Disneyland París
20 y 21 de abril de
2013
Con la oportunidad de vivir un
tiempo en Europa, hay un lugar al que siempre quise ir…Disneyland. Tanta magia que vi por televisión durante años quise vivirlo y esta vez, pude.
Disneyland Park París |
Tomamos el ICE, tren de alta
velocidad alemán y en dos horas llegamos a París. Esta vez, no hay museo, ni
iglesia, ni monumento a los caídos, ni plaza…sólo quiero sonreír. Llegamos
alrededor de las 23 horas, nos queda dormir y recargar energías para el sábado
20 de abril.
El parque Disney, está alejado del centro de París. Para
llegar hasta allí, debemos tomar el subte y el tren (el común) y tras 40
minutos arribamos, puntuales a la hora de apertura: las 10 de la mañana.
Ya pasamos el control |
Primero, hay un control de bolsos
y carteras. Una vez adentro, hay otra puerta donde se realiza el control de las
entradas. Había mucha, mucha gente; sin
embargo, el trámite no demora más de 15 o 20 minutos.
Yo no puedo dejar de sonreír.
Pasamos el segundo control y ahora sí, el castillo de la bella durmiente frente
a mí. No hay más que decir…nada se
parece a esto.
Castillo de la Bella Durmiente |
Camino por la calle principal del
parque, y todo está inundado de nostalgia.
Y la sensación de haber pertenecido a la década del 30 o 40 del siglo
pasado.
Calle principal |
El castillo se puede escuchar la
canción principal de la película de La bella durmiente. Dan ganas de bailar,
dan ganas de llorar, dan ganas de reír y soñar despierta.
Interior del Castillo de la Bella Durmiente |
Pasamos el castillo y nos subimos
al primer juego, que tiene que ver con Blanca Nieves. Es un recorrido por
diferentes escenas del cuento. Es para los niños más pequeños…o sea, puedo
subir sin problemas.
Blanca Nieves |
Con la misma lógica, la siguiente
atracción corresponde a Pinocho y es muy emocionante (para mí) porque es un
cuento conmovedor… y porque también observo por primera vez un holograma: el
hada azul. Una de mis hadas preferidas.
Pinocho |
Estrellita quiere emociones más
fuertes…subamos a la calesita de Dumbo.
Todo es tan especial.
En la calesita de Dumbo |
Ahora veremos a Mickey. Mientras
esperamos por el sr Mouse, vemos algunas de sus actuaciones. Estuvimos una hora
esperando…pero no importa. Mickey es un
ser maravilloso…es. Su naricita se mueve y con los niños es lo más dulce que
hay. Para mí, todo es real…estuve ahí.
Gente, esperando ver al sr Mouse. |
Yo no pude abrazarlo…no me animé,
aunque sí le tiré besos. Es que de pronto me acordé que cumplo 34 años mañana…no
creo que vuelva a suceder. La edad se olvida fácilmente aquí, quizás sea un
hechizo de las hadas.
En el camerín de Mickey Mouse |
Y para que las cosas sean más
divertidas, me voy a perder en el laberinto de Alicia. Nada mejor que tomar el té…. sin pensar el
camino a seguir, aunque sea por un momento.
Laberinto de Alicia en el Pais de las Maravillas |
Nos vamos a almorzar, y el
Capitán Garfio salió a pasear. Los chicos quieren sacarse fotos.
Garfio...sin salida |
Después del almuerzo, nos vamos a
pasear por la atracción de Los Piratas del Caribe. Estuvimos caminando mucho
hasta llegar a unos barcos y disfrutar de las escenas de las películas. El que
diseñó todo el caminito para aminorar la espera se pasó de genio. La
ambientación es increíble y los robots que acompañan las escenas son muy
convincentes.
Piratas del caribe |
En el interior de la gruta de Piratas del Caribe |
Sin cansarnos de tanta aventura,
ahora vamos al tren de Indiana Jones. Y
también, se repite la ilusión de entrar en la película…mirando las cosas de
Indi.
En Indiana Jones |
Ya tuvimos la primera
aproximación de una “montaña rusa” propiamente dicha. Estamos preparados para
Space Mountain. Espectacular, es poco. La
velocidad con que es impulsada la formación y la dosis extra de oscuridad, hace
que el giro de 360 grados sea más temeroso de lo que parece. Las luces acompañan y me obligan a no cerrar
los ojos…la curiosidad le gana al susto.
Space Mountain |
Al Nautilus vigilante, saludamos.
