martes, 20 de mayo de 2014

Shizuoka y Yamanashi y Tokio, Japón. Parte 03


Japón 03

16 de abril de 2014

Hoy estaremos mucho tiempo viajando. Aunque desde que nos levantamos, ya estábamos retrasados. Simplemente, no podemos con nuestras formas siempre apresuradas. Para nuestro tiempo, el desayuno tardó en llegar. A las corridas hicimos, por lo menos 3 combinaciones entre subte y tren.  Debo decir que ya estaba de recontra mal humor. No me gusta correr, se supone que esto es un viaje de placer, no una tortura turística… Por suerte, el viaje en micro duró mucho y se me fue el enojo antes de la primera parada.

Nuestras audio guías en español no funcionaron. Escuchamos la visita en inglés.  Por suerte, este es un grupo completo de extranjeros, así que, se asegura el idioma inglés. La empresa turística se llama: SUNRISE TOURS.
Dejamos Tokio. Vista desde el micro.
 

Nuestra guía nos habla sobre los barrios más caros de Japón. Sobre la nueva variedad de vinos que se cultiva en la isla.  Mientras vamos hacia el Monte Fuji, nos cuenta que también es uno de los lugares más elegidos por los japoneses para vacacionar. 
Algunos cerezos en flor, que podemos ver desde la autopista.
 

Hoy, hay mucho tránsito en la autopista, vamos despacio. También hay que abrocharse el cinturón de seguridad.  Desde la ruta se puede ver al Monte Fuji, si toca un día despejado como el de hoy.

La primera parada fue en Yamanashi Prefectural Fuji Visitor Center.  Estuvimos media hora para chusmear e ir al baño.  Ya nos pudimos sacar algunas fotos con el Monte Fuji detrás.
Yamanashi Prefectural Fuji Visitor Center.
Mapa que indica las paradas en el ascenso hasta la cima del Monte Fuji.
 


 
Antes de continuar el ascenso, paramos en un hotel para almorzar.  Se trata de un “almuerzo japonés”. Hay cosas que no tengo idea de lo que eran.
Un almuerzo japonés. ¿Ven los cubiertos occidentales? También hay palitos. Es gente que piensa en Estrellita.
 

Fuji significa samurái rico o también se lo conoce como: la montaña que nunca muere.
Monte Fuji, vista desde el hotel. Hoy, seré muy monótona con las fotos... Pero, ¿Quién sabe cuándo volveré a ver al Monte Fuji? Sepan disculpar.
 

Terminado el almuerzo, nos fuimos a sacar muchas fotos con el Monte Fuji, aprovechando que hoy se puede ver.  Me acordaba de contar que ver el Monte no siempre es posible. Hay 50 % de posibilidades de verlo.
Monte Fuji a color.

Monte Fuji en B & N.
 

Volvemos al micro y nos dirigimos al primer escalón para llegar a la cima. Sin embargo, solo llegamos a los 1291 metros de altura.  Y ya no podemos subir más. La guía nos dice que todavía no se puede continuar porque es peligroso. Nos informan que en la cima hay – 5 grados de temperatura.
Lo más cerca que pudimos llegar del Monte Fuji.
 
Fotos de cerezos, de camino al parador.
 

Nosotros continuaremos el paseo y seguiremos viendo al Monte Fuji de a ratitos.

Nuestra próxima parada es para tomar un ferri y pasear por el Lago Ashi. Para eso, debemos llegar hasta Hakone.  Me dice mi esposo que Hakone es la ciudad en que se inspiró la serie Evangelion para hacer su “Tokio III”. Durante nuestro viaje, nos entretenemos haciendo un Monte Fuji de papel; el origami también se hace presente en este viaje.
El origami, en el micro.
 

En medio de los cerezos en flor, me encuentro con una confitería holandesa. Cosa rara, por estos lados remotos.
Confitería holandesa.

Más cerezos. Antes de llegar al parador principal, nos detuvimos en un punto panorámico.
 



Flor del cerezo.
La próxima parada es Hakone Kojiri Terminal, es la estación del ferri. Hay otros barcos que están caracterizados como antiguos galeones y también hacen paseos.
Está llegando nuestro ferri.
 

