Viena, Austria
27 de marzo de 2013
El hotel al que vamos se llama
Prater. Está en una esquina y dejamos el auto a media cuadra. Nuestras habitaciones se encuentran en el
cuarto piso, y la de las nenas en un altillo (¿piso 4 y medio?). El ascensor es
muy chico, por lo que varias veces subimos por la escalera.
Habitación del hotel |
Hasta ahora, las habitaciones
eran “normales”, pero en este caso, encontré paredes sucias, marcadas de tanta
valija y demás. No hay pava, ni
cafetera… hay máquina de café y gaseosas en el vestíbulo, pero no es gratuito.
Y cuando llegue la noche, notaremos que
no hay una sola luz encendida en la escalera. Pero no me adelantaré más. Hay
que disfrutar de Viena.
Habitación del hotel |
Dejamos las valijas sin abrir y
nos fuimos a caminar. El primer edificio bonito que fotografiamos es el Palacio
de Bellas Artes. Y luego la
Hundertwasserhaus, es una casa diseña por el artista Friedensreich Hundertwasser donde convive
la naturaleza y el arte. Además de departamentos, también hay museo y centro
comercial. Esto fue construido entre 1983 y 1986.
Hundertwasserhaus |
Palacio de Bellas Artes |
A pocas cuadras, tenemos la
iglesia Dominik Kirche
Dominik Kirche |
Viena, no sólo tiene antiguos y
lindos edificios. También modernos.
Los edificios modernos |
Cruzamos el puente Stubenbrucke,
y llegamos a la plaza Dr Karl Lueger. ¿Y quién era? Bueno, Wikipedia nos puede
ilustrar al respecto: “Se le considera como un político populista y
demagogo que, con el cultivo de la agitación antisemita[]
y el apoyo de la prensa amarilla de Viena, logró convertirse en alcalde electo
de dicha ciudad en 1895, cargo que pudo ejercer de forma efectiva en 1897, tras
superar el veto imperial, hasta su muerte en 1910. []Fue
admirado por Adolf Hitler, quien calificó a Lueger como el alcalde alemán más grande de todos los tiempos.”
Dr Karl Lueger |
Con tantos días en Austria, era tiempo de que Adolfo apareciera (aunque sea
para admirar a otro enfermito como él) en algún momento. Creo que durante este
relato…se me van a “caer” varias reflexiones sobre “sociedad civilizada” y
“otros maltratos”.
Retomando cuestiones más bellas y agradables, llegamos a la casa de un
vienés que ha sabido pasar a la historia como un genio de todos los tiempos:
Wolfgang Amadeus Mozart. En este caso, si hubiera tenido oportunidad…seguro que
lo hubiese llamado por su segundo nombre…el primero es muy difícil de
pronunciar…
Casa de Amadeus Mozart |
En esta casa, vivió tres años pero aquí compuso una de sus óperas más
célebres: Las bodas de Fígaro. En muchas oportunidades, el audio guía se
encarga de aclarar que la película “Amadeus”
no es un documental y que las verdades o afirmaciones fueron hechas a
medias. Por ejemplo; Wolfgang no murió
pobre, ni tampoco vivió miserias durante su vida. Pero volviendo al principio,
el pequeño nació en Salzburgo, y su padre lo llevó a Viena, porque el ambiente
era mejor para que el niño prodigio se desarrollara. La familia real de los Habsburgo quedó
encantada con Wolfgang y el nivel de sus
conciertos…cuestión que, se quedaron en Viena.
Se ha hecho un estudio, de la cantidad de trabajo que realizaba el
compositor, ya que recibía muchos encargos de las familias privilegiadas, y se
pudo precisar sus ingresos en 9000 florines al mes. Eso significa que ganaba
más que un médico medio. En otras
palabras, gozaba de buena posición. Sin embargo, hay numerosas cartas en donde
le pide a un amigo que lo ayude con algunos florines…porque Wolfgang, jugaba y
mucho. A pesar de ganar bien, hacía fuertes apuestas de sumas “inmorales” que
lo dejaban tecleando…y eso causaba que la familia se tuviera que mudar
repetidas veces…porque no podían pagar la renta. Sin embargo, siempre afrontó sus deudas de
juego, ya que no figura en ninguna lista negra que pudiera deshonrarlo. Otra
afición o debilidad del genio, eran las ropas. Siempre estaba muy pendiente de
los trajes y la moda. Pero el rumor mayor…ese que repetimos hasta el
hartazgo…es sobre la fuerte enemistad y competencia que mantenía con el
director de música de la corte: Salieri.
Y eso…tampoco fue verdad. Se enfrentaron una sola vez durante una
competencia de música en la cual, el público prefirió la composición de Salieri,
escrita en italiano y no gustó tanto la de Mozart, escrita en alemán. Eso fue
todo…lo demás, fue película y una muy buena y convincente, porque no se me
había ocurrido que el eje y todo el argumento fueran humo. Este rumor, surgió
en el siglo XIX y tomó fuerza después.
¿Y la muerte de Amadeus? Tampoco está muy clara la causa de su muerte. No
se sabe si fue por envenenamiento o por una conjunción de varias enfermedades o
insuficiencia renal. Todo está cubierto
por un manto de misterio que se apoya en las limitaciones de la ciencia…y los
secretos que se han querido guardar. Por
suerte…nos queda la música que va en el aire.
Y como diría el señor Alejandro Sanz:
“Que lo que va en el viento
es lo más seguro, no lo dudéis,
que se aferra al tiempo y se
queda eterno en el corazón.
Pasaremos todos y quedarán
recuerdo y esta canción,
La música no se toca.”
Me gustaría terminar acá mi cuento, porque estos versos serían un excelente
final, sin embargo hicimos más cosas después.
Pasemos a ver ahora a la Catedral St. Stephan, por fuera, ya que es de noche y permanece cerrada.
Catedral St. Stephan |
Catedral St. Stephan |
Cumpliendo una promesa, voy a tomar un café vienés y una porción de
torta. En Viena…hay, entre tantas
maravillas, una luna anaranjada increíble; el frío y el viento son increíbles….y los uniformes de las
camareras de la confitería Aida también se llevan el mismo adjetivo: sandalias
(¿chancletas?) con zoquetes rosados. Mozart se hubiera muerto tres veces más si
las viera…él, tan pendiente de la moda no hubiera permitido eso en su Viena
querida… Pero bueno, es la música y no la moda, la que flota en el aire.
El café vienés |
La luna anaranjada... |
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