Y también nos sacamos fotos con Eva y Wall-E.
El Nautilus |
Wall-E |
Debemos “correr” hacia donde está Star
Wars. No había mucha descripción
respecto de esta atracción. No sabía qué esperar. Y me encontré con un simulador. Yo creo que desde los 10 años que no me subía
a uno. La experiencia en maravillosa…”viajamos” a la velocidad de la luz,
esquivamos disparos en el espacio y también una lluvia de meteoritos.
Sobrevolamos la Estrella de la muerte y volvimos sanos y salvos hasta la nave
principal. Con el francés en los parlantes y el inglés en el subtítulo, todo se
entiende perfectamente…y si no saben ninguno de los dos idiomas, no se
preocupen porque van a entender igual.
Star Wars |
Ya son las 19 horas…es tiempo del
gran desfile. Las carrosas con los personajes más famosos de Disney y Pixar hacen
su aparición. Yo saludo…porque son reales…acá nada es mentira y los finales
felices no son un cuento. Como dice la
canción…
“Si a una estrella
pides tú,
un deseo con su luz
lo que pidas al soñar,
a ti vendrá”
pides tú,
un deseo con su luz
lo que pidas al soñar,
a ti vendrá”
Y un muñeco de madera, se
convierte en niño de verdad…y vaya si será cierto: lo veo caminar y bailar
frente a mí.
Pinocho bailando |
¿Y qué más me puede enseñar un
oso que sólo come miel? Pues mucho ha de saber, ya que puede enfrentarse con
sus propios miedos e ir hasta el fin de una caverna oscura en busca de su amigo
Cristopher Robin…a pesar del su propio temor no se amedrenta, y eso, vale
mucho.
Winnie the Pooh |
Y después de esa reflexión, un
rey león que asume su responsabilidad ante su pueblo. ¿Acaso no repetimos todo
el tiempo…eso de ser responsables? ¿Y qué más decía “El libro de la Selva”?
¿ Dejar ir a un hijo, es poca cosa…?
El Rey León |
El libro de la selva |
Me dice Germán, que hay gente a
la que se le caen la lágrimas… ¿por qué será? Sólo son dibujos animados…
Pero esperen…no lloren todavía,
ahí viene Peter Pan para recordarnos que
cuando uno es feliz se ríe tanto que se parece a una gallina cacareando…y sino,
pregúntele a Mary Poppins…y verán que cantando todo se hace con el ánimo bien
alto…sólo un poco de azúcar. Consejos...que seguro habremos escuchado por ahí…
Peter Pan |
Mary Poppins |
Y si les quedaba alguna duda, la
última carroza del desfile lleva a Mickey, Minnie, Goofy, Donald, Chip y
Dale, que saludan y bailan sin parar. En
París, hace 20 años que reparten alegría todos los días…porque mientras estemos
vivos, lo mejor que podemos hacer es bailar.
Mickey y la banda... |
Cierra el desfile Campanita como
en cada película…como en cada ilusión.
Atrás en la carroza, se la ve a Campanita...chiquitiiiiiita.. |
¿Estrellita, lloraste vos? No…no
podía llorar. La sonrisa me tapó los lagrimales.
Se termina el desfile y Germán me
avisa que no vimos “La gruta del dragón”, en el castillo de la Bella Durmiente…hay
que ir. Y ahora sí, hagamos silencio….porque no queda nadie si se llega a
despertar esta bestia.
La gruta del dragón...Castillo de la Bella Durmiente |
¿Y luego? ¡A las tazas locas de
Alicia!
Las tazas locas |
¿Y después? Hay que subir al Big
Thunder Mountain… ¡chan! Tengamos una idea de lo que sería ir al Cañón del
Colorado…cuanta emoción.
Big Thunder Mountain |
Hay una casa…embrujada que nos
atrae. Vamos hacia allá… aunque Estrellita no se asustó mucho. Supongo que para
algunos, ver un fantasma con vestido de novia corriendo por los pasillos da
miedo…ji ji ji…
La casa embrujada |
¡Ya son pasadas las 21 horas! No
puedo creer como se voló el tiempo. Hay que cenar y esperar el espectáculo de
cierre a las 22 horas.
Cierre del parque. |
La magia renace cada noche y uno
no puede evitar alguna sacudida cuando las imágenes se suceden y se da cuenta
que todo está guardado en el corazón. Cántenlo en el idioma que quieran… pero
canten.
Disneyland Park, París. |
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