lunes, 15 de abril de 2013

Viena, Austria. Parte 3/3


Viena


29 de marzo de 2013

Hoy está dedicado a los castillos, a la vida de lujo y ensueños…a las emperatrices y sus vidas fáciles y superficiales, sin preocuparse por planchar los calzones del emperador, ni cambiarles los pañales a los hijos…porque hay sirvientes para tirar para arriba…. Ay Estrellita, hoy te das la cabeza contra la pared.

Nos tomamos el subte para llegar al Palacio de Schönbrunn, la estancia de verano de los Habsburgo, familia que gobernaba el imperio Austrohúngaro. Durante días anteriores, nombré a varias personas famosas: Mozart, Freud, Hitler entre otros. Hoy se lo dedico a las mujeres. Ciertamente, habrán escuchado sobre una emperatriz apodada Sisi, conocida por poseer una belleza extraordinaria, entre otras virtudes.  Personalmente, yo no he visto ninguna película sobre ella, así que este palacio será mi primera aproximación.  Y también les contaré sobre otra emperatriz: María Teresa que también aportó lo suyo.
Palacio de Schönbrunn

Empecemos por María Teresa de Austria que fue una mujer bastante déspota y sin embargo, llevó adelante a un imperio poderoso en su tiempo. Pero para mí  eso no fue lo más importante. Sino que se bancó parir 16 hijos…eso es ser valiente. Lamentablemente, sólo 11 hijos llegaron a la edad adulta. Sus hijos se llamaron: M. Isabel, M. Ana, M. Carolina, José, M. Cristina, M. Elizabeth, Carlos José, M. Amelia, Leopoldo, M. Carolina, M. Juana, M. Josefa, M. Carolina, Fernando, M. Antonieta y Maximiliano Francisco. Se ve que a la Emperatriz María Teresa no le preocupaba repetir nombres…o no había tantos en esa época. Lamentablemente, las dos primeras Carolinas fallecieron siendo muy pequeñas. En esa época…ser mujer era más difícil, sin importar si eran princesas o plebeyas…eran todas descartables y nada más. Por lo menos Teresa y el resto del mundo en el que vivió, lo consideraba de esa forma.

Palacio de Schönbrunn


Todos los casamientos de sus hijas serán en pos de la conveniencia para el imperio, con la excepción de su hija María Cristina, quien será la única  que se case con el hombre de quien está enamorada. La vida de los hermanos no fue un lecho de rosas ni mucho menos…no solo por los casamientos arreglados, sino también por sufrir las preferencias que tenía su madre por M. Cristina. Y además, su hija, consciente de su condición de preferida, exacerbó los celos de los hermanos, sembrando discordia y hablando de más.  Así fue, como por ejemplo, el futuro de M. Antonieta sería en Francia con Luis XVI y todos sabemos cómo terminó la cosa. Y también fue dura con su hija María Isabel, al encomendarla a un convento, ya que por haber padecido de viruela (y creo que su pecado fue no morir) quedó desfigurada…y no la podría casar con nadie. En un momento, mientras escucho el audio guía, María Teresa explica en una de sus cartas, que a pesar de saber que sus hijas serán casadas contra su voluntad (y desgraciadas)…espera que ellas comprendan y recen para hallar la paz en Dios…y con eso, ella se conformaba. Estas preferencias por una hija, abrieron diferencias irreconciliables entre M. Antonieta y M. Cristina…al punto tal que cuando se enteró de su condena a la guillotina, M. Cristina no lo lamentó. 
Palacio de Schönbrunn

 Pensando que me iba a divertir un poco…resulta que me encuentro con un culebrón…de esos que no terminan bien. La viruela hizo estragos en la familia…y cuando se moría una de las princesas prometida en matrimonio, la hermana que la seguía cronológicamente era la reemplazante… Como si todas tuvieran un número en una sala de espera.  Muchas de sus hijas, terminaron con un rencor enorme hacia su madre. No es para menos…
En el fondo, la Glorieta. De frente, la fuente de Neptuno.

