viernes, 1 de abril de 2016

Mitaka y Akihabara. Japón. Parte 13.


Mitaka y Akihabara
26 de abril de 2014
Nos empezamos a despedir de Japón. Hoy es nuestro último día de paseos, anécdotas y cosas extrañas, a nuestros ojos occidentales.
 Como broche de este paseo,  iremos en tren a  Mitaka, una localidad de Tokio.  Desde el hotel hasta la estación, les comparto las fotos de la ciudad. 
Tokio, saliendo del hotel y yendo a la estación de tren Hamamatsucho.

Tokio

Esta estatua, se encuentra en las inmediaciones de la estación de tren Hamamatsucho. La escultura solicita que "manejen con seguridad". Dejo el link donde encontré el significado. 
http://mymapofjapan.com/transit/stations/panoramio/267042 (El significado de la Paloma sobre el mundo)
https://en.wikipedia.org/wiki/Hamamatsuch%C5%8D_Station
¿Y qué hay en Mitaka? Se preguntarán. 
Interior de la estación de tren Mitaka.

Allí, se encuentra el museo de los estudios Ghibli de animación. El museo, se ubica exactamente dentro del Parque Inokashira-Onshi de la ciudad de Mitaka.  Las entradas las compramos por internet y llegaron a nuestra casa en Alemania unas cuantas semanas antes de nuestro arribo a Japón.
Escudo de la ciudad de Mitaka.

Les dejo la página oficial del Museo Ghibli (está en japonés e inglés) para que puedan observar las fotos de su interior, ya que está prohibido tomarlas en forma particular.  También hay que tener en cuenta el calendario (previsto hasta el 2017) que indica los días en que el museo permanece cerrado.
El camino al museo es muy pintoresco. Hay señales alusivas que van indicando la proximidad a él.
También, el acueducto Tamagawa Josui  a un lado de la calle acompaña al visitante, durante los 15 minutos que dura el trayecto a pie y se pueden ven tortugas en libertad.  
Señal HERMOSA que indica "pa'dónde hay que ir"


Seguimos caminando hacia el museo Ghibli.

Las tortugas en el acueducto Tamagawa Josui.


El pato en el acueducto Tamagawa Josui.

El moño para este circuito turístico es el bus pintado como un gato (Si vieron la película “Mi Vecino Totoro”, sabrán de lo que estoy hablando) que pasa a recoger a los visitantes –cada 10 minutos-, en caso de que no quieran ir caminando desde la estación de tren. 
Parada del bus que los lleva al Museo Ghibli, casi frente a la Estación de tren.

El bus!

La parte donde sí se pueden sacar fotos es el exterior del museo. Allí verán a dos personajes conocidos (si vieron las películas, claro está). 
Ya estamos en la puerta del Museo Ghibli.

Museo Ghibli

Mientras hacíamos la fila para ingresar, escuchamos a un pequeño niño cantando dulcemente “♪♫To-to-to-to-toro, to-to-to-to-toro♪♫”.  Era un japonecito de lo más  divino que esperaba el turno para ingresar y veía a Totoro en la ventana. 
La fila para ingresar al Museo Ghibli

¡Totoro!
 
¡Totoro!
La visita entera no lleva más de dos horas y media. El museo es bastante pequeño. Unos detalles (hermosos) que me gustaron mucho: el folleto explicativo impreso en papel como de revista con un dibujo del museo precioso,  con las normas del museo, los horarios y las instalaciones –pensadas para las personas de movilidad reducida- ; y la entrada –el ticket- es un pedacito de celuloide de alguna película del estudio Ghibli. 
Museo Ghibli

Y la tienda de regalos (si bien tiene objetos exclusivos) no es muy grande y tampoco tiene mucho para revolver. Los precios, sí están por encima de otros productos de las películas del estudio Ghibli aunque, si son fanáticos, los van a comprar sin chistar. 
En la terraza del Museo Ghibli

En la terraza del Museo Ghibli

Yo compré un par de postales de esas que no se consiguen en tiendas de afuera. 


Salimos del museo y fuimos (otra vez, tren) a Akihabara, que es otra localidad de Tokio donde hay muchos comercios (sí, aplica con rigor la palabra “muchos”) de cualquier cosa.
Subiendo las escaleras de la estación de tren... porque estoy ansiosa por LAS COMPRAS

Akihabara, allá vamos.

 No solo de animé, comics, electrónica, libros y ropa. Hay tiendas de video juegos que me dejaron boquiabierta y un sentimiento de estafa por todo lo que me perdí cuando era chica (Y pensar que uno se emocionaba si pasaba de la cuarta ronda del Pac-man… ¡pobrecita!) No me alcanzan los ojos, ni el tiempo, ni la plata, ni la valija que compramos para empacar todo lo que compramos aquí. 
Akihabara

Akihabara


Akihabara

Akihabara

Akihabara
 
Después de mirar y mirar, mi esposo me llevó a una de las tiendas de Hello Kitty para que eligiera mi regalo de cumpleaños. ¡Cuántas cosas bellas! No sabía por dónde empezar, ni qué elegir, ni que descartar, ni nada de nada.  Y después de un rato largo, opté por una cartera y un paraguas de esos que entran en la cartera. Por la compra, obtuve unos cuantos puntos y elegí una taza y stickers de premio. ¡No se puede pedir más!
Yo, entregada al consumismo.

En la tienda de Hello Kitty
 Y les dejo las fotos de la cena y la noche de Tokio. 
Sushi, para despedirnos.

Tokio

Tokio

Tokio

Tokio. 

 どうもありがとうございます。

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