viernes, 1 de febrero de 2013

Fin de año 2012


Fin de año 2012 en Saarbrücken

 

Luego de una muy apacible Navidad, continuamos celebrando.  Seguimos maravillados con el tema del silencio durante las noches.  No hay ni una cañita al aire desubicada.  Yo pensaba… ¿ni un solo transgresor existirá en esta bendita parte del mundo?
Mesa de fin de año

El 31 de diciembre se despejaron mis dudas en el supermercado.  Además de año nuevo por venir, nuevas “aventuras” están por acontecer. Nos preparamos para volver a ser “ciudadanos de a pie” ya que la licencia para conducir internacional de mi esposo vencerá el próximo 02 de enero de 2013. Ante esta nueva circunstancia, nos obligamos a concurrir al supermercado para comprar algunos víveres  y así, evitar las compras diarias en el almacén de la esquina de nuestra casa, que es más caro.
El fanal rojo, también lo adquirimos en el mercado de Núremberg.

Mientras mi esposo iba a buscar un carrito de supermercado, yo decidí ir a buscar más chocolates en las góndolas especiales que se habían preparado antes de Navidad. ¿Y qué encontré? Nada de eso.  Ni un mísero chocolate, ni galleta, ni esfera de navidad, ni pan dulce… En lugar de comida, había mucha pirotecnia. Cañitas, silbidos, estrellitas,  bengalas de diferentes tamaños y colores.  Desde 10 euros hasta 100 euros (eso ya es una caja con un juego de  artificio de duración variada, depende del precio) lo que quisieran.  La gente…llevaba a montones, como si fueran chocolates. 
Estos son los chocolates que elegimos para dar la bienvenida al 2013

Me quedé esperando a mi esposo, y sobre todo esperando verle la cara cuando viera semejante polvorín. Ya que a él sí le gustan estas cosas.

Estuve un rato al costado de las góndolas explosivas, hasta que Germán se decidió por un juego de luces de un minuto de duración.  Para mí, estas cosas son chino básico… Me gusta ver las luces en el cielo, pero no me gusta manipular pirotecnia porque no me considero apta para esas cosas.

Sin aflojar ni un poco, después fuimos a buscar chocolates… Aunque nos quedó rondando en la cabeza, una pregunta ¿Cómo fue posible que no viéramos la pirotecnia la vez anterior que estuvimos en el supermercado? Con tanta gente alrededor, hubiera sido imposible no verla.  La respuesta llegó unos días después, cuando los compañeros de trabajo de Germán le dijeron que sólo se puede vender pirotecnia unos días antes del 31 de diciembre.  Después o antes está prohibido. 

¡Ahora sí! ¿80 millones de habitantes y todos se van a portar bien? Naaaaaaaaaa, a Estrellita naaaaaaa.

Nuestra cena, transcurrió de lo más normal.  Por precaución, nos informamos previamente, dónde se pueden encender los dichosos fuegos. Nos explicaron que usualmente es en las calles o si estamos en el centro, se realiza en las plazas. Es así, como a las 00.05 nos dirigimos a la avenida principal más cercana a nuestro departamento para observar qué pólvora colorida compramos.
Mirando los fuegos artificiales.

El espectáculo a nuestro alrededor era impresionante. No importaba la dirección  a donde mirásemos en el cielo, las luces de colores aparecían por todos lados.
Noche de Año Nuevo.

Otra cosa inusual fue el detalle del brindis… Observamos que algunos vecinos salen con sus copas de champán y brindan en la vereda con otros vecinos…y van caminando hasta la casa de otro y de paso brindan con cualquiera que pase… 
Noche de Año Nuevo.

Nos pareció muy simpático el gesto. No sé si nosotros habremos parecido antipáticos…ya que no llevábamos copas de champán para brindar…apenas los fósforos.

¿Y en dónde dejo toda la basura ocasionada por los festejos? No se preocupe vecino, deje sus cartones, cañitas usadas, copas de plástico rajadas, estrellitas quemadas y serpentinas inútiles en el cordón de la calle, que la empresa recolectora de basura se ocupará de recoger todo eso el 2 de enero.  Por lo pronto, nosotros no contábamos con ese dato…

De más está decir que nos llevamos la caja quemada de vuelta a nuestro hogar.  Nosotros…extranjeros responsables… ¡Qué digo! Responsabilísimos no íbamos a dejar esa suciedad en la vereda…

Cada tanto, paso por el rincón de la casa donde depositamos nuestra caja pirotécnica…quemada…agradeciendo la posibilidad de  celebrar el próximo fin de 2013 en Alemania ¡y así sacarme esa porquería de encima!

 

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