Budapest, Hungría
30 de marzo de 2013
Hoy dejamos Viena para llegar hasta nuestra
próxima ciudad: Budapest. Algunas cosas,
que no sabía de Hungría, por ejemplo, es que también como Suiza, tienen una
moneda diferente: el florín.
Se ve que cuando el imperio
Austrohúngaro se disolvió, Hungría se quedó con el florín…y Austria con la
gente famosa. También debimos comprar viñeta para peaje, a un precio razonable
de catorce euros con una validez de seis meses. Nos dieron el vuelto en
florines. El tipo de cambio ronda en: un euro equivale a trescientos florines.
También, en esta parte del imperio se refugiaba la emperatriz Sisi, cada vez
que quería tomarse un descanso de los Habsburgo. Y miren cómo será la división
tan fuerte entre los dos países, que aquí no se habla alemán…ni parecido. Acá se habla húngaro. Pero cómo dice el blog de turismo que
consulté, mucha gente habla el inglés.
La frontera entre Hungría y Austria. |
Nos aproximamos a la zona de la
aduana…nos sorprende lo desértico del paisaje. Nadie por ninguna parte. Solo un
policía que nos indica seguir. Realmente nos llama la atención. Además, de que
la viñeta es un simple ticket (parece de supermercado) y que no tiene nada que
ver con las calcomanías anteriores que tenemos pegadas en el vidrio del auto.
Cuando pasamos la frontera, vemos carteles que advierte “control automático de
viñetas”. Retrocedimos, y volvimos a la frontera, quizás debamos canjear ese
ticket por la calcomanía en algún otro puesto…pero no. La viñeta de peaje es lo
que ya tenemos en nuestras manos…por favor, que no se arrugue.
Cambio, cambio... |
Las casas de cambio son como
kioscos. En cualquier lado cambian, no hay problema. En los hoteles, estaciones
de servicio, restaurantes…todos.
Hungría, permaneció “comunista”
hasta 1920…no voy a entrar en tantos datos históricos porque la cantidad de
“revoluciones”, ocupaciones, guerras y otros yuyos es tremenda. Pero podemos apreciar pequeños detalles que
denotan un pasar del tiempo diferente al resto de los países visitados por
nosotros durante los últimos meses. Por ejemplo, este Fiat…
El Fiat. |
Nos vamos directo al hotel, y le
saqué foto a un restaurante argentino…y no fuimos a cenar allí.
El restaurante argentino. |
Otra vez, reservamos una
habitación familiar. Pero aquí los dormitorios están separados. Las niñas
enseguida se apropiaron de uno…por mí no hay problema… Estaba bastante entusiasmada
con el hotel Medos. Tiene una linda vista, está en el centro y su habitación es
espaciosa. Nuestra pieza es grande. Sólo
me voy a cambiar la ropa para pasear…así que voy a cerrar la….no hay. ¿Cómo que
no hay? ¿No tengo puerta en mi dormitorio? No Estrellita…esto es comunismo,
empezá a entender.
el living de la habitación |
vista desde la habitación |
Vamos a caminar por la ciudad.
Fuimos a ver la estación de trenes que se la ve muy linda. Hay algo que me
dificulta el relato: los carteles de información turística, todo está en
húngaro. ¿Estrellita no estudió húngaro?
¡Qué joda! Estamos caminando a ciegas.
Estación de trenes. |
Llegamos a un edificio que sí
reconocemos: el parlamento. Es el tercero más grande en el mundo. Es enorme y
eso da muestra del poderío que alguna ejerció este país hasta su
desmembramiento después de la 1° Guerra Mundial.
Parlamento húngaro |
Cuando cruzamos el río, el parlamento enterito. |
Pero primero, vemos al Museo
etnográfico que conserva la vida tradicional de Hungría.
museo etnográfico |
Y nos acercamos a un río de
cuento: El Danubio. Quizás, porque esta
parte del imperio…tiene un halo de sombra, no me deja escuchar el vals cuando
veo un río magnífico que baña a esta ciudad.
El Danubio |
Nos dirigimos al Puente de las
cadenas, el más antiguo de Budapest. Inaugurado en 1849, tras 20 años de
trabajo. Pero antes…vemos un monumento muy llamativo, pero choca más que un
soldado levantando la bandera…choca más que bombero con un niño en sus
brazos…hiela la sangre…porque sin saber, sabemos de qué se trata.
hay gente que deja flores en los zapatos... |
La placa está en húngaro, pero la
fecha la entendemos: 1945. Hay zapatos de metal en la orilla de un río. No hace
falta más. Sin embargo, quise averiguar un poquito para contarles. Es un
monumento que se levantó en el año 2005 y sus creadores se llaman Gyula Pauler y Can Togay. Esta
historia tiene que ver con el holocausto y aquí fueron víctimas los judíos que
fueron traídos de los guetos y atados en parejas y tras disparar a uno de
ellos, eran arrojados al río….
El puente de las cadenas |
Por ahora…es lo más conmovedor
que he visto…zapatos en la orilla.
Ni puedo escuchar el vals…ni lo
puedo ver azul…es gris como el día.
Ya cruzamos…y vamos a ver unas
iglesias. Tenemos a Szilágyi Dezső
Square (es para que vean a lo que nos estamos enfrentando….no entiendo ni pío)
estemmmm esa iglesia. |
Y después vamos a la iglesia Santa
Ana. Entramos y no pudimos sacar fotos
interiores ya que sólo abre cuando realiza algún oficio religioso o concierto…o
sea…no vamos a sacarle fotos.
