martes, 9 de abril de 2013

Krimml, Austria.


Krimml, Austria


 

26 de marzo de 2013

Otra mañana gris y nuestro último desayuno en Bistro’s.  El siguiente destino es Krimml otra ciudad en las montañas y con una intensa actividad relacionada con los deportes como esquí y snowboard.  Y además de eso, tiene un parque nacional con una cascada, la cual esperamos, ya se haya descongelado.

En este relato, también hay “fotos desde el auto”, porque antes de llegar pasamos por Gerlos, otra localidad  que goza  de la nieve. Las casas y hoteles hacen gala de sus balcones en madera. Todo está decorado con esmero.

"fotos desde el auto": Gerlos
"fotos desde el auto": Gerlos
 
Después de dos o tres horas de rutas, ahora sí: Krimml y su parque nacional.

Por Gerlos
Llegamos al estacionamiento del parque. Por la fecha, no hay mucha actividad. El parque nacional, abre sus puertas oficialmente a partir de mayo (no recuerdo el día)  y cierra en octubre o noviembre.  Eso no significa que no se pueda entrar, sólo que, para términos legales la responsabilidad recae en el visitante.  Hay mucha nieve y hielo  y la gente puede resbalar.

la cascada de Krimml
Enseguida encontramos el sendero para ir caminando hasta la castada. En nuestro recorrido, vemos algunos negocios de recuerdos y bocadillos cerrados.

Senderos...
Vamos caminando y encontramos el único restaurante abierto.  Pero todavía era temprano para almorzar.  Nos fuimos a ver la cascada. Estamos en el último salto… ¿se dirá así?  Mide en total 380  metros de altura. Es la más alta de Austria. Y la olla que se arma tiene un color verde esmeralda  muy claro y precioso.

y yo soy tan banana que saco en B&N
Y si ya estamos acá…subamos para poder ver los diferentes puntos panorámicos  y apreciar la cascada. ¿Y por dónde subimos? Preguntó Estrellita… La respuesta fue un camino de huellas (humanas) hecho por los pocos visitantes que ya estaban en el lugar.

Estrellita no estaba muy segura del sendero improvisado, no sólo porque cada vez que caminaba se enterraba buena parte de la pierna y  la subida era bastante empinada.  Además, surge el problema que sería bajar por el mismo lugar.

Una de los tantos puntos panorámicos
Con mucho trabajo subí  la intrincada cuesta…en cuatro patas. Y además del enojo con el que llegué a la “cima”…empecé a re-putear más fuerte cuando nos dimos cuenta que “el camino improvisado” no permitía acceder al mirador si no es saltando un balcón de madera de más de un metro de alto… No hay otra manera.

Vista de la cascada
Primero subieron las nenas, después Germán…y después Estrellita, quien se quedó atascada cuando pasó la primera pierna y no hubo manera de zafarse por las suyas. Germán la tuvo que agarrar desde las axilas y levantarla para que pudiera pasar la baranda.  Y creo que ni agradecer alcanzó Estrellita porque empezó a putear y a quejarse ya que se había quemado las manos producto de la escalada.

Estrellita...se empacó
Y no se imaginan cómo se puso cuando se enteró que el “sendero oficial” estaba ahí no más…a unos metros Y ELLOS….¡¡¡¡lo sabían!!!!

Postales de invierno...de las últimas
¡Ah! ¡Tírenme a la cascada, que me lleva el diablo! ¡Cómo me dolían las manos! Los tres esperaron a que Estrellita se serenara…y mientras se alejaban un poquito…por las dudas.

otra vista de la cascada
En realidad, la confusión surgió al  pensar que cuando el parque está cerrado, también está cerrada la entrada oficial del sendero…cosa que cuando bajamos (y llegamos hasta la entrada oficial del sendero) no había restricción de ningún tipo, sólo la aclaración de que es bajo la responsabilidad del visitante.

Dicho esto, sólo nos queda disfrutar de la vista maravillosa.   Llegamos hasta la quinta vista y ya no dábamos más.  Faltaban dos o tres más hasta llegar a la cima, pero ahora sí que estábamos cansados y todavía debíamos bajar.

Nos fuimos a almorzar a ese restaurant que vimos. ¡Qué manera de comer!

mmmmmm qué rico!

mmmmmmmmm qué rico!!!
Luego del almuerzo, nos vamos al  Gasthof Haidbach, es una especie de hostería familiar.  Tiene habitaciones muy buenas. Lo único que siempre falla, en todos los lugares donde vamos, es el servicio de internet. 

Gasthof Haidbach
En este caso, el GPS se confundió de calle (le erró por 2 kilómetros) y terminamos al frente de una casa. Otra vez, hice de copiloto y pregunté, en mi “alemán-indio” al señor que reparaba una cerca, dónde quedaba el Gasthof. No sólo pregunté... ¡También entendí la respuesta!

habitación del Gasthof
Este Gasthof tiene restaurant para cenar, pero preferimos ir al centro. Hacía tanto frío que cambiamos de preferencia…y volvimos al restaurant del Gasthof.  Las nenas no quisieron cenar, yo pedí un sándwich de jamón y queso.

Habitación del Gasthof
Me fui a dormir. Mañana habrá mucho que recorrer.

¿Qué raro Estrellita no reflexiona nada? Estrellita está en el estado del Tirol…y se acuerda de Les  Luthiers…Tengo que ver a los niños cantores del Tirol, antes de que crezcan.

 

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