sábado, 13 de abril de 2013

Viena, Austria. Parte 2/3


Viena


28 de marzo de 2013

 

Primera noche y primer desayuno en Prater. La experiencia fue desprovista de variedad…dos tipos de pan para untarles mermelada, miel o crema de avellanas. Había fiambre, pero era dudoso el estado…y jarras de agua caliente, leche, jugo o café que no alcanzaban para 24 personas que estábamos en el comedor. Tampoco alcanzaban los metros cuadrados donde debían ubicarse las 24 personas (y había cola en el pasillo), pero trato de hacer una crítica constructiva y sobre todo, acentuando los puntos que se pueden mejorar en forma rápida. Una remodelación del comedor, no se puede arreglar en 5 minutos. Estamos en un hotel de menos 4 estrellas, bromeé.

Pero no estamos para detenernos en estos detalles. Debemos cruzar el Stadtpark para llegar a los diferentes puntos turísticos e históricos de la ciudad.
Stadtpark

Primero, pasamos por el Hotel Sacher, donde se creó la famosa torta Sacher (inventada en 1832), que es la que piden las nenas cada vez que saco foto a una torta de chocolate.
Hotel Sacher

También vimos la Karlskirche y vemos una calle con un nombre muy especial: la Argentinier Strasse.
Karkskirche

Argentinier Strasse

También vemos la Galería de Arte Plástica.

Galería de Arte Plástica, el techo es hermoso.
 
No podíamos pasar así no más por la Opera de Viena, nos detuvimos para mirar con detenimiento. En muchos puntos turísticos, hay personas disfrazadas que ofrecen entradas para ballets y conciertos. Nosotros siempre declinamos la oferta. No se trata de una estafa, quiero aclarar, simplemente no tenemos ganas de ballet o conciertos.  El tema, es que a veces, pueden ser muy insistentes, ya molestos. Hasta que nos tocó “Mr Simpatía”. Primero nos habló en alemán, después en inglés…y cuando respondimos, nos preguntó de dónde éramos.  Argentina, le explicó mi esposo. Y no se hizo esperar el: ¡Ah! ¡Natalia Oreiro!  Ehhhhhhhhhh, seeee, digamos.  No voy a polemizar…tengo cosas más importantes que hacer durante el día. Pero bueno, Nati hizo gran parte de su carrera en Argentina, así que, le damos medio punto. Pero no contento con eso, Mr Simpatía arremetió: ¡Messi!  ¡Sí! Tampoco voy a polemizar…Lío hizo toda su carrera en España…pero bueno, nació en Argentina…medio punto también. Alejémonos, que tengo miedo del tercero que podría nombrar…
La ópera de Viena

Llegamos a Albertina, un museo en el centro de Viena.  Muy cerca de allí, vemos la Biblioteca Nacional. Y al lado, la Escuela de equitación española. Que lleva ese nombre porque se entrena a caballos de raza lipizzana y porque la técnica tradicional de doma es española… (¿?) Busqué en internet de qué se trata este tipo de doma…y no encontré algo claro.  Tengo mucha argentinidad para descreer que esta forma de doma no se haga sin causarle dolor al animal. Estoy hablando a boca de jarro…aclaro otra vez… Pero esto es parte de mi reflexión sobre el “maltrato”…y agrego “moderno”.
Biblioteca Nacional

Escuela española de equitación

 Vamos a Heldenplatz (plaza de los héroes) y el palacio imperial Hofburg. Pero todo el esfuerzo que puso el emperador Francisco José en la construcción del palacio en esta plaza…se opacó con el discurso de Adolf….cuando anunció la incorporación de Austria al Tercer Imperio en 1938…chan. Por este discurso, la plaza…es más conocida que por otra cosa.
En la plaza de los héroes y el palacio imperial Hofburg

Ahora, estamos en Theresien Platz con el museo de Arte e historia y el de Historia natural. Le sacamos fotos al de Historia natural, porque le da el sol de lleno y salía mejor.
Museo de historia natural en Theresien Platz

 

Hay que almorzar…otra vez la peripecia. Entramos directamente a un restaurant italiano…hay mucha hambre para aguantar la pregunta: ¿Tienen reservación?....

