos la cosa cambia, es decir, porque el clima no cambia…las plantas allí adentro están espléndidas.
Jardín de las Palmeras

Sacamos muchas, muchas fotos.  Entre las más interesantes, unas plantas carnívoras.  Y entre las más lindas, los tulipanes maravillosos. Dentro del salón de las palmeras, hay un lugar para eventos…por si quieren reservar.
Plantas carnívoras
 
Los tulipanes hermosos

las increíbles palmeras

Este parque cuenta con un anfiteatro al aire libre y también hay una escultura de metal increíblemente bella.
Anfiteatro de música
Escultura de metal

Antes de irnos del parque, entramos al invernáculo de los cactus. Allí hay muchos ejemplares de nuestros pagos y  de nuestros vecinos.
Planta autóctona de Catamarca, Argentina.

Dejamos el parque botánico atrás y vamos a ver una torre que quedó en pie después de la 2° Guerra Mundial, la Eschenheim Turm. Se salvó de otras demoliciones anteriores también. Así se ganó su título de punto turístico.
Eschenheim Turm

Ya son pasadas las 17 horas…así que, llegamos a San Paul Kirche cuyas puertas han cerrado. Esta iglesia, ya no es iglesia en la actualidad. Es un centro de exposiciones.
San Paul Kirche

Nos vamos a la Catedral San Bartolomé. ¡No sea cosa que cierre también! Una distinción de la Catedral es que está construida con piedra roja y es uno de sus atractivos de su interior.
Catedral San Bartolomé
Las piedras rojas en el interior de la Catedral

Con la tarde llegando a su fin, nos fuimos a tomar un helado a Da Vinci…el cual exhibe a una Mona Lisa peculiar…
Mona Lisa peculiar

La noche se hace presente, los edificios se iluminan y adornan la ciudad moderna. Todavía estamos en búsqueda de la casa de Goethe.  Y la encontramos…y me desilusionó. Yo esperaba una casucha arrumbada hecha de chocolate y mazapán… ¡Pero Estrellita!!! Ese es el cuento de Hänsel y Grettel y por las dudas, te aviso que no es de Goethe…es de los hermanos Grimm.  En vez de eso, encontré un museo hecho y derecho…con luces y todo, en fin me saqué la foto y continuamos nuestro peregrinaje hasta el restaurant argento al que le habíamos puesto el ojo horas antes.
Casa de Goethe

Con los pies cansados, nuestros ojos se iluminan al ver el restaurante con las luces encendidas. Caminamos como hechizados y abrimos las puertas con la sonrisa en la cara…para encontrarnos con otra puerta y mi hija pregunta ¿Por qué hay doble puerta mamá? Y no se me ocurrió otra cosa que decir una broma…es porque son argentinos y tienen miedo que la gente se vaya corriendo sin pagar…

Entramos con nuestra carta de presentación el “Buenas…” y nos respondieron igual (con un tono extraño…algo español-caribeño). El lugar era pintoresco, ya que hay sillas de pino y creo que de paja, bien de campo. Nos preguntaron cuántos éramos…le contestamos los 4 presentes a lo que vino la segunda pregunta: ¿Tienen reservación?...y dijimos que no. Y sobrevino el “no hay lugar”, tan inesperado como un baldazo de agua fría. Quizás el baldazo de agua fría hubiera sido más previsible… El lugar solo contaba con seis mesas ocupadas y el resto (unas diez más) estaban vacías. 

Nos fuimos con una mezcla más que diversa de sentimientos… En términos argentinos podríamos decir: “nos rajaron a la mierda”.  Otra ristra de puteadas y suposiciones brotaron cual manantial de sidra… ¡Otra que fuente de la justicia con vino! ¿Dónde hay una piedra? ¡Denme una piedra que se la pongo a la ventana! ¡De Argentina con amor, le escribo! ¡Vamos enfrente que hay una calle llena de adoquines!

