lunes, 12 de mayo de 2014

Japón. Parte 00


Japón 00

13 de abril de 2014

Dedicado a Malenaaaaaa!!!

Que tiene ganas de ir a Japón.

Y llegó el viaje más esperado por mis hijas: Japón. Yo, no sé de qué me voy a disfrazar en este caso, porque la verdad es que no sé nada de este país, excepto que Hello Kitty vive allá.

Los siguientes relatos, se transformarán en una obra de  turismo-terror en manos de una bloguera… La ama de casa occidental, procederá a la descripción de lo desconocido, lo legendario, lo místico, lo… dibujado y lo tremendamente urbanizado del país del sol naciente… Para deleite de mis amigos y horror de los que tomaron como serio este blog.
Esperando en el aeropuerto de Heathrow.
 

Pero empecemos por el principio… el viaje en avión. Vamos a viajar por British Airways desde el aeropuerto de Frankfurt (Alemania) hasta Heathrow (Inglaterra). Se hace una escala allí (3 horas que pasan volando), y luego, por la misma aerolínea, continuamos nuestro viaje hasta el aeropuerto de Narita (Japón). Cruzamos muy cerca del Polo Norte, por lo que el vuelo duró un poco menos. Sin embargo, si sumamos todas las horas, tenemos entre 13 y 15 horas de viaje.
Desde aquí, hasta... no entra en la pantalla.

Nuestro segundo vuelo, ya cuenta con personal que habla japonés… y a la hora del almuerzo/cena contamos con la opción de cubiertos occidentales u orientales. Yo, debo confesarles algo: no me llevo para nada bien con los hashi (palillos). Y como no sé si, en todos los restaurantes a los que iremos, hay cubiertos… mis hijas y mi esposo, me cedieron sus sets para que yo pudiera tener uno en la cartera, en caso de emergencia.
No me digan que no está buena la foto.

Sí, ya sé lo que piensan… estoy peor que la mona del Planeta de los Simios… yo los quiero ver a ustedes haciendo el ridículo y que se les caiga la comida… Prefiero sacar mis cubiertos de plástico.
Algún lugar.
 

Gracias a las maravillas de una Tierra redonda como pelota… arribamos a Japón el lunes 14 de abril a las 9 de la mañana.

Y ahora, se viene lo bueno…
Algún lugar.
 

“Somos todos iguales”

Si hay algo que me divierte, es que para Japón, la gente de la UE, los de USA y nosotros… o sea, Sudamérica, somos todos igualitos. Eso se traduce en que no hay “mostradores para unos y mostrador, para otros”. Todos, haciendo la misma fila, esperando y refunfuñando por igual. ¡Y vi uno de esos escáneres por donde pasan las personas y se ven los huesos! Aquí también toman las huellas digitales de los dos dedos índices y una foto.

“Perro japonés”

Sorteamos migraciones, y nos fuimos a retirar nuestras valijas. Apenas tomé una de las nuestras, sentí una nariz en mi pierna… Ok… no sabía lo que estaba apoyándome en la pierna, pero era algo esponjoso. El perro de la policía japonés estaba haciendo su trabajo. No halló mis cubiertos de plásticos robados… ¡uf! Estuvo cerca.

 
Algún lugar.

“Regáleme una firmita, por favor”

Y ahora, comienza el derrotero burocrático que nos tendrá entre 2 y 3 horas en el aeropuerto. Primero, fuimos a cambiar dinero dentro del aeropuerto.  Es más conveniente hacerlo aquí, porque las comisiones son más bajas. Para esto, hay que completar un formulario (está en inglés y japonés) y presentar el pasaporte.

Luego de eso, fuimos al centro de atención de Japan Rail Pass. Es un pasaporte de tren que tiene una validez de 2 semanas y sirve para utilizar la red de trenes JR (¡Casi toda, hay excepciones! Por favor, verifiquen). Este abono, solo puede comprarse afuera de Japón, por internet. Lo que hacemos en esta oficina es completar el trámite, presentando la documentación que nos llegó por correo anteriormente. Aquí, tuvimos que completar otro formulario.


La fila para atendernos iba muy lenta… lentísima.

 
¡Tierra a la vista!
Y hacía frío del otro lado... eso no es caca de paloma...

“Libertad”

Por fin, liberados de los trámites nos fuimos hasta la estación de trenes de Narita Express y tomamos… ¡el próximo no! El siguiente (porque hay trenes que van a un lugar y otros que van un poco más lejos…), que nos llevará hasta la estación de Marunouchi. Todo esto, fue posible gracias al Smartphone y a mi esposo, que sabe utilizarlo. Se guardó los mapas de Tokio en el teléfono y con el GPS, nos podemos manejar con cierta facilidad.
Estación de tren: Narita Express
Estación de Marunouchi, Tokio
Estación de Marunouchi (izq.) y... Tokio.

“Tecnología”

En Marunouchi, tomamos otro subte (les recuerdo que el subte no forma parte del abono de JR) para bajar en la estación Hanzomon. Nuestro hotel se encuentra a 2 cuadras. Es el Hotel Grand Arc Hanzomon.  De todos en los que nos hemos hospedados, ha sido uno de los más elegantes.
 
http://www.grandarc.com/english/ 

Nuestra primera aproximación a la tecnología que nos separa “años luz” es el inodoro… Ahora sé lo que quería decir Homero S. cuando viajó a Japón. Aunque… bueno, tuvimos que apagar el sistema de calentamiento de la tabla porque, ya estaba demasiado caliente… ¡La tabla! ¡La tabla!
Tecnología.
 

Otra cosa, la cama es angosta. El que está acostumbrado a la XLLL ultra recontra Queen con King y ringside… mejor que duerma en la alfombra.
Cama doble...
 

Estamos en el piso 14. No es una vista espectacular, pero tiene su encanto.
Vista de Tokio, desde nuestra habitación.
 

Tengo mis dudas de cómo encarar el relato… me inclino por seguir lo que hicimos en forma cronológica.

Correré el riesgo de sonar repetitiva, ya que, por ejemplo, todos los días almorzamos, cenamos, etc. Así que, no voy a incluir exactamente todo, a menos que valga la pena. También, creo que es interesante contar, cómo funciona una máquina expendedora de boletos de subte, porque se prestan para la duda. Y con toda la tecnología puesta a disposición, un par de veces nos hemos visto descifrando japonés. Cuando llegue el momento, me explayaré sobre estos temas.

 
No tengo la menor idea de lo que dice... aunque puedo adivinar que invita a los perros a no hacer sus necesidades en ese lugar.

 

 

 

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