martes, 27 de noviembre de 2012

Metz, Francia

Metz
22 de julio de 2012
Después de nuestra primera excursión en Alemania, decidimos pasar gran parte del domingo en un país vecino.  Ese domingo, nos fuimos a Metz, Francia.

Desde las primeras torres distinguidas en la distancia, se pudiera adivinar que nos esperaba una ciudad preciosa.  Como será parte de nuestra rutina, primero buscamos un estacionamiento para el coche.  Y ya resuelto ese trámite, nos dispusimos a disfrutar del sin fin de fuentes, estatuas, plazas y vistas.

Metz se encuentra ubicada sobre el río Mosela.  Al principio, sacamos fotos de camino a la catedral.  Nos encontramos con unas ruinas donde se puede acceder y sacar unas fotos panorámicas desde la torre. Desde allí, vemos tres cúpulas de diferentes iglesias.
Aunque mientras nos acercamos por la orilla del río, pudimos sacarle fotos a la iglesia Temple Neuf, los cisnes le dieron el marco bellísimo a este edificio construido en un islote.  Continuamos nuestro camino, y logramos lindas fotos con esta iglesia por detrás.  Nuestras hijas, se sacaron fotos en un puente adornado con maceteros floridos.  

Quizás, a esta altura…pudiera concluir con algunas diferencias entre Alemania y Francia.  En primer lugar, hay algunos escombros desprendidos en las aceras, y cada tanto hay que mirar el piso (tarea difícil, sobre todo cuando lo que hay encima de nuestras cabezas es más interesante) y el tema del idioma: todos los mapas y pasajes turísticos están en francés.   En Alemania, las veredas están enteras, y muchas explicaciones se encuentran disponibles en inglés, como segundo idioma.  Dicho esto, me gané un lindo golpe y raspón en la pierna producto de un bloque de cemento que estaba en la vereda… por andar mirando un paisaje increíble.  Y un doctorado en puteadas, eso sí todas en castellano.
Proseguimos caminando hacia el centro de la ciudad, para encontrarnos con la Cathédrale Saint-Etienne de Metz.  Entramos, en el momento de la misa.  Sus cuadros e imágenes, son conmovedores.  Quizás, para los que no somos tan practicantes… o seguidores de la iglesia, quisiera explicar el tema de la emoción, no tanto desde lo espiritual sino desde la historia del hombre en sí misma.  Había cosas, de cientos de años en ese lugar.  Lo que conmueve, o por lo menos a mí, es la conservación de tanto trabajo humano.  Tiene, entre otros números, 123 metros de largo y 42 de altura.  Se la puede observar desde casi cualquier punto de la ciudad.  Y para coronar la experiencia, había una máquina de monedas de la ciudad que me convirtió en dueña de ¡mi segunda moneda de colección!



Salimos de la Catedral por un lateral y nos encontramos en la plaza de armas con palmeras haciendo de antesala al Hôtel de Ville y la oficina de turismo (abierta) donde compramos unas postales.

Asidos de un mapa, nos adentramos un poco más en la ciudad.  Entre callecitas empedradas y viejas.
Llegamos hasta la “Place Jeanne d’Arc” donde, según la información del lugar y nuestro pobre francés, nos indica que Juana de Arco anduvo por estos lugares bajo otro nombre por un tiempo.  Hacia un lateral, nos encontramos con otra iglesia: “Eglise Ste-Ségolène”. Nos sacamos algunas fotos en la plaza y a la iglesia.
Eglise Ste-Ségolène



Volvimos al Mosela, esta vez para cruzarlo. Paseamos entre jardines de cierta simetría y comprobamos lo de la Catedral, ya que también está como fondo de algunas fotos en esta margen del río.
Y también, hay paisajes que son la antesala de lo que espero, sea Venecia en algún momento.  Se ven restaurants con sus ventanas y balcones a la misma altura del río.  Los geranios y malvones recuperan su jerarquía y le dan a la vista, las manchas de vida que necesitan esos muros gastados.

Nosotros, estamos en la “Place de la Comediè” donde había un “jardín efímero” (es decir, de muchas flores de estación) formando figuras geométricas.  Pero, quizás es un poco dificultoso de apreciar porque habría que verlo desde arriba… Igual, las plantas y flores estaban lindas.
Place de la Comediè”

Desde el islote, sacamos más fotos al “Temple Neuf” y luego caminamos hacia unas ruinas de una iglesia luterana “Anc Temple de Garnison” (construida entre 1875 y 1881 por un arquitecto alemán) que luego de un incendio ocurrido en 1946 (y también ya había sufrido bombardeos durante la 2° Guerra Mundial),  lo único que se pudo conservar es su torre.  Lo loco, es que desde el islote, pareciera que podría ser un edificio tremendamente grande y espectacular… y es un poco desilusionante encontrarse sólo con la torre… una pena.
“Anc Temple de Garnison”

Y ya eran pasadas las 13.30 horas, es tiempo de buscar el almuerzo. Y no es conveniente llegar al punto de “famélicus-famélicus” para buscar un lugar y sentarse a almorzar.  La razón es que en Metz (no vamos a generalizar y decir que en toda Francia), el tiempo pasa más lentamente.  Por lo tanto, las pizzas que pedimos… tardan más de lo habitual, y definitivamente hay que pedir café (cosa que no hicimos pero aprendí para la próxima) mientras esperas el postre, porque si no entre un plato y otro se hace interminable.  Con decir que nos trajeron una botella de agua (cortesía) mientras esperábamos los helados, la “crême brulé”  y la “fondant”.  Todo estaba riquísimo y… ¡¡chiquitísimo!! Igual nos vino bien ya  que todavía teníamos mucho por recorrer.

A las tres de la tarde, según el reloj de sol, continuamos nuestro camino y nos encontramos con otra iglesia, en este caso católica  llamada “Eglise St-Eucaire”.  Construida en el siglo XII y retocada en los siglos XIV y XV.
Eglise St-Eucaire”. 

Y luego terminamos en una fortificación con fosas llamada “Porte des Allemands”, como indica su nombre…si había que entrar, era por ahí.  Nos encontramos con fosas muy profundas, en algunas partes secas y hasta crecen árboles dentro.  En otras partes, se puede pasar por debajo de la fortificación con cayacs.  De todo lo que vi, esto ya tiene más pinta de castillo de cuentos, de esos que dibujaba de chica.  Por supuesto, que esto es lo que quedó de esa fortificación de 7 km de largo. Y hay muchas construcciones que están diseñadas por arquitectos alemanes, porque esta región cambió de manos varias veces.
“Porte des Allemands”


“Porte des Allemands”

Seguimos nuestro recorrido, y pasamos por el “Centre Pompidou-Metz”  entiendo que es un galería de arte moderno. Debajo del techo blanco, hay un trabajo de maderas prensadas que toman formas onduladas, revistiendo las columnas de metal y adornando la parte interna del techo.  Sólo pasamos por fuera, debido a razones que no vale la pena explicar.  Aunque para esta altura, estábamos exhaustos.
“Centre Pompidou-Metz”

Sin embargo, de las maravillas no estábamos cansados y así nos quedamos al ver la estación de trenes TGV: maravillados.    A esta ciudad, le debemos una segunda visita ya que en muchas partes estaban realizando obras de pavimentación y quizás no se pueden apreciar los edificios como uno quisiera.  En esta estación parten trenes de alta velocidad a, por ejemplo, París…

Cruzamos la estación de trenes y nos dirigimos a la “Ville impériale”… edificios de cientos de años… pobre gente, no tiene plata para vivir en casas nuevas, sólo se limitan a arreglar los jardines para que no queden tan mal… decencia ante todo.
“Ville impériale”

Llegamos a la “Place R. Mondon” y nos encontramos con una fuente espectacular y unas lavandas preciosas.  Entre otras cosas… no sabía que Metz es la ciudad del “cono vial” como se puede apreciar en la fotografía.   Es eso, o se cansaron de que los conductores desprevenidos se coman la rotonda!
“Place R. Mondon”

Luego de salir de la rotonda, llegamos a la “Porte Serpenoise” construida en el siglo XIII y cerca de allí, también el monumento a los caídos en guerras.

Este circuito, está conectado por una serie de espacios verdes y uno va viendo esculturas en sus jardines, de diferentes materiales.  En este caso metal. 

Finalmente, llegamos al “Palais du Gouverneur”.
Cerca de allí, nos encontramos con “Chapelle des Templiers” y finalmente llegamos al “Arsenal” hoy convertido en una galería de arte y ese día exhibían en forma gratuita, fotografías de la ciudad y los alrededores realizadas por artistas de la región.  Y por supuesto…la tienda de suvenires… ¡¡Decir que no tenía un mango!! 
“Chapelle des Templiers”

Detrás del Arsenal, se encuentra la “Place de la République” otra vez, nos encontramos con muestras del jardín francés y sus formas simétricas.
“Place de la République”
“Place de la République”



“Place de la République”

Es un día hermoso de libertad, igualdad y fraternidad. 
Casi sin piernas, nos fuimos al estacionamiento.









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