Las nenas, volvieron a pedir “spaghetti al aglio” pero esta vez, vino súper-picante. Tanto que no se podía comer. ¿Y qué paso? Bueno, los meseros…italianos les trajeron Spaghetti con salsa de tomate para que las “ragazzas” pudieran alimentarse… ¡Y después se hacían bromas entre ellos! ¡Le pusiste mucho picante! Se decían enfrente de nosotros.  Obviamente, no nos cobraron el plato del aglio….  ¿Se puede ser más simpático? ¡Ah! No sé…. Pero el restaurant y pizzería Tricolor está entre los primeros tres lugares  en lo que simpatía y atención se refiere.

Nuestro camino es al congreso y para rematar en edificios lindos: el Rathaus, les pasa el trapo. Desde aquí se ve el Burgtheater que hace el esfuerzo, por estar a la altura del Rathaus.
Congreso
Rathaus
Burgtheater

A lo lejos, se ve la Votiv Kirche y fuimos a verla. Otra vez, las alturas ganan en arte.
Votiv Kirche

Votiv Kirche

Pero hay algo…no es un palacio, no es una iglesia, no es una fuente, ni plaza, ni monumento que hay que ver porque aquí, en este bendito lugar, habitó otro hombre excepcional… Estamos en la casa que fue de Sigmund Freud. Y por supuesto que no me voy a poner a explicar el psicoanálisis…porque no sé. Pero entrar aquí, me hizo conocer al Sigmund persona. Y de eso, puedo contarles un poco.
Casa de Sigmun Freud.

Quizás, muchos no saben que Sigmund tenía tres grandes aficiones: coleccionar objetos de la antigüedad, viajar y fumar habanos. La casa que visitamos, es la última que habitó hasta que tuvo que dejarla a causa de la persecución nazi. Era un gran estudioso de la historia griega y otras civilizaciones antiguas ya que él consideraba que dentro de sus tragedias podría encontrar algún tipo de identificación con sus investigaciones.
Aún no entramos al museo, todavía se pueden fotos.

En cuanto a viajar, bueno…. ¡qué se puede decir! ¡Un tipo normal! La cuestión es que su casa, estaba abarrotada de objetos antiguos de los cuales a veces, les conversaba y les contaba de su procedencia a sus pacientes.

Para ese entonces, su doctor, ya le había prohibido fumar, porque le hacía mal. De hecho, su esposa había colgado un espejo en su estudio para que Sigmund una vez sentado en su escritorio pudiera ver las consecuencias del cigarro en su cara. Para ese entonces, tenía varias cicatrices y manchas en la cara por fumar.  ¿La esposa de Sigmund, lo psicopateaba? ¡Ay Estrellita! ¡¿Cómo se te ocurre!?
Casa de Sigmund Freud

El único día que violó su promesa de no fumar, fue el día en que no asumió el alcalde Lueger en 1895, conocido antisemita, (del cual les conté en el primer relato de Viena) y se lo escribió en una carta a su doctor. Estaba muy feliz por la noticia. Esto demuestra, que a pesar de su reputación y todo…no escapaba a su condición de judío…

Mientras les cuento, me voy acordando de más datos…por ejemplo, cuando era chico, Sigmund, vivió en un gueto en Viena. El tema judío viene de mucho tiempo atrás…quizás, yo no era tan consiente del asunto. Es hora, Estrellita, de que olvides que los monstruos y las tragedias ocurren por arte de magia…no existen los “brotes”…no hay “imprevistos”, ni hadas, ni duendes que cambien el sentido de las cosas en cuestión de segundos….Las tragedias, los locos, las guerras, se gestan como las personas.
Casa de Freud.

Su parte más humana, quizás, sea su queja por la abstinencia (de fumar) ya que no le permitía concentrarse en sus investigaciones y eso también se reflejó en cartas.

