miércoles, 28 de agosto de 2013

Costa Azul, Francia. Día 3.


Saint Tropez

6 de agosto de 2013

A tus atardeceres rojos

se acostumbraron mis ojos

como el recodo al camino.

Soy cantor, soy embustero,

me gusta el juego y el vino,

Tengo alma de marinero.

Qué le voy a hacer, si yo

Nací en el Mediterráneo


I’ m sorry gorda… hoy me tomo el buque y me voy a Saint Tropez. Tipo que nada, me voy a una ciudad re-top. Tengo mi sombrero, mis gafas, mi chatitas nuevas…y no firmo autógrafos porque estoy de vacaciones, ¿ok?

De Saint Raphael a Saint Tropez
 

El barco parte a las 9:30 horas, pero, como llegó todo el contingente antes,  nos fuimos alrededor de las 9:05.
Vista de Saint Raphael

Nos espera un viaje de una hora, hasta llegar al Puerto de Saint Tropez.  Nos llevamos un bolso con algunas cosas de playa. Tal vez, encontremos una playa mejor y podamos disfrutar un rato.
Vista de Saint Raphael

Aunque, como es de esperar…yo me imagino una cosa y resulta que la realidad es bastante distinta.

Al llegar al puerto, nuestra atención se la llevan los yates de lujo. Son hermosos y también vimos unos barcos de “estilo” de principios del siglo XX.  No sé si son particulares o si se usan para hacer excursiones.
Los barcos de "estilo"

Los barcos de "estilo"
Saint Tropez

Y ahora, directo al casco histórico.  Como verán, las callecitas por acá son bastante angostas y hay bastante gente dando vueltas. ¿Por qué, en un día tan hermoso de calor hay gente mirando vidrieras?
Traté de buscar un lugar donde no haya tanta gente...¡para que se vean los edificios!

Llegamos hasta un monumento el de Pierre André de Suffren de Saint Tropez (17 de julio de 1729 - †8 de diciembre de 1788), almirante de la marina francesa, se hizo internacionalmente famoso por su exitosa campaña en el océano Índico contra la supremacía británica en la zona.
Pierre André de Suffren

Ahora, proseguimos hasta encontrarnos con los restos de lo que fue una fortificación. Allí, funciona el mercado de productos de mar.
Fortificación

Mercado de mariscos

Mercado de frutas y vegetales
 

El circuito turístico nos conduce hasta el Chateau Suffren, o sea, la casa del almirante francés de quien le conté hace un rato.
Chateau Suffren

 

El siguiente punto, es en la costa.  Hay restos de una fortificación del siglo XVI y también se cuenta que desde aquí, se divisaron 21 barcos españoles en el año 1637 y que fueron vencidos por la fuerza naval francesa.  Aunque cuando llegamos hasta el lugar, encontramos otra placa de reconocimiento a los caídos durante 1944.  Con tantos años a cuestas, hay lugar para las dos conmemoraciones.
Punto panorámico

Punto panorámico. Saint Tropez

Y ahora la playa… No me digan que con toda la plata que hay acá la gente “se sienta” en esto…porque no les creo. Aunque lo vea, no lo creo…
Saint Tropez

Germán me dice que hay “otras playas” más lindas, pero que se encuentran a 5 km de aquí. Y no vamos a caminar esta allá. No hacía falta semejante aclaración.

Llegamos hasta “La tour Vieille (1522) et la porte du revelen (1550)”  También de la época medieval. Aunque quizás saltó a la fama con la película de Brigitte Bardot llamada “Et Dieu créa la femme” ya que algunas escenas del film se tomaron en esta pequeña plaza.
La playa de la película de Brigitte


Pero lo que me ha encantado de la villa, es la cantidad de atelieres que hay. El arte está por todas partes y también las casas de dulces. Cuando veo estas cosas…sueño más de la cuenta. ¿Cómo sería tener un propio atelier en Saint Tropez?
Atelier de Saint Tropez

