domingo, 28 de julio de 2013

Alessandria y Castellazzo Bormida, Italia. Parte 2/2


Alessandria y Castellazzo Bormida

9 de julio de 2013

 

Castellazzo Bormida

Hoy no nos levantamos tan temprano. El palacio municipal abre a las 10 de la mañana, así que no hizo falta tanto sacrificio.  El desayuno en el hotel Europa es bárbaro. Las frutas frescas saben delicioso y el espacio entre las sillas es más que adecuado.  Partimos de allí, para llegar 15 minutos antes de la apertura del palacio municipal.
En un estacionamiento de Castellazzo, muy cerca del Palacio municipal

Yo, siempre estuve acostumbrada a que este tipo de oficinas estén repletas de gente. Es extraño, subir escaleras y no ver a ninguna persona.
El palacio municipal

Interior del Palacio municipal

Casi por intuición, nos dirigimos a unos mostradores y esperamos un rato,  porque una persona llegó antes que nosotros.  Uno, realmente viene con muchas ideas preconcebidas…algunas generadas de la experiencia propia, y otras generadas por la misma violencia social que uno vio a lo largo de tantas realidades de oficinas públicas de otros países… Entonces, tratando de no alentar falsas expectativas pero tampoco de desanimar a nadie (después de todo uno hizo mucho esfuerzo en llegar hasta acá), esperé a que mi suegra (emociones e idioma extranjero a cuestas) pudiera explicarle al empleado municipal la razón de nuestra visita.  Uno puede pensar ¿le importará un poco a este señor toda la historia familiar  de mi familia? ¿Terminaremos a los gritos, como uno imagina que finalizan casi todas las conversaciones en este país?

Para sorpresa (mía), el señor la escuchó con mucha atención. Y cómo será la suerte, que hasta sabía hablar español. Entonces, nos ayudó aportando alguna información de familiares lejanos.  Yo no sé, si en todas las comunas son así de amables…sólo puedo hablar de lo que nos pasó a nosotros.

Con la dirección en mano, fuimos en la búsqueda…a pocas cuadras de allí.  En un edificio, hicimos nuestra primera presentación. Nos atendió una señora, y nos explicó dónde se halla la casa (¿original? ¿Familiar?). Por lo que entendí, o mejor dicho, lo que me explicó mi suegra, es que ellos son parientes aún más lejanos. Debemos ir a la otra dirección.

Llegamos a una casa que, según Mirta (mi suegra) es muy parecida a las descripciones que le hacía su abuelo.  Casi no quedaban dudas. Aprovechamos para sacar unas cuantas fotos…aunque todavía estábamos juntando valor para tocar el timbre…el perro con sus ladridos nos hizo el favor y la dueña de casa abrió el portón antes que tuviéramos la oportunidad de hacerlo sonar. 
La casa de la familia

Yo no sé nada de genética…pero casi tuve una clase práctica ese día. La señora en cuestión, es la viuda de algún primo lejano de Mirta. Y les puedo decir, que hasta usan el mismo delineador de ojos… Yo no podía creer…es como si en la zona, solo hubiera mujeres así. Como si todas tuvieran un lunar igual en el brazo, o mancha de nacimiento distintiva… ¡Qué sé yo! En medio de sonrisas y algunas lágrimas…yo estaba un poco preocupada de que  no se lleve un susto o algo la señora Franca (se las presento) por tamaña sorpresa, una mañana de verano que parecía tan normal.

Enseguida nos invitó al patio y trajo fotos para conversar y hallar al familiar en común. Ahí nos enteramos de su viudez, casi de dos años. También nos presentó a uno de sus nietos. Y la charla fue amena y cálida. Parece que hubieran conversado durante toda su vida. Y como Franca quería que conociéramos a sus dos hijas y nietos, quedamos en volver a las 19,30 horas para ir a cenar unas pizzas a un lugar que conocen ellos. No nos queda más que hoy, debemos aprovecharlo bien.
El jardín con sus árboles frutales.

Nos fuimos de allí más que felices. Tomamos un refrigerio en una confitería de Castellazzo Bormida. El lugar se llama Confitería Laguzzi.  Y luego, sacamos fotos a otros sitios turísticos o históricos como por ejemplo, La torre del reloj.
La torre del reloj

La torre del reloj
 

También pasamos por una iglesia llamada Confraternita di San Sebastiano y otra más, que se encuentra en la entrada del pueblo. Se llama Santuario della Beata Vergine della Madonina.  Nos despedimos de la familia, hasta la noche.