-¡Pará Estrellita, pará! Serenate, respirá hondo. Que todavía tenés Nobleza gaucha, Cachamate y La Merced en casa.

¡Qué pará ni pará! ¡Seguro que pensaron que no tenemos euros! Nos vieron cara de argentinos y se acordaron de los patacones, de los federales, del corralito…del cepo cambiario (Dependiendo del momento histórico que se fueron nuestros compatriotas). Nos vieron la cara de “boludos” ¡Eso! Habrán pensado que pagamos con australes… ¡qué sé yo! ¿Por qué no les dije que se vaya a la recalcada c… de su madre? ¿28 euros el bife de chorizo?  ¿Sabés dónde se puede meter el bife de chorizo, eh? ¡En el mismo lugar donde van los Havanna!
Frankfurt Nacht
 
-Calmate Estrellita…por favor. Vamos a otro restaurant. Vamos a aquel alemán que seguro nos van a tratar mejor.  Además tiene el menú en varios idiomas, entre ellos, el español.

Frankfurt, Deutschland 1/3


Frankfurt

03 de marzo de 2013

Durante la semana, estuvimos pensando nuestro próximo destino.  Entre ciudades más pequeñas y una bien moderna e imponente, elegimos a Frankfurt. Ya estuvimos dos veces…pero en el aeropuerto internacional que está en las afueras. 

Para estrenar la licencia de conducir nos esperan dos horas de autopistas.  Hoy buscamos casas “históricas”, calle de la sidra y también edificios vidriados altos y luminosos. ¿Podrán convivir el siglo XVIII, XIX, XX y XXI? Ya veremos.

Después de dos vueltas a la manzana hasta hallar la entrada al estacionamiento del teatro, nos adentramos en el subsuelo de Frankfurt y por fin llegar a la máquina expendedora de tickets.  Y como esperábamos un ticket, sorpresa fue cuando recibimos una ficha roja. ¿Y esto?  ¿Se canjea en alguna parte? ¿Se mete en alguna otra máquina a cambio de un tickets?  ¿Se mete en el bolsillo? Hagamos una protesta: ¡Tickets sí, fichas no! Ay Estrellita... ¿Te tengo que hacer una trasfusión de sangre?  Ya sabemos de tu condición, de argentina, pero acá la gente no arma protestas por estas cosas… ¿Y si mejor tratamos de buscarle la lógica a la ficha?  Con tantas cosas por visitar “arriba” (estamos en el subsuelo, no olvidemos), metamos la ficha en el bolsillo y a la vuelta veremos.


Ya estamos con los pies en la tierra. Y nuestra primera vista es el río Main y el parque Niza.  El recorrido es agradable. Estamos en invierno y los árboles dan cuenta de eso.  A pesar del frío, es un día soleado.
Parque Niza

Entre los paisajes, vemos un salpicado de edificios bajos y aspecto antiguo en la ribera del río y otro tipo de estructuras más modernas en el centro de la ciudad.  La postal que combina ambas expresiones de la arquitectura habla de una ciudad futurista y excéntrica.
Río Main
La ciudad futurista y excéntrica
 

Cruzamos el río porque nuestro primer punto de interés tiene que ver con el mercado de pulgas que se extiende en el parque a orillas del río y la calle de los museos. (El mercado de pulgas no estaba.)

Al otro lado, nos encontramos con el Instituto de Arte y Galería Municipal Städel. Incluye obras de  los siglos XIV al  XX. Un dato interesante, es que durante los años treinta, los Nacional Socialistas consideraban a las obras como “arte degenerado”  y  confiscaron varios cuadros y láminas.  Como otros edificios de la ciudad, sufrió daños severos durante la 2° Guerra Mundial. Fue reconstruido en 1966. ¿Pero quiénes eran los “degenerados” Estrellita?  ¡Ah! Los mismos de siempre Beckmann, Cranach entre otros… Un día se es  “generador de arte” y al otro se convierte en  “arte degenerado”. Fue una horrible realidad.
Arte y Galería Municipal Städel

Desde aquí, podemos tener una idea de la ciudad futurista y excéntrica como dije antes.
Ciudad futurista y excéntrica

También pasamos por el frente del Museo de Arquitectura y el Museo de Filmes.
Museo de arquitectura

Museo de filmes

Nos dirigimos a la calle de la sidra. Porque Frankfurt es conocida por su tradición de machacar manzanas.