Lago Ashi

Lago Ashi

Lago Ashi
Lago Ashi
 
 
Cuando bajamos del ferri, ya nos esperaba nuestra guía.  Nos vamos a pasear en teleférico. Vamos hasta una zona termal donde los minerales y la temperatura del agua, cocinan un huevo y se pone de color negro. El lugar se llama Odakyu Hakone.  El olor  es espantoso, estoy al borde de descomponerme. Hay un tramo largo que se hace a pie y subir escaleras.   
Odakyu Hakone
 

Aguas termales

Aguas termales.
Huevos negros, en las aguas termales.
 
Tanto caminar, me dio calor y quise comprar un helado. Pedí uno que venía con una fruta… que nunca probé en mi vida (hasta ese momento). Es/era asqueroso. Igual, me comí todo el helado, porque va contra “mi moral”, tirar un helado a la basura.
Helado con... algo.

Kitty!!!
 

Las montañas de las termas.
Ya no queda mucho más para recorrer, son casi las 17 horas.  Nos llevan a la estación de trenes Odawara. Tomaremos el tren de alta velocidad (el Shinkansen) hasta Tokio. El tren viene tan lleno que, ¡viajamos parados! Fue solo por 40 minutos… algo así como de la estación Muñiz hasta Pilar.  Experimentamos en carne propia lo que es “la hora pico”… y no afloja hasta las 22 horas.  Todo parece una locura, pero la verdadera locura es que ni un solo tren se retrasó a se suspendió. Eso, solo eso, ya es maravilloso.
Castillo de Odawara.

http://volandovoyviajes.es/castillo-de-odawara-japon-kanagawa/

El señor feudal del lugar. Es decir, de Odawara.
 

¡¡¡La hora pico!!!  ¡Ahora sí, agarrate Catalina!
De ahí, nos fuimos a Shibuya para presenciar ese gran cruce. ¿Se acuerdan cuando quisieron hacer lo mismo en San Miguel? En la intersección entre la avenida Pte. Perón y Av. Illia (Mitre)? Por poco, y no somos el cruce de Shibuya… se nos escapó la oportunidad.
Shibuya

Caminando por Shibuya.
 

También, está la famosa estatua del perrito Hachiko.  Aquel perrito que acompañaba a su dueño hasta la estación de tren y volvía para recibirlo. Un día, su dueño se despidió de él y lamentablemente falleció en su trabajo. El perrito lo esperó en la estación durante 9 años más… hasta que él también partió.  Esta historia conmovedora, tuvo lugar entre 1923 y 1935.
Perro Hachiko
 

Después de cruzar por la famosa esquina alrededor de 4 veces… decidimos recorrer y sacar fotos a los restaurantes “exóticos”, es decir, españoles, italianos y franceses.  Esa noche fuimos a cenar un restaurante ubicado en el piso 14. Como se manejan con reservación, casi no había lugar, excepto en la barra… y allí fuimos.
Restaurante español

Restaurante español en Tokio.

Ya con el nombre... se ganó mi foto. Restaurante de creps, en Tokio.
 


La comida es muy rica.  Es la primera vez que ingresamos a un Izakaya que es un tipo de restaurant que mezcla bar, restaurante tradicional pero que sirve comidas japonesas para compartir. Mis hijas probaron los yakitori. Se trata de brochetas de carne.
Entrada al restaurante, en el piso 14.

Vista de Tokio, desde el piso 14.
 

Cada vez que alguien se iba, lo saludaban todos. Eso quiere decir que también los cocineros. Son saludos notorios y entusiastas. Desde la barra, podemos ver a los cocineros que trabajan en los asados. Hay un poco de humo, pero no molesta.

Ya no me queda más para agregar, excepto por este pequeño (en apariencia) comercio de discos. La foto no muestra muy bien, pero hay una escalera muy empinada que invitaría a los amantes del blues a descender... En Japón, el amor por el blues es muy fuerte y en muchos restaurantes se puede disfrutar junto con las comidas. Se escuchaba una música tenue, que le agregaba un detalle a nuestro paseo nocturno.

 



El día fue hermoso, desde la montaña a la ciudad, en tren.

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