Santa Ana |
Pero hay una iglesia más
grande…que promete. La San Matías. Debemos subir varios escalones hasta llegar.
Antes nos encontramos con otro
monumento…también llamativo. El de Mansfel Peter, básicamente, se trata de un
mártir víctima de la revolución de 1956. ¿Y qué fue eso? Fue un levantamiento
del pueblo húngaro contra el régimen soviético. Este movimiento fue aplastado
por el ejército ruso en pocos días…y por supuesto, se llevó a muchos. Entre
ellos, este joven de 18 años, el cual esperó a cumplir su mayoría de edad en
prisión para luego ser ejecutado…
Mansfel Peter |
¡Pero cuántas historias lindas!,
¿verdad Estrellita? Ay Estrellita, ¿por qué me mirás tan feo? Ya llegamos a la
catedral San Matías…
Antes de la iglesia, vamos al
Bastión de Pescadores…que ahora es un mirador bárbaro.
Bastión de pescadores |
No pudimos entrar a San Matías,
por pascuas está cerrada a turistas .
Acá, la visita a las iglesias tiene horarios bastante restringidos.
San Matías |
San Matías |
Estamos por irnos, hasta que se
desató una batalla…otra más. A lo lejos, mis hijas ven un halcón…o dos.
Los halcones |
¡Mamá! ¡Queremos sacarnos una
foto! ¡¡¡Dale, dale, dale!!!
Es algo que no puedo permitir…y
debo argumentar. Tengo cinco argumentos para plantear.
Recurso 1, capitalista. ¿Pero vieron cuánto cobran por una foto? ¡1.140 florines! ¡Una locura! Eso duró, lo
que tardaron en hacer la cuenta y pasarlo a euros…nos da menos de 4 euros.
Recurso 2, ponerse en el lugar
del otro. Chicas, ¿a ustedes les gustaría que las ataran con una cadena en una
pata…y las sometieran a fotos cuando el lugar de esas aves es en las montañas y
no entre nosotros? Ese recurso fue menos efectivo que el anterior.
Recurso 3, el miedo. Esos
halcones podrían sacarte un ojo en menos de un segundo… ¿quién sabe si están
bien entrenados? Ese recurso…por lo menos, abrió una duda…pero no fue
suficiente.
Recurso 4, piedad. Viéndome
acorralada…dije las siguientes palabras: hijas, mantener mis principios sobre
el sometimiento inútil de los animales, es muy difícil de mantener si se
empecinan en continuar con esto… Y resultó…mi
hija me dijo- está bien mamá, me quedo con el peligro que puede ser contra los
ojos…
Recurso 5 autoritarismo. Porque
no. Es el más efectivo pero no llegué a este.
Nos alejamos…en paz. Ahora hay
que ver el castillo de Buda que fue la residencia de los reyes en Hungría.
Durante nuestro paseo, nos encontramos con un edificio testigo de las
municiones…de alguna Guerra…ya no sé de cual. Cuando llegamos hay un cartel en
inglés, que explica que ese castillo fue reconstruido después de la 2° Guerra
Mundial quedó devastado.
Edificio, testigo de guerra. |
Castillo de Buda |
Tenemos una vista de la ciudad
impresionante. También hay un teleférico por acá.
El teleférico |
Bajamos caminando y llegamos a la
Basílica de San Esteban. Se está oficiando la misa del sábado de pascuas.
Tuvimos la oportunidad de ver parte de la ceremonia con la iglesia iluminada
por unas pocas velas. Todo es tan distinto sin luz…más misterioso. Hasta que el
cura entra con un velón enorme encendido…y todo empieza a aclararse de a poco.
Es muy lindo.
San Esteban |
interior de San Esteban |
Está lloviznando, vamos al hotel, y de pasada la
ópera.
La ópera de Budapest |
Pasó un ratito y la lluvia no
cesa. Hago zapping para pasar el tiempo y me encuentro con dibujos húngaros…mmm
no les veo la gracia.
Dibujos animados. |
Igual, quiero cena. Nos fuimos a un restaurant
italiano llamado “Eatalia” a dos cuadras del hotel. Llegamos, y por la hora,
éramos nosotros y nadie más. Después llegó más gente. La comida riquísima y los
postres también…y todo por la suma de 15.500 florines. Desde la época de
los australes que no hablo en tantos miles.
El pollo que pedí |
Uno de los postres que pidió mi hija. |
De pronto me acuerdo de la
inflación. Pienso, en esa que se desató después de la 1° Guerra Mundial…cuando
era mejor enmarcar los billetes y colgarlos en vez de usarlos a causa de su
poco valor. Y hasta se me ocurre que le
deben haber recortado algunos ceros…desde aquella época hasta acá. Pero para que nos demos cuenta de cuanto corrió
por este río…voy a ponerlo en perspectiva: Mozart, en el año 1785 ganaba 9000
florines mensuales; en 2013, nosotros en una cena, gastamos 51 días de trabajo
de Mozart… Si lo digo en esos términos…se darán cuenta que la inflación tuvo
sus momentos.
Uff había visto lo de los zapatos, les hacían sacar los zapatos antes de tirarlos, porq era lo único valioso que tenían, TREMENDO!!
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