Confitería

Confitería. mmm

Bueno, dejemos tanto palabrerío a un lado. Ahora sí, con ustedes, la “puerta de la rebelión”
La puerta de la rebelión

Tan rebelados estábamos, que cruzamos la puerta y nos fuimos a almorzar al restaurant Le Bagatelle.  De postre, pedimos una Isla Flotante, que estaba riquísima. Aunque, el postre tradicional de por aquí es otro. Se llama Tarte Tropézienne
Restaurante Le Bagatelle

Isla flotante

El próximo punto turístico es La eglise Paroissiale. Una curiosidad es que su reloj solo puede verse desde tres lados, porque  no querían que el enemigo supiera la hora… Aunque la verdad (en el siguiente párrafo del folleto dice “the truth is…”) la torre estaba emplazada más cerca de la playa y el “cuarto lado” estaba muy expuesto al viento y otras inclemencias del clima, haciendo que se averiara con más frecuencia. La torre con el reloj, fue reconstruida en otro lugar (el que vemos nosotros ahora) en el siglo XVIII. Se puede ver la estatua de “Torpes cavalier” en la entrada de la iglesia. De ahí, el nombre Saint Tropez… se deformó un poquito.
Eglise Paroissiale

Reloj de Saint Tropez

Otra iglesia que está en nuestro circuito es La Chapelle de la Misericordie. Construida en el siglo XVII.
Chapelle de la Misericordie

Chapelle de la Misericordie

Estamos cansadísimos de caminar. Decidimos ir a descansar a una playa, que ciertamente no es de las mejores.  Aquí, el agua es MAS tranquila que en San Raphael.  Me dicen mis hijas que hay pececitos que les rozan las piernas y algunas plantas que crecen muy cerca de la orilla…

Yo, estoy en la playa a la sombra, porque son las 15 horas…
Les dejo esta foto, de una zapatería...

Me doy cuenta, que a pesar de toda la gente que hay en la villa, hay muy poca disfrutando del agua. Estoy frente a otro tipo de lugar de descanso. O tal vez, no conozca este estilo de vida. El que quiere gozar del agua, toma su yate y se va mar adentro (tampoco tan lejos) y se tira del trampolín. Pero en tierra, el descanso está en el shopping, en el restaurant y en caminar y seguir comprando… joyas, zapatos, artículos exclusivos y comer.  Además de pasear con sus perritos. Hay mucha gente, mucha gente que pasea con sus perros. Los lleva en cochecitos, en mochilas o a upa. Como están prohibidas las mascotas en la playa, está claro que no van allí. El día entero se dedican a otras cosas. A eso…que no conozco.

El barco nos espera para emprender el regreso a mi querido San Raphael (no se rían pero ya extrañaba mi pueblo más chiquito). Desde el mar, vemos la Citadelle del siglo XVII.  Allí, se encuentra el museo marítimo  y dicen, que es un punto panorámico espectacular. Yo lo apunto para la próxima vez.
Vista desde el barco de Saint Tropez

Vista desde el barco a la Citadelle

Al volver a San Raphael, fuimos a la confitería que está frente al hotel (en diagonal), se llama LA RAPHAELOISE.  Compramos pequeñas confituras para cenar. Con todo lo que almorzamos, no quedó lugar para nada más.
Ls confiteria

El descubrimiento de hoy, fue esa confitería. Con €10 podemos comer algo ligero los 4. Menos mal, porque ya no había ni bizcochuelo ni tarta de manzanas… Y  les presento a la Tarte Tropézienne. 
Tarte Tropézienne
 

El tercer día perfecto.

 
Vista desde nuestra habitación.

 

 

 

 


2 comentarios:

  1. Muy bello paseo, desde aquella vez que me hospedé en el hotel estilo Saint Tropez en Punta del Este, Uruguay, he querido conocer el sitio en el que se inspiraron para hacer tan magnífico hotel.

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    1. Gracias Pablo. A mí también me gustaría conocer Punta del Este, así puedo disfrutar de ese bello paisaje y por supuesto, recordar este viaje.

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