¿Y Sisi? ¡Ah! La querida Sisi llega mucho después. Y ella, además de bella, también es una mujer que reflexiona sobre el tema de los casamientos arreglados, pensando que la mismísima idea es tonta. Pero en “su mundo” no hay solución para el matrimonio…es decir, hasta que la muerte nos separe. Por su carácter, se adivina que su vida matrimonial con su primo, Francisco José I, no fue de lo mejor. Dedicó su vida a viajar por todo el imperio y alrededores, huyendo de la tiranía de su suegra y quizás también de su esposo. Para agregarle más sufrimiento a su vida, una de las pequeñas hijas de Sisi murió durante uno de los viajes. La consecuencia, fue privar a la emperatriz de criar y cuidar de los otros 2 hijos. A partir de ese momento, su suegra Sofía se dedicó a la educación de los pequeños (y eso destrozó a Sisi). Tiempo después nació su cuarta hija, María Valeria, a la que sí se le permitió criar.  

¡Ah! Vos sí que sabés contar cuentos de príncipes y princesas… Ahora falta que me digas que a Sisi la asesinaron y cantamos bingo.  Bueno Estrellita, lamento haberte hecho de goma tu idea de la realeza…y además te digo que Sisi tenía  todos los números….

Salgamos a los jardines, para tomar aire. Entre los entretenimientos (¿?) de la familia real hay varios laberintos. Nosotros entramos a uno. Las nenas se fueron por la izquierda y nosotros por la derecha. Tenemos que llegar al centro, donde hay un mirador que permite observar todo el laberinto.  Las nenas llegaron al centro rápidamente…nosotros, llegamos en un segundo  y vergonzoso lugar…varios minutos después y con ayuda de las nenas.
Estrellita, perdida.
laberinto

Basta de tanto juego…vamos a la maravillosa Glorieta.  De camino, hay otro zoo “barroco” el más antiguo que existe, fundado por Francisco I Esteban, en 1752.  No voy a repetir mi reflexión respecto de esto…es otro reflejo más de insensibilidad de la época.
Glorieta

Llegamos a la Glorieta que nos brinda un punto panorámico extraordinario de la ciudad.
Vista desde la Glorieta.

Tengo hambre…vamos al restaurant del palacio. Todavía falta mucho por ver.

Salimos del Schönbrunn y volvemos al centro. Vemos un monumento extraño…con sus explicaciones en ruso. Bueno, efectivamente, es el monumento de la liberación rusa. Instalado por Rusia, en 1945 al liberar a Austria de los alemanes.
monumento de liberación rusa.

A falta de un palacio, dos… Nos vamos a visitar el Belvedere, pero ahora está convertido en una galería de arte. Y guarda a uno de sus artistas más conocidos y también a su obra más famosa: Gustav Klimt y su cuadro “El Beso”.
Belvedere

Por supuesto, el Palacio también es hermoso. En cuanto a este cuadro, se exhibe en una sala de paredes negras y la iluminación resalta los dorados del cuadro. A mí, me gustaron más sus cuadros de jardines y flores de colores muy alegres.
Belvedere

Tanto recorrido, nos deja muy cansados…ya no tengo más ganas de príncipes, ni emperatrices…
Belvedere

¿Segura Estrellita?....
Belvedere

Germán prometió postre a las nenas…y estamos buscando un café con la misma oferta de postres que había en el restaurant del mediodía. Vamos al Café Mozart.

Sólo que antes de llegar al destino…encontramos un “príncipe”…vivo. Pero esto….lo cuento en el “Bonus track”.
Café Mozart

Tuvimos que esperar por una mesa, estamos en una hora pico que dura todo el día en lo que a cafés se refiere. Nos comimos una copa helada riquísima y las niñas torta de chocolate…no les gusta variar mucho.
voy a terminar con varios kilos de más...


En nuestro camino al hotel, disfrutamos de la ciudad de noche…y no sólo hay estrellas en el cielo, también en la vereda: descubrimos un camino de la fama… operística. Vemos la estrella de Verdi y Strauss.
Estrella de Verdi

Estrella de Strauss

Es nuestra última noche en Viena. Viene el final.

noche de Viena.
 

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