Durante el camino sacamos fotos a las fachadas de los comercios. Entre tantas imágenes, está la Oppenheimer Platz.
Oppenheimer Platz

De lejos, vemos la St. María Kirche, construida en 1182 y funcionó primero como hospital. Le dimos la vuelta a la manzana y pudimos ver la “parte trasera” de la iglesia.
St María Kirche

Llegamos a la zona alcohólica, y parece que muy temprano. A las 12.30 horas, los bares están cerrados. Por relatos anteriores, sabrán de mi poca (para no decir ninguna) cultura alcohólica. Podría decirse que el mejor momento en que puede pasear una familia con niñas y niños es ese.  ¿Un detalle? Los nombres de varios bares son latinos. Vimos negocios de Colombia, España, otros que hacen alusión al Caribe, a la salsa y otros ritmos americanos.

¿Y las manzanas dónde están? En el piso, entre los adoquines, encontramos manzanas.  La apertura de los bares es a partir de las 14 horas o más tarde y se extienden hasta las 23 horas aproximadamente.
Las manzanas en la zona de bares
 

¡Alto! ¡Alto! ¿¡Qué es eso en el fondo?! ¿Una sede del partido justicialista? ¿Una sede del Racing Club de Avellaneda? Ese celeste y blanco me suena, me suena…nos atrae como si fuera un imán.  Y con el sol en el medio no nos queda ninguna duda: estamos ante un negocio de recuerdos en medio de Mar del Plata. ¡No Estrellita!- ¿No? ¿No se mudó  la feria de Mataderos? ¡Pero por favor, Estrellita! ¿Seguro que no tomaste sidra?  Estamos frente a un negocio de “Argentinische Spezialitäten”
“Argentinische Spezialitäten”

Cruzamos la calle raudamente, eso sí, miramos a ambos lados.  Y con la ñata contra el vidrio mirábamos como si se tratara de tesoros traídos del lejano…occidente. ¿Y desde cuándo el dulce de batata Orieta es “lo más”? Y…desde que vivo acá…diría hasta que el alfajor “Fulbito” es lo más rico que hay! Un vidrio de por medio y un horario recontra inconveniente (13.30 a 17.15 horas) nos separaba de Los Havanna, las yerbas, el dulce de batata, algunos vinos, dulce de membrillo, el dulce de leche Salamandra y otras cosas argentinas.   El restaurant contiguo (supongo que es el mismo dueño argentino) tenía un horario más accesible, después de las 18 horas está abierto.  Con la ilusión de comer empanadas, seguimos nuestro recorrido. Nos quedaríamos hasta la noche y nuestra misión será: comer banana con dulce de leche de postre o flan casero, depende.

Nuestro viaje continuó por la zona de los bares, sacando fotos a los más pintorescos o con fachadas de la época medieval.
Bar de la época medieval

Salimos de allí y nos dirigimos a nuestra primera iglesia: Dreikönigskirche del año 1340, protestante.
Dreikönigskirche

Interior de Dreikönigskirche

Al salir de Dreikönigskirche y vemos el Puente de Hierro que cruzaremos para llegar al casco histórico.  Se puede observar la torre de la Catedral San Bartolomé y también desde el puente, le sacamos la foto a Dreikönigskirche, así se aprecia mejor.
Puente de hierro.
La Dreikönigskirche, vista desde el puente de hierro.