martes, 1 de octubre de 2013

Bonus track. ¿Quién les escribe?


Bonus track

1 de octubre de 2013

Como ustedes saben, los “Bonus track” contienen algún dato gracioso o menos alejado de la descripción del paisaje. A través de un comentario, me llegó la sugerencia de escribir más sobre mi parecer de las cosas…y así llevar el blog de visitas  a un estadio diferente: el lugar según yo, elevado al cuadrado.

Me pareció divertida la sugerencia y hasta se me ocurrió que podría ser una Colón o una Marco Polo del siglo XXI… De ahí a inventar un personaje que se ocupe de los bonus track hay un paso. Y lo curioso de estos dos viajeros, es que uno inspiró al otro…

En búsqueda de un nombre para el personaje, traté de inspirarme en los mencionados viajeros. Colón, es un sustantivo…y un masculino. Pensé en convertirlo en femenino…y llegué a Colonia. Pero Colonia, me suena a perfume, a Uruguay, a catedral…pero a ningún nombre de mujer.

Decidí “asociar” a Marco Polo…y me llevó a chomba, canchero, ¿ropa canchera para ir a la cancha? ¿Dije cancha? ¿Dije concha? ¿Y dónde queda la concha? ¡Pará! ¡Que hasta la lora llegamos…y yo quiero ir más lejos!

Nada bueno salió de mezclar a Colón (que no es paseo) y a Marco Polo (que no es VW). Debo buscar un viajero más actual,  uno intrépido, inteligente, profesional, lindo…real: ¡Indiana Jones! ¡Pero también es varón!

¡Qué lío! Porque si digo Jones, digo Bridget… y presiento que la tercera será terrible.

Esto de que todos los viajeros y exploradores sean hombres, es desalentador. El único nombre de  exploradora que me llega a la memoria es Dora, que es un dibujito.

Ahora no sólo debo buscar un nombre para la exploradora de los “Bonus track” sino también reivindicar a la mujer en esto de andar explorando lugares lejanos.

Voy a ser la Carrie Bradshaw de los viajes. La Lucille Ball de los papelones turísticos. La Barbie exploradora (versión menos estúpida y más gorda) de las tiendas… Voy a ser… ¡La Mafalda que muestra la opresión femenina en la vieja Europa! Seré la Scarlett  O’Hara que mandan a cagar y se recupera diciendo “mañana, será otro día”; seré la rosa que le rompe las pelotas al principito con el tengo frío, tengo calor, tengo sed, te extraño, andate, déjame sola, etc… Seré la teletubbie Laa Laa hablando en alemán… Seré la farolera que tropieza acá, allá, en todos lados…y no se enamora del coronel…más bien se compra zapatillas y se queja de las veredas.

Tantas mujeres conviven en la cabeza de una, que hacen difícil la elección de un nombre representativo de todas ellas. Aunque en medio de este revoltijo de personajes, recordé uno que inventé alguna vez, en esos días cuando la imaginación se enjaulaba y salía a hurtadillas a través de tipeos frenéticos a la Dra. Borges que atendía la consulta. 

Tengo el agrado de presentarles a: la Dra. Álvarez.

Este delirio  es mi homenaje a Álvarez y Borges, dos “asociadores” libres.  Y está dedicado a Marcela y a Ana María.

 

 

 

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