viernes, 9 de mayo de 2014

Londres, Inglaterra. Parte 6.


Londres 6

7 de marzo de 2014

Eees Supercalifragilisticoespialidoso,
aunque suene extravagante, ¡raro y espantoso!
Si lo dice con soltura sonará harmonioso,
supercalifragilisticoespialidoso!

¡Qué día tenemos por delante! Siento que el espíritu de Mary Poppins y Celia Cruz están en mi cuerpo…

Un poquito de azúcar toda purga endulzará
y se puede saborear”… y con

 Disfruto bien de la vida
Aunque tomando medidas, azuca'

Una dice un poco, la otra dice ponele azuca’ a todo, es un poco confuso, yo, por las dudas me tomé el café bien cargado de azúcar, me comí un muffin con mermelada de frambuesas y hoy, no me para nadie.  El día está íntegramente dedicado al cholulaje… 

¡¡¡Pongo y arrancamos!!! En quinta hasta el subte y mis piecitos  Come together” mitad rockeando y mitad zarandeando las caderas al compás de la salsa agridulce…

Y… “Here comes the sun” con un poco de azúcar… Llegamos por fin a Abbey Road. El estudio de grabación donde se realizó el último álbum de Los Beatles. Y claro, frente al edificio, se encuentra la famosa senda peatonal donde se sacaron la foto John, Paul, George y Ringo que fue la portada de aquel álbum.
Haciendo monerías en Abbey Road... y sacamos la foto al revés, porque yo, soy especial. Y la gente que espera en la vereda, también está para sacarse fotos...
 
 
Hay varias personas que intentarán reproducir (como el juego del espejo) esa pose y hacer una foto que plasme este estado de inmensa felicidad, envuelta en una vergüenza tremenda que provoca parar el tránsito para quedar “congelada” por unos segundos hasta que tomen la imagen.  ¡Soy de las personas que no podría hacer un piquete! ¡Me muero de vergüenza!
Estudios Abbey Road
 

En este lugar, no hay semáforo. Apenas una luz intermitente que  indica precaución… Aunque supongo que los automovilistas que pasan por esta calle, deben esperar que la gente actúe de forma extraña.  

La pared con el cerco del edificio, está íntegramente firmada por las personas que han visitado el lugar… a mí, me da no sé qué escribir una pared… paso. Desde aquel fatídico día, a la edad de 4 o 5 años, cuando rayé con crayón la pared del pasillo recién pintada… no pinté más, ninguna pared… ¡Y eso que no me pegaron! Me dijeron “pedile perdón a tu madre” y ahora, no pude escribir “Estrellita was here”.

Es muy gracioso... y eso que a mí, el fútbol no me atrae demasiado. Sin embargo... ja ja ja.
Me fui con una sonrisa y desde ahí, caminando hasta otro punto donde se ubica otro personaje que forma parte de las celebrities de Londres. Pero no me quiero adelantar.

Encontré el lugar donde se suicidó el deshollinador de Mary Poppins… en realidad, vio esto y sufrió un síncope.
El deshollinador... y el síncope.
 
 

En medio de tanta chimenea, vemos una placa azul que dice “aquí vivió  José de San Martín, el libertador, soldado y estadista” Hasta acá llegó el rock y la salsa, me pongo a bailar el pericón… Este descubrimiento lo vivo como un regalo. Les dejo el extracto de Wikipedia donde describe la estancia de San Martín en Londres.
Lugar donde vivió San Martín, en Londres.
 

El 6 de septiembre de 1811— José de San Martín renunció a su carrera militar en España y solicitó a su jefe un pasaporte para viajar a Londres. Su jefe se lo concedió junto con cartas de recomendación, entre ellas una para Lord Macduff, y partió el 14 de septiembre de ese año para vivir en el número 23 de la calle Park Road en el distrito de Westminster, en Londres. Allí se encontró con compatriotas de la América española: Carlos María de Alvear, José Matías Zapiola, Andrés Bello y Tomás Guido, entre otros.

Ahora sí, llegamos a la casa-museo de la celebrity Sherlock Holmes… popular detective de fantasía. Había una fila bastante larga para ingresar al museo. Sin embargo, la tienda de recuerdos tiene acceso independiente al museo. Yo, me compré el prendedor con la dirección, “221B Baker Street” donde se hallaba la casa (de mentiritas, ¿eh?) del ilustre detective que trataba al sr. Watson de usted y que nunca le dijo “elemental, mi querido Watson”… hasta que el hijo de Doyle (el autor de Sherlock Holmes), sí incluyó la frase cuando continuó escribiendo la saga de aventuras del detective.

The Sherlock Holmes Museum.
Interior de la tienda de recuerdos del museo de Sherlock Holmes.
 
 


Nos tomamos el subte y fuimos a otro barrio que  conocí gracias a la Película Notting Hill… y es, el Barrio Notting Hill. Un poco a ciegas, un poco flotando, quería caminar… nada más caminar por esas calles donde un par de personas llegó a enamorarse tiernamente… y sí, con Julia R. y con Hugh G. uno/a no se enamora de ellos… no es normal.
La estación de subte Baker Street.
 

Paseamos por el Mercado de Portobello, aquel que se muestra también en la película. Y…

♪♫“She may be the face I can't forget

the trace of pleasure or regret

maybe my treasure or the prize I have to pay…”♫♪

Esos jardines privados de Notting Hill

Postal de Notting Hill.
 

¿Dónde está la famosa puerta azul…? Porque acá no hay príncipe, pero puerta sí. Me di cuenta que el tema de la puerta azul es muy usual por estos lados. Encontré varias puertas azules, algunas en mejor estado, otras peor. Pero yo quiero encontrar la que se muestra en la película. Como suele pasar, ya estaba con la esperanza pendiendo de un hilo, hasta que un mapa en la vereda, mostró el lugar exacto donde se ubicada…
¡Mapa salvador!


Un comercio en el Mercado de Portobello en Notting Hill.

Mercado de Portobello

Mercado de Portobello.
 

Allí fui… le voy a tocar el timbre a Hugh; le voy a tirar la puerta abajo, le voy a… Bien, creo que se entendió.  Tengo que confesar, pasé por el frente y no me di cuenta. Es que en esa cuadra, hay por lo menos 6 o 7 puertas azules. Caminamos dos cuadras más hasta que volvimos sobre nuestros pasos… encontramos la Puerta Azul, era la primera.
La puerta azul de la película Notting Hill.
 

Y… resulta que solo es una puerta, no hay edificio detrás. O por lo menos, uno que tenga planta alta que haga suponer una escalera. Se me desvanece la ilusión. Ya no quiero tirar la puerta abajo… Tengo hambre.

Caminamos otro rato, y como es nuestro último día en Londres, no podemos irnos sin probar el “fish and chips”. 

Antes de dejar el mercado de Portobello,  quiero contarles que la variedad de cosas que se encuentran en este mercado es impresionante. No solo son tacitas viejas o platitos que se quedaron huérfanos tras una pelea en que volaron algunos por los aires… Me encontré una cerrajería… y en un almacén: nuestras yerbas Taragüí, Amanda y Rosamonte. También los mates, se ven arriba.
Cerrajería en el mercado de Portobello

En un almacén en el Mercado de Portobello.
 

Llegamos hasta aquí: The Fish House of Notting Hill



Fish and chips.
 

Estaba todo tan rico, casi me olvidaba que era pescado frito…  y cuando, ya creía que había cumplido con todo… con los Beatles, con San Martín, con Sherlock, el deshollinador de Mary Poppins y la puerta azul, me dieron ganas de ir al baño…

Casi, tiro la puerta abajo.

Me muero!!!! Hugh, te encontré!!!

Julia, ahhhhhhh!!!
 

¡¿Cómo continuar ahora?! Bueno, me debo a mi público (¿?). Debo contarles, que luego fuimos hasta el área de Soho,  es un área central del West End londinense, en la vecindad de la Ciudad de Westminster.  Recorrimos un pequeño jardín, más marquesinas de teatros (Ahora sí, les muestro a Freddie Mercury) y terminamos en una casa enorme de comics…   Estoy segura: debí terminar el relato en “casi, tiro la puerta abajo”. Por suerte no tengo a Sherlock para que me moleste con su “elemental, mi querida Estrellita”.

 
Soho Square Garden

Soho Square Garden


 
Marquesina con Freddie Mercury. Es el musical de Queen.

Otra marquesina que me pareció muy linda.


 

 

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