Confraternita di San Sebastiano


Santuario della Beata Vergine della Madonina

Alessandria

A pesar del calor, Germán y yo fuimos a pasear por Alassandria. Los demás, intentaron reponer fuerzas para volver a la noche.
Paseando por Alessandria

Empezamos por la Piazzetta Santa Lucía y volvimos a pasar por la Piazzetta della Lega Lombarda. De ahí,  hasta la Piazza Libertà.
Piazzetta Santa Lucía

Piazzeta della Lega Lombarda

Allí podemos ver el Pallazzo comunale y  el Palazzo Ghilini. Cuando llegamos a la esquina de la plaza, vemos hacia un costado, la cámara del trabajo.
Pallazzo  comunale

Palazzo Ghilini
Cámara del trabajo.

Continuamos nuestro camino en busca de la Catedral.  Antes, pasamos por el Palazzo Cuttica (es un museo).
Campanario de la catedral

Palazzo  Cuttica

Llegamos a la Catedral y nos encontramos con algunas cosas en la piazzetta.  Primero, un monumento dedicado a Gagliaudo, un campesino que, según la leyenda, se le atribuye haber salvado a la ciudad del asedio de Barbarroja en el año 1174.  ¿Cómo fue eso? Pues bien, rápidamente les cuento. Alessandria estaba sitiada por el ejército de Barbarroja. Entonces, Gagliaudo toma su vaca y le da de comer cereal, que en ese momento era muy valioso porque se estaba pasando mucha hambre. Sale con su vaca de la ciudad y se deja capturar por el ejército de Barbarroja. Por supuesto, la vaca es sacrificada para alimentar al ejército. Pero les llama la atención que, en el estómago del animal hubieran cereales. Entonces, Barbarroja ordena interrogar al campesino quien contesta que en su ciudad, abundan los alimentos y por eso, se los dan a las vacas…porque no tienen donde guardarlo. Barbarroja, le creyó… y pensando que  tomar la ciudad pudiera tardar varios meses, decidió retirarse.
Catedral de Alessandria

Monumento a Gagliaudo

Linda leyenda. Todas las ciudades tienen alguna.

También encontramos un bajorrelieve perteneciente al bisel de la puerta de la Torre cívica. No me queda claro si trasladaron el bajorrelieve o si eso, era la Torre cívica.
Bajorrelieve de la torre cívica

Y por último, una columna de granito, perteneciente a la iglesia (Chiesa) San Siro la cual, no existe más.
Columna de granito

Retomamos la calle y encontramos otra iglesia más. En este caso es San Giacomo della Victoria.

Chiesa San Giacomo della Victoria.
 

Llegamos a la Piazzetta Guglielmo Marconi. Y estamos  a pocos metros de la Piazza G. Garibaldi. Nos detuvimos un rato a sacar fotos desde el gran estacionamiento que hay allí. Pero debimos apurarnos, ya que hace mucho calor. Ese estacionamiento es puro asfalto y no hay árboles.
Piazzetta Guglielmo Marconi

Piazza G. Garibaldi

Piazza G. Garibaldi

Retornamos al hotel, por una peatonal. Se llama Corso Roma. Allí, hay otra iglesia llamada S Giovannino. Y ya no nos queda mucho más por ver (a nosotros…porque en realidad, hay más cosas). Vamos a refrescarnos y descansar para la noche.

 
Chiesa S. Giovannino
 
Por las calles de Alessandria.


 

Castellazzo Bormida

Este relato, llega a su fin. Porque todo lo demás queda en familia. Más tarde nos reunimos y conocimos a las hijas de Franca y a sus hijos. Luego, viajamos hasta, lo que yo creo que es Silvano d’Orba, un pueblo cercano a Ovada al sur de Alessandria. Allí, hay una pizzería donde se cena muy bien…y mucho.  Pero no sé de qué me sorprendo.

La cena se termina, nuestra visita también. Mis suegros están muy emocionados y las palabras sobran.

 
En algún lugar, en dirección a Ovada.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario