jueves, 6 de junio de 2013

Schloss Hohenschwangau, Baviera, Alemania


Schloss Hohenschwangau, Baviera, Alemania

30 de mayo de 2013

 

Estamos ante un fin de semana largo, de cuatro días.  Es por eso, que con la primavera en el almanaque mas no en la realidad que acontece, decidimos volver al sur de Alemania (a Baviera) ya que nos quedaron pendientes (entre muchos sitios) unas visitas al castillo Hohenschwangau. 

Este castillo, lo vimos por fuera durante nuestra visita a Múnich cuando fuimos de excursión y conocimos el Schloss Neuschwanstein y Linderhof.  Esta vez sin tour, nos hospedamos en un hotel cercano para ir a visitarlo el mismo jueves por la mañana.

Recapitulando, estamos hospedados en el Gasthof “Bei Weirich”,  en Schwangau-Horn y desde mi ventana del hotel (árbol mediante) se ve Neuschwanstein.
Qué lindo árbol...y el Neuschwanstein atrás.
 
Esto de “planificar” todo tiene sus ventajas…aunque hay algo con lo que no se contaba: el mal clima. Resulta ser, que estamos ante una de las más feas primaveras en muchos años. Y nosotros, tenemos el privilegio, ¡qué digo, el honor de presenciarlo!  Con decir, que en pleno mayo cayó nieve.  Y se prevén lluvias para todo el fin de semana. 

Hohenschwangau

Con el cielo gris (recontra gris) nos vamos a pasear igual…hay que aprovechar hasta donde se pueda.

Hohenschwangau
Este castillo es con visita guiada, por lo tanto, debemos esperar hasta las 10.30 horas para iniciar el recorrido.  Mientras, paseamos y vemos diferentes edificios, entre ellos el  Museo de los Reyes Bávaros.  Aunque nuestra atención se centra en el lago que se encuentra a continuación.

Museo de los reyes bávaros
El lago
 
Ahora sí, es hora de ir al castillo. Tomamos uno de los senderos que nos conducen hasta la entrada. Durante la visita, nos comentan que fue una fortaleza que data del siglo XII, y que en el 1800 fue restaurada por el rey Maximiliano de Baviera, padre de Ludwig II (el futuro rey del cual les conté cuando visitamos Múnich).

El sendero
Era considerado como un castillo de verano, donde la familia real pasaba sus temporadas. El rey Maximiliano, su esposa María y sus dos hijos Ludwig y Otto.

pavada de fuente... en Hohenschwangau
En este castillo, el príncipe Ludwig II pasó gran parte de su adolescencia y también desde aquí (una vez ya convertido en rey) podía controlar los avances de la construcción de su propio castillo, Neuschwanstein.  Hay un dormitorio que cuenta con un catalejo dirigido al otro castillo.

Vistas desde Hohenschwangau
Entre tantas habitaciones bellas, tengo que reconocer el buen gusto de los reyes bávaros.

Cuando salimos, la lluvia ya era más copiosa.  ¿Pero vamos a parar por unas gotas de agua? Naaaaaaa, de ninguna manera. Aunque advierto, mi buen humor es limitado cuando llueve… y si me mojo es más limitado….y si tengo frío, hasta podría contar los minutos de buen humor….

Tenemos 4 días por delante con lluvias….


Bajamos por el sendero y estreno el "efecto desenfocado"
Hecha la aclaración…volvemos a nuestro recorrido. Estamos bajando del Hohenschwangau y ahora volvemos a un lugar donde estuvimos en octubre: El puente María.  La vez anterior, estaba cerrado al público y cruzamos la baranda... Hoy está abierto, así que vamos tranquilos junto con los varios turistas (cientos) que también quieren visitarlo. Pero para no hacer exactamente lo mismo que la vez anterior,  tomamos otro camino…uno con piedritas…y una inclinación suficientemente pronunciada como para que los gemelos duelan pronto y uno necesite un pulmotor para continuar…
De camino al puente María.

La llovizna continuaba sobre nuestras cabezas, y paraguas, mientras que por allá abajo las piernas bramaban y les salían llamas…. El tiempo del recorrido a pie se calcula en 40 minutos… Los 6 grados primaverales se hicieron 38 en 15 minutos.

Después de tanto batallar, llegamos al puente.  Ahora vemos al hermoso Neuschwanstein sin los andamios de la vez pasada. Está limpio y brillante, listo para ser retratado.

Desde aquí, se aprecia la cascada y también se observa un camino que bordea el hilo de agua. Ahora iremos por ahí.

El camino de bajada es menos duro, aunque algunos escalones estás bastante deteriorados…mejor dicho, algunas piedras están bastante deformes. Hay que ir con mucha atención.
El puente María visto desde abajo.

De pronto encontramos una orilla muy particular. Hay pequeñas rocas en equilibrio. Estuve leyendo acerca del significado. Hay unas cuantas posibilidades… La primera, nos remite a los jardines orientales y la relación con la meditación y el equilibrio. Otra posibilidad (que leí por ahí) es que puede ser un símbolo muy eficaz para marcar  en dónde uno estuvo y evitar perderse.
piedras en equilibrio

¿Cuál es tu teoría Estrellita al respecto? Bueno, ciertamente hay mucha gente (diría que la mitad de los turistas) de rasgos orientales visitando estos lugares…así que, creo que uno de ellos pudo haber realizado la primera “montañita” de piedras….y el resto de los “occidentales” como nosotros, simplemente hizo otra al lado para sacarse una foto…. 
mucha agua...

Pasamos esta orilla tan linda, para ir por una caminito estrecho con baranda… seguimos bordeando el río.
Bajando tomada de la baranda.

Continuamos hasta el final del camino y luego salimos a una escuela e internado católico.  Sin darnos cuenta,  le dimos la vuelta a la montaña. Estamos casi en el estacionamiento donde dejamos el auto.
Escuela católica

La lluvia cobró más fuerza. Tal vez sea hora de almorzar algo. Capaz mejore más tarde.  Esta vez, livianito: un sándwich para mí, una sopa para Germán y las nenas pidieron un plato de fideos. La lluvia no amainó.

Siendo las 15 horas, más o menos…nos dirigiremos al próximo hotel. Tal vez…MAS TARDE…la cosa cambie. Lamentablemente, no iremos a visitar otro castillo (que está más lejos en una isla de un lago cercano) por las condiciones climáticas.

Mientras llegamos a  Berchtesgaden (nuestro próximo destino) voy sacando fotos por el camino alpino. Sigue siendo un lindo paseo.
Por el camino
por más camino...
 

Llegamos a Haus Heimatreu, en Schönau am Königssee.  Generalmente, este tipo de hoteles (los familiares) son mucho más lindos que los de las ciudades y también más baratos. Además, las habitaciones son más amplias y los baños también son muy cómodos. La única “desventaja” de todo esto es que se necesita el auto…sino, es mejor un hotel céntrico. La otra opción es la bicicleta…no cuenten conmigo.




Haus Heimatreu
 

 

Son las 6 de la tarde, las 7, las 8….llueve, llueve, llueve….y llueve un poco más. Estrellita quiere ir a un restaurant lindo…. Porque la cena es la cena. Nos iremos al centro de Berchtesgaden, hoy es feriado en Alemania (30/5), no hay muchos negocios abiertos.

Entramos a un restaurant (que también es hotel) llamado Vier Jahreszeiten. Por fuera, no dice casi nada, pero una vez adentro, está decorado en madera, velas, rosas, retratos….y animales disecados.  Sacando lo último, es de un clima agradable. Llegamos relativamente temprano, porque hay varias mesas vacías. Aunque pronto se ocuparán con toda la gente que va bajando de sus habitaciones… Contingentes y contingentes de gente mayor, vestidos para una gala de teatro…las señoras maquilladas y perfumadas…Los señores con sus sacos… Yo pensaba que iban  a salir a alguna parte, pero resulta que cuando nos fuimos, los vimos a todos cenando en la otra parte del salón.  Supongo que hay mucho tiempo para disfrutar…todavía me cuesta entender ese concepto.
La rosa, con efecto de acuarelas...

De cenar, pedí un panqueque de acelga con salsa holandesa y espárragos blancos…genial. Germán pidió pollo salteado con champiñones, espárragos blancos y una guarnición de arroz, las nenas pidieron schnitzel con papas fritas.   Todo muy rico y de grandes proporciones, eso quiere decir que no hubo lugar para el postre.

Afuera, la lluvia tan constante como horas atrás.  Aunque todavía me sobran algunos minutos de buen humor….soy una “exitosa administradora”.

PD: Si le preguntan a Germán, seguro  dice que hice algún berrinche…pero si no me acuerdo yo, seguro que no fue de proporciones….todavía…

 

 

 

 

 

 

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