miércoles, 24 de julio de 2013

Milán, Italia. Parte 1/2.


Milán

6 de julio de 2013

Les voy a contar un cuento…un chiste que hacen sobre los argentinos.  Dice así: "Los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos descienden de los incas y los argentinos descienden de los barcos".

Para los que no saben, este chiste (como todos los chistes y los eslóganes de los que ya les conté antes) tiene algo de verdadero. Ciertamente, buena parte de la población de argentina tiene algún pariente italiano o español que emigró a nuestro país por varias razones, dependiendo del contexto histórico en que se produjeron los grandes movimientos de poblaciones.

El siguiente viaje, es muy especial ya que mis suegros se suman a nuestras excursiones. Estas vivencias se desarrollarán entre el 6 de julio y el 12 de julio de 2013, en Italia. Disfrutaremos de cuatro ciudades hermosas y de una de ellas, iremos a la búsqueda de un pedacito de historia de mi esposo, mis hijas y mi suegra, Mirta.  Muchos argentinos viajan a Italia, no sólo por su belleza indiscutida, sino también en la búsqueda de los rastros de los antepasados. Y es la necesidad de comprobar por sus propios ojos, esas historias y anécdotas contadas con tanta añoranza y pasión.  No se trata de una cuestión de fe…porque aquí se quiere corroborar con todos los sentidos las palabras de los abuelos. Sin embargo, es una de las  necesidades más elementales del ser humano: saber de dónde viene…



Nuestra primera parada será Milán. Hicimos cientos y cientos de kilómetros en auto, atravesando montañas de Suiza y cruzando uno de los túneles de carretera más largo de los Alpes, el  San Gotardo, con sus 16,918 metros de longitud es una maravilla que facilita las cosas desde 1980. Un rato más tarde,  llegamos a la bella Milán. Nos alojamos en el hotel Demó…al que le  dedicaré algunas líneas más adelante.
"Fotos desde el auto" Por las rutas suizas, esperando ingresar al túnel

"Fotos desde el auto" Por las rutas suizas, esperando ingresar al túnel.
Apenas llegamos, nos tomamos el subte y me sorprendió lo limpio y reluciente del piso. Estamos en la estación de subte Sondrio y de allí, viajamos  en la estación Duomo. Son pocas paradas.

Llegamos a la plaza del Duomo  y la Catedral de Milán nos recibe imponente. Mirta, no puede contener las lágrimas. Mis suegros son personas muy creyentes.  El bueno ver a la gente emocionada. Yo esto admirada por ese edificio tan impresionante.
El Duomo de Milán.

El Duomo de Milán.

En la plaza, se encuentra una estatua ecuestre de Vittorio Emanuele II, primer rey de Italia que se ocupó de la unificación del país.  Y también vemos la Galería Emanuele II construida entre 1865 y 1877. Vamos a entrar a la galería porque quiero mirar las vidrieras.
Vittorio Emanuelle II

La Galería Emanuele II

La Galería Emanuele II

En el centro del elegante shopping, hay una novia. Está preciosa y todo el mundo saca fotos.  En los mosaicos de la Galería, se encuentra el escudo de la ciudad.
La novia.

El escudo de Milán.

En el otro extremo de la Galería, salimos a la Piazza della Scala. Ahí vemos la estatua de Leonardo Da’Vinci, la ópera de Milán, el Palazzo Marino y la Banca comercial italiana.
En la Piazza della Scala, estatua de Leonardo Da'Vinci.
Ópera de Milán.
Palazzo Marino
Banca comercial italiana

Volvimos a la galería Emanuelle II para cenar. Vimos que el precio de los platos no es diferente de las propuestas que se pueden encontrar en otros restaurantes de la ciudad. El restaurante se llama “Il Saltto di Milano”.

Después,  una limusina en otra de las entradas… Estrellita, sacó fotos. Y también probamos un “gelato” y son muy ricos.
La limusina blanca

El gelato. Riquísimo

Volvemos a la plaza del Duomo, vemos una estatua sobre la aguja mayor de la catedral se llama La Madonnina es una estatua de Giuseppe Perego de cobre dorado que representa a la Virgen Asunta, remonta al 1774  y desde ese tiempo, se transformó en el símbolo de Milán.
La Madonnina

A nosotros, solo nos queda esperar para ver el atardecer. Fue un día muy largo y lo que falta ver mañana promete mucha caminata. Debemos volver y descansar.

 
Atardecer en Milán

Atardecer en Milán.

 

 




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