Finalmente, huyó a Inglaterra. Tuvo que pagar el famoso y vergonzoso “impuesto a la fuga” para escapar. Eso significó la tercera parte de su fortuna entregada al Estado. De esa forma, él y su familia dejaron Austria. En cambio sus cuatro hermanas quedaron y fueron asesinadas a manos de los nazis. Vivió en Inglaterra hasta su muerte en 1939. Casi toda la colección que tiene el museo, de objetos pertenecientes a Freud, fueron donados por su hija Ana.

Cuántas preguntas…una ciudad tan bella y tan horrenda a la vez. Como si los polos opuestos, se juntaran en algún punto escondido. Grandes pensadores, grandes artistas…y por otro lado la xenofobia que flota en el aire o se esconde debajo de la tierra y viviendo con la incertidumbre de no saber si ha muerto al fin. Una ciudad que no renuncia a homenajear antisemitas quizás porque fueron parte de su historia y lo dejen como recordatorio. O quizás porque la semilla se gesta en más personas de las que uno cree. Todavía no está claro qué es mejor: borrar de la vista del pueblo, humanos que lo único que tienen de común con la humanidad es haber nacido de otro ser humano; o dejarlos como recordatorio de lo que alguna vez fue la representación de un pueblo enfermo.

Y yo veo el maltrato…en algunos casos opacado por las atrocidades históricas… Un dato de maltrato: el museo a Freud, recién se concretó en 1971…pasaron muchos años, para hacerle un museo ¿no?

Necesito paz…vamos a la Catedral St. Stephan, que ayer solo la vimos por fuera.
Catedral St Stephan

Pero cuando empecé estos relatos en Zürich, yo me refería a otro tipo de maltratos, unos que son invisibles para muchos y no hay estatuas, ni recuerdos, ni mucho menos una protesta.  Al llegar a la Catedral…no hallé paz ni mucho menos: se me volaron los pájaros. ¿Cómo hallo belleza yo, si veo decenas de caballos cagándose de frío? ¿De qué hablás Estrellita?  Hablo de los carruajes tirados por caballos, hablo de los zoológicos que hay en cada ciudad a la que fuimos a visitar, con jaulas (a mi entender) chicas, hablo de la escuela de equitación…para que el caballo sea (¿?) más elegante de lo que es…
ya sé, me van a decir que están "abrigados"..igual, no me gusta.

Si yo me estoy cagando de frío con una campera preparada para la montaña, caminando como loca de un lado para el otro… ¿Cómo estarán los caballos que esperan horas y horas por un turista que quiera dar un paseo?  Y me sale la pregunta del corazón: ¿qué necesidad?  ¡Pero Estrellita! ¿No sos romántica vos? Sí, soy romántica…pero el sometimiento de animales en nombre del romanticismo no se justifica. Hay otras formas de recorrer Viena “románticamente”.  No me gustan  los carruajes en Buenos Aires, ni en Viena, ni en París, ni en el Central Park de New York.  Si San Valentín genera ideas nuevas para celebrar el amor… ¿Por qué no se puede hacer lo mismo para recorrer Viena? Traslado esa pregunta al resto de las ciudades del mundo.
Interior de la Catedral St. Stephan

Mozart decía: “Lo que no se puede decir en Viena, se canta”.  ¿Habrá que escribir una ópera para que nos demos cuenta?

Me voy con un poema…sobre un caballito que con su nobleza y valentía libertó a  un pueblo. Seguro, mis amigos de Argentina, lo recordarán.

CABALLITO CRIOLLO

Letra de Belisario Roldán

-¡Caballito criollo del galope corto,

del aliento largo y el instinto fiel,

caballito criollo que fue como un asta

para la bandera que anduvo sobre él!

 

¡Caballito criollo que de puro heroico

se alejó una tarde de bajo su ombú,

y en alas de extraños afanes de gloria

se trepó a los Andes y se fue al Perú!

 

¡Se alzará algún día, caballito criollo,

sobre una eminencia un overo en pie;

y estará tallada su figura en bronce,

caballito criollo que pasó y se fue!

 

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