viernes, 6 de junio de 2014

Kioto, Japón. Parte 06.


Japón 06

19 de abril de 2014

Tomamos el Hikari Express hasta Kioto. Hicimos combinaciones con el subte hasta llegar al Hotel Ana Crowne Plaza. ¡Es la primera vez que me recibe la valija un botones! ¡Qué emoción!
http://www.anacpkyoto.com/ 

El hotel es precioso, tiene un hall y varios restaurantes en la planta baja y subsuelo.  Incluso, tiene salones para celebrar una boda, por ejemplo.  Parece que está de moda celebrar casamientos al estilo occidental. Hay publicidad de novias (la novia es de rasgos occidentales) con el vestido blanco y también hay un pequeño altar que se arma para la ocasión. Todo está bien mostrado en el canal exclusivo del hotel.

Habitación del Hotel Ana Crowne Plaza.

La mesita de luz, viene con una linterna. Eso es original.
Llegamos pasado el mediodía, estamos un poquito atrasados. Hoy será un día cortito. Casi frente al hotel, está la parada de colectivo que nos llevará hasta el templo que veremos en un rato.

Antes de ingresar, buscamos un lugar para almorzar, pero se dificultó nuestra búsqueda.  Sucede que no hay muchas opciones cerca del templo. Casi de casualidad, encontramos un pequeñísimo restaurant en una esquina. Se sube una escalera… Nosotros nos dimos cuenta porque, vimos un cartel en la vereda –en principio parecía un menú- y porque la gente abría la puerta con la actitud de ingresar a un comercio… Les describo esto, porque si vieran la puerta, el restaurant o la esquina… capaz ni se dan cuenta, que arriba funciona un lugar de minutas.

Lugar que atienden 2 mujeres con mucha simpatía y… que no paran de trabajar. Eso significa, que los platos, tardaron bastante en llegar. ¡Y yo pedí un waffles con  un café!

La primera visita fue al Templo Rokuon-ji, más conocido como “Templo Dorado”. Es un templo budista zen, pertenece a la escuela Rinzai (ya lo habíamos nombrado esta escuela, de origen chino)


Templo Rokuon-ji. Templo Dorado.
Esta zona era originalmente el sitio de una villa llamada Kitayama-dai y fue propiedad de un hombre de Estado, Saionji Kintsune. Ashikaga Yoshimitsu, el tercer shogun del periodo Muromachi, se enamoró de la zona y lo adquirió de la familia Saionji en 1397. Entonces, construyó su propia casa, a la que llamó Kitayama-den.

Templo Rokuon-ji. El templo dorado, con el efecto amarillo de la cámara.
Los jardines y construcciones, con el templo dorado en el centro, se dice que representa la tierra pura de Buda, en este mundo. La villa también funcionaba como una casa oficial de huéspedes, para darles la bienvenida al Emperador Gokamatsu (padre del maestro zen Ikkyu) y otros miembros de la nobleza. El comercio con China, prosperó mucho durante el período Marumachi, y la villa se enriqueció y se transformó en el corazón de lo que hoy conocemos como la cultura de Kitayama.

Esta minicascada, está señalada en el mapa del templo. Se llama The Ryumon Taki
Después de la muerte de Yoshimitsu, y de acuerdo con su voluntad,  la villa se convirtió en un templo gracias al sacerdote Muso-kokushi, quien se convirtió en su primer abad. El nombre del templo fue Rokuon-ji que deriva del nombre de Yoshimitsu que fue dado para pasar el próximo mundo, Rokuon-in-den.

The Sekka-tei (Casa de Té). Templo Rokuon-ji
En 1994, el templo Rokuon-ji fue registrado como un patrimonio mundial de la humanidad.

Fudo-do. Templo de la imagen de Buda, en el Templo Rokuon-Ji
Ahora, resulta que hace frío… En realidad no estaba “tan” caluroso cuando salimos y eso, hizo que dejáramos nuestros abrigos en el hotel. No hay mucha solución, más que la de volverse. Pero esa solución no está dentro de nuestras opciones.

Estamos en el tren regional, camino a la Estación de Arahiyama

Esta máquina, cambia los billetes por monedas, para pagar cuando uno baja.
Estación de Arahiyama


 
 
Las chicas quieren ver un bosque de bambú. Así que, subimos a un tren regional y nos dirigimos hasta la Estación de Arahiyama. Allí, hay una decoración que alude a las cañas de bambú, con luces y papeles decorativos que ha quedado muy original.
Estación de Arahiyama.
 

Desde la estación de Arahiyama, debemos caminar una  6 o 7 cuadras. También compramos un dulce, que parece ser tradicional, aunque a mí no me ha gustado, a mi esposo y mis hijas sí. Dicen que es muy rico.
Comercio de dulces y pastelería.

El dulce que les gustó a mi esposo y a mis hijas.
 

Al llegar al bosque de bambú, me di cuenta que, más que bosque es un paseo. Las callecitas están asfaltadas y se cruzan algunos cables de energía. Aunque sigue siendo placentero mirar lo alto que llegan esas cañas…

Paseo de bambú.

Paseo de bambú.
Bueno… el frío está ganando la batalla. Es hora de volver al hotel.


Tienda de pavaditas, cerca de la Estación de Arahiyama. Imaginen... esto me encantó.

 

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