martes, 22 de marzo de 2016

Osaka, Japón. Parte 11.



Osaka
24 de abril de 2014

Hoy viajamos en el tren un poco tarde y no hicimos mucho. Antes de visitar el castillo de Osaka, fuimos a un restaurante donde la manera de ordenar la comida es muy singular: se presiona una pantalla como si fuera un cajero automático.  Fue muy divertido.
Miramos largamente la pantalla y seleccionamos lo que nos pareció familiar.
Primero, debemos ingresar el dinero y luego hacer el pedido.

Aquí vemos más opciones de bebidas y los platos.
Al final de la transacción, obtuvimos este ticket. Ahora vamos a sentarnos y la moza traerá nuestro pedido.

Las chicas pensaron que habían elegido Coca-Cola y resultó ser café helado. Yo creí elegir jugo de naranja y resultó ser mango.  ¡Menos mal que el agua es gratis!
El café helado, o sea, "la no Coca-Cola"

El jugo de mango.

Nuestro paseo se desvió entre callecitas y comercios donde el animé se hace notar. Las chicas se sienten entusiasmadas. A mí, me sorprende la cantidad de mercancías y la variedad de cosas. No solo animé, sino a nivel "de todo".
Ya les dije lo fascinada que estoy con las máquinas expendedoras de "cualquier cosa". En este caso, son ositos de chocolate y galletas.

El osito de chocolate y galleta.

Las callecitas comerciales.
De las callecitas llenas de comercios o con casas de madera, nos fuimos a la tumba de Sanada Yukimura, un samurái muy respetado que vivió durante el siglo XVI y que mis hijas querían visitar. El nombre de este samurái se convirtió en un personaje de videogame llamado Sengoku Basara 4; de ahí, la popularidad de la que goza por estos días.
Los comercios y el animé.

Un comercio de "Todo por ¥100"

Casita de madera.

Tumba de Sanada Yukimura

Muy cerca de la tumba de Sanada Yukimura

Ahora sí, nos dirigimos al castillo de Osaka, donde paseamos por sus alrededores. Yo me siento particularmente cansada.  El castillo se encuentra en medio de un parque precioso –como todos los parques japoneses donde las plantas y árboles están muy bien cuidados y son, a mis ojos, una atracción inevitable- y mientras caminamos, encontramos carteles informativos sobre los edificios que alguna vez existieron en el área.

La fosa del Castillo de Osaka

Castillo de Osaka.

Las plantas, como pieza fundamental para adornar todo.
De los carteles de información, voy a pasar a traducir algunos (porque están en japonés, inglés y otro idioma que no reconozco) del inglés al español.
Primer cartel
Estamos en la entrada sudeste del castillo Osaka.  Allí estaba la puerta llamada Tamtsukuri-mon que una vez estuvo en la entrada, la cual llevaba directamente a la plaza Masugata con un muralla y una torre sobre la misma, colocada en el período Edo (1603-1867), al igual que las entrada Ote-guchi y Kyobashi-guchi.
La torre se perdió en un incendio durante la restauración Meiji en 1868 y la plaza Masugata y la puerta, fueron removidas por el ejército después de que el castillo Osaka quedó bajo su control siguiendo la restauración Meiji.
Les cuento que, en los lugares indicados por estos carteles no hay mucho más que parque, árboles y alguna que otra piedra/muralla -hoy ruina- . Por lo que decidí subir más fotos del castillo de Osaka.
En consecuencia, solo las piedras de las bases en ambos lados de la entrada, permanecen hoy.
Igualmente, subo y muestro, los alrededores del cartel para que vean de lo que hablo.
Segundo cartel
Esta fue la residencia oficial del castillo Osaka Joban (aquí, tuve que buscar la palabra Joban y encontré 2 acepciones: 1° deriva del nombre de las antiguas provincias de Hitachi e Iwaki; 2° significa castillo de defensa) del ministro del shogunato de Takugawa durante el periodo Edo. Dos personas sirvieron como “Joban” (y aquí intuyo que lo que significa es ministro de defensa), uno llamado Tamatsukuri-guchi Joban y el otro Kyobashi-guchi Joban.  El Tamatsukuri-guchi Joban ha tenido su residencia oficial dentro de la entrada Tamatsukuri-guchi (uno empieza a darse una idea de lo enorme que era este castillo o mejor dicho, sus alrededores) y era el responsable de la misma, y también supervisaba el trabajo en el Castillo Osaka junto con el Kyobashi-guchi Joban.  Los Joban también apoyaban al Castillo Jodai Osaka, al jefe de los guardias del castillo que predominaban sobre la parte oeste de Japón.
Más tarde, la residencia fue quemada durante la restauración Meiji. Un hospital militar fue construido en este lugar donde se acogieron a numerosos soldados enfermos y heridos durante la rebelión de Satsuma en 1877.
Castillo de Osaka
En los alrededores del Castillo de Osaka.

Tercer cartel
En el parque hay una cápsula del tiempo. En conmemoración de la exposición de 1970 con el lema “Progreso y armonía para la humanidad”, el diario Mairichi y la industria eléctrica Matsuchita & Co. han completado dos cápsulas idénticas y las enterraron 15 metros debajo del monumento.
Son 2098 bienes culturales del siglo XX, seleccionados con la cooperación de la gente de Japón y todo el mundo, que serán guardadas en un contenedor especial de metal construido con la última tecnología. Con la esperanza que la paz y la prosperidad nunca terminen.
Nosotros, por la presente, legamos estas 2 cápsulas a las personas que vivan dentro de 5000 años contando desde ahora.
Este es el legado que requiere que la parte superior de la cápsula sea abierta al principio de cada siglo y que la inferior permanezca sin abrir hasta el año 6970.
La cápsula del tiempo.
Museo de la ciudad de Osaka. Se encuentra a unos metros del castillo de Osaka, dentro del mismo parque. 
http://www.artehistoria.com/v2/museos/2244.htm

Me gustó la entrada de este colegio.


Después, encontramos un shopping y nos metimos a un comercio de  solo ¥ 100.  El “Todo por ¥100”. Resulta impresionante todo lo que se puede conseguir aquí. Por ejemplo: artículos de limpieza, baño, jardinería, manualidades, juguetes para mascotas, librería, golosinas y bazar.
Más tarde, pasamos por una librería. No solo hay libros, también encontramos revistas y diarios, que es la forma en que se comercializan por aquí.
¿Les conté que estaba cansada? Bueno, después de tantos días, empiezo a extrañar la comidita occidental. Por eso, fuimos a un restaurante con aire italiano. Cenamos pizza y de postre elegí tiramisú. Era un poco raro esa versión del postre, pero igual fue rico.
El tiramisú "raro" pero rico.
Volvimos a la estación de tren para ver unos edificios modernos y está fresco. Sacamos unas fotos en la estación de Osaka y nos volvimos al hotel.
Alrededores de la estación de Osaka.

Estación de Osaka

Para que vean cómo se escribe en japonés. Estación de Osaka.
Hoy, nos hospedamos en el Station Hotel, volvimos a las camitas angostas aunque, eso no es nada; si las almohadas fueran un poquito más blandas…
A la mañana siguiente todos nos iremos a quejar por lo mismo.
Siendo casi las 9 de la noche, nos vamos de Osaka.

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