viernes, 20 de diciembre de 2013

Roma, Italia. Parte 2. Día 1.


Roma

27 de octubre de 2013

Continuamos nuestro camino por Via Nazionale y luego la via Firenze para llegar al Teatro dell’Opera. ¿Les hablo de la arquitectura y las cantidades de reformas que se hicieron acá? Mejor leerlo en el link de Wikipedia.
Teatro de la ópera.


Les puedo contar que al principio no me sorprendió demasiado, pero lo que sí me gustó o por lo menos me resultó mucho más familiar fue el nombre de la plaza en donde se encuentra el teatro: Piazza Beniamino Gigli.
Plaza Beniamino Gigli, y el teatro de la ópera.

A Beniamino, lo conozco por mi abuelo Tomás. Era su cantante lírico favorito y siempre hablaba de él cada vez que escuchábamos sus casetes de música italiana en su casa. A los 8 u 9 años no imaginaba o tampoco deseaba viajar a “su” Italia. Y hoy, me gustaría que estuviera vivo, para contarle hasta donde he llegado.

Dejando la nostalgia de lado, les cuento que en 2009, Beniamino Gigli fue elegido como el mejor tenor del siglo XX por los críticos españoles e italianos. Beniamino se murió en 1957… Puedo decir que mi abuelo tenía un muy buen gusto y fue un gran crítico aficionado de música lírica.


Volvemos a la via Nazionale para encontrarnos con la Chiesa di San Paolo (La Iglesia de San Pablo Intramuros o Iglesia Episcopal Americana de Roma) ubicada exactamente en el  16a. Para nuestra sorpresa cuando ingresamos, estaban celebrando la misa en inglés.  En estos enlaces que comparto a continuación,  se pueden encontrar horarios para la celebración  eucarística en español y también fechas de conciertos de música clásica para disfrutar.
Chiesa di San Paolo

El dato que resalto es que se trata de  la primera iglesia católica no romana construida dentro de los muros de Roma en 1873.
Interior de la Chiesa di San Paolo.



Por la misma calle (Via Nazionale, 194 B), también hallamos otra iglesia importante: Santi Vitale e Compagni martiri in Fovea. Su origen data del siglo IV y está dedicada a los santos y mártires originarios de Milán, hijos de San Vitale.   Por la antigüedad del edificio es fácil adivinar que la restauraron varias veces.
Santi Vitale e Compagni martiri in Fóvea.

La entrada tiene una inscripción y el escudo de armas del papa Sixto IV y puertas de madera tallada del siglo XVII.
Santi Vitale e Compagni martiri in Fóvea.
Santi Vitale e Compagni martiri in Fóvea.

El coro se apoya sobre dos columnas corintias… me parece que está bueno para ver las diferencias entre otras columnas que podamos ver más adelante. Por las dudas, tomemos nota.
Interior de Basilica di San Vitale.
 


A un lado de esta basílica, se encuentra el Palazzo delle Esposizione. Se trata de una galería de arte. Lo bueno de entrar a Wikipedia para averiguar sobre estos lugares, es que generalmente, también se encuentra allí la página oficial del palacio y así, nos informamos de la exhibición que en estos momentos puede estar abierta al público. Eso es muy valioso, para todos aquellos que estén planeando venir por aquí.  La página está en italiano e inglés.

Palazzo delle Esposizione.
 



Retomamos  nuestro paseo por la via S. Vitale hasta llegar a Via delle Quattro Fontane. Es un poco peligroso contemplar estas cuatro fuentes. Las veredas son muy angostas y los vehículos pasan a velocidades imprudentes. Si bien hay un semáforo, hay que estar atento.
Juno, una de las cuatro fuentes. Vean que las veredas son angostas.
 

Río Tíber, una de las cuatro fuentes.

Casi sin darme cuenta, pasamos por otra iglesia conocida como San Carlino (su nombre completo es San Carlos de las cuatro fuentes).  Está a continuación de las Quattro Fontane.
Río Arno (una de las cuatro fuentes) e iglesia San Carlos de las cuatro fuentes. De tanto ver por donde uno va, puede perderse esta iglesia.


San Carlino

“El proyecto fue un encargo del papa Sixto V, dentro del proyecto de expansión urbanística de la ciudad entre 1588 y 1593. Las figuras, todas diferentes, se agrupan en pares, dos masculinas con barba, alegorías de los ríos Tíber y Arno, que se enfrentan a dos mujeres, que representan las diosas Diana y Juno. Los dos primeros simbolizan a las ciudades de Roma y Florencia, mientras que las de Diana y Juno, simbolizan respectivamente la lealtad y la fortaleza”.
Río Tíber.

Río Arno, Quattro Fontane.



Continuamos por la via del Quirinale (nombre de la colina, si recuerdan el relato anterior) para llegar y pasar por los Giardini del Quirinale y subir, finalmente, hasta la dichosa loma. Allí, se encuentra el Palazzo Quirinale. Por si a alguien le queda alguna duda de donde se halla… todo tiene el mismo nombre.
Giardini del Quirinale.

Linda vista tenemos de Roma desde aquí. Antes de ingresar al palacio, vemos otro edificio ubicado en diagonal al mismo: el Palazzo della Consulta. Es la sede de la corte suprema  italiana.
Techos de Roma

Vista desde la colina Quirinale.

Palazzo della Consulta.


Entramos al Palazzo Quirinale, es la residencia oficial del presidente de la República de Italia.  Una parte, ofrece visitas al público. Los menores de 14 años gozan de la entrada gratuita, y también los mayores de 65. Nosotros (los discriminados… ja ja ja), pagamos €5 cada uno. Lamentablemente no podemos fotografiar su interior. Aunque puedo decirles que también eran admiradores de los reyes franceses, por lo menos en sus gustos y preferencias de decoración.

 
Piazza Quirinale
 
Interior del Palazzo Quirinale.





Ya es mediodía, iremos en busca de algún lugar para almorzar. Tomaremos la calle escalonada (pegada al palacio) llamada V. D. Scalone y… en el próximo capítulo, sobreviene la tragedia…
V. D. Scalone.

 

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