Londres 6
7 de marzo de 2014
Eees Supercalifragilisticoespialidoso,
aunque suene extravagante, ¡raro y espantoso!
Si lo dice con soltura sonará harmonioso,
supercalifragilisticoespialidoso!
aunque suene extravagante, ¡raro y espantoso!
Si lo dice con soltura sonará harmonioso,
supercalifragilisticoespialidoso!
¡Qué día tenemos
por delante! Siento que el espíritu de Mary Poppins y Celia Cruz están en mi
cuerpo…
♪♫“Un poquito de azúcar toda purga endulzará
y se puede saborear”… y con
y se puede saborear”… y con
“Disfruto bien de la vida
Aunque tomando medidas, azuca' ♪♫
Aunque tomando medidas, azuca' ♪♫
Una dice un poco, la otra
dice ponele azuca’ a todo, es un poco confuso, yo, por las dudas me tomé el
café bien cargado de azúcar, me comí un muffin con mermelada de frambuesas y
hoy, no me para nadie. El día está
íntegramente dedicado al cholulaje…
¡¡¡Pongo ► y arrancamos!!! En quinta hasta el subte y mis piecitos “Come
together” mitad rockeando y mitad zarandeando las caderas al compás de la
salsa agridulce…
Y… “Here
comes the sun” con un poco de azúcar… Llegamos por fin a Abbey Road. El
estudio de grabación donde se realizó el último álbum de Los Beatles. Y claro,
frente al edificio, se encuentra la famosa senda peatonal donde se sacaron la
foto John, Paul, George y Ringo que fue la portada de aquel álbum.
Haciendo monerías en Abbey Road... y sacamos la foto al revés, porque yo, soy especial. Y la gente que espera en la vereda, también está para sacarse fotos... |
Estudios Abbey Road |
En este lugar, no hay semáforo. Apenas una
luz intermitente que indica precaución…
Aunque supongo que los automovilistas que pasan por esta calle, deben esperar
que la gente actúe de forma extraña.
La pared con el cerco del edificio, está
íntegramente firmada por las personas que han visitado el lugar… a mí, me da no
sé qué escribir una pared… paso. Desde aquel fatídico día, a la edad de 4 o 5
años, cuando rayé con crayón la pared del pasillo recién pintada… no pinté más,
ninguna pared… ¡Y eso que no me pegaron! Me dijeron “pedile perdón a tu madre” y
ahora, no pude escribir “Estrellita was here”.
Es muy gracioso... y eso que a mí, el fútbol no me atrae demasiado. Sin embargo... ja ja ja. |
Me fui con una sonrisa y desde ahí,
caminando hasta otro punto donde se ubica otro personaje que forma parte de las
celebrities de Londres. Pero no me
quiero adelantar.
Encontré el lugar donde se suicidó el
deshollinador de Mary Poppins… en realidad, vio esto y sufrió un síncope.
El deshollinador... y el síncope. |
En medio de tanta chimenea, vemos una placa
azul que dice “aquí vivió José de San
Martín, el libertador, soldado y estadista” Hasta acá llegó el rock y la salsa,
me pongo a bailar el pericón… Este descubrimiento lo vivo como un regalo. Les
dejo el extracto de Wikipedia donde describe la estancia de San Martín en
Londres.
Lugar donde vivió San Martín, en Londres. |
El 6 de septiembre de 1811— José
de San Martín renunció a su carrera militar en España y solicitó a su jefe un
pasaporte para viajar a Londres. Su jefe se lo concedió junto con cartas de
recomendación, entre ellas una para Lord Macduff, y partió el 14 de septiembre
de ese año para vivir en el número 23 de la calle Park Road en el distrito de
Westminster, en Londres. Allí se encontró con compatriotas de la América española:
Carlos María de Alvear, José Matías Zapiola, Andrés Bello y Tomás Guido, entre
otros.
Ahora sí, llegamos a la casa-museo de la celebrity Sherlock Holmes… popular
detective de fantasía. Había una fila bastante larga para ingresar al museo.
Sin embargo, la tienda de recuerdos tiene acceso independiente al museo. Yo, me
compré el prendedor con la dirección, “221B Baker Street” donde se hallaba la
casa (de mentiritas, ¿eh?) del ilustre detective que trataba al sr. Watson de
usted y que nunca le dijo “elemental, mi querido Watson”… hasta que el hijo de
Doyle (el autor de Sherlock Holmes), sí incluyó la frase cuando continuó
escribiendo la saga de aventuras del detective.
The Sherlock Holmes Museum. |
Interior de la tienda de recuerdos del museo de Sherlock Holmes. |
Nos tomamos el subte y fuimos a otro barrio
que conocí gracias a la Película Notting Hill… y es, el Barrio Notting Hill. Un poco a ciegas, un poco flotando,
quería caminar… nada más caminar por esas calles donde un par de personas llegó
a enamorarse tiernamente… y sí, con Julia R. y con Hugh G. uno/a no se enamora
de ellos… no es normal.
La estación de subte Baker Street. |
Paseamos por el Mercado de Portobello, aquel
que se muestra también en la película. Y…
♪♫“She
may be the face I can't forget
the
trace of pleasure or regret
maybe
my treasure or the prize I have to pay…”♫♪
Esos jardines privados de Notting Hill |
Postal de Notting Hill. |
¿Dónde está la famosa puerta
azul…? Porque acá no hay príncipe, pero puerta sí. Me di cuenta que el tema de
la puerta azul es muy usual por estos lados. Encontré varias puertas azules,
algunas en mejor estado, otras peor. Pero yo quiero encontrar la que se muestra
en la película. Como suele pasar, ya estaba con la esperanza pendiendo de un
hilo, hasta que un mapa en la vereda, mostró el lugar exacto donde se ubicada…
¡Mapa salvador! |
Un comercio en el Mercado de Portobello en Notting Hill. |
Mercado de Portobello |
Mercado de Portobello. |
Allí fui… le voy a tocar el
timbre a Hugh; le voy a tirar la puerta abajo, le voy a… Bien, creo que se
entendió. Tengo que confesar, pasé por
el frente y no me di cuenta. Es que en esa cuadra, hay por lo menos 6 o 7
puertas azules. Caminamos dos cuadras más hasta que volvimos sobre nuestros
pasos… encontramos la Puerta Azul, era la primera.
La puerta azul de la película Notting Hill. |
Y… resulta que solo es una
puerta, no hay edificio detrás. O por lo menos, uno que tenga planta alta que
haga suponer una escalera. Se me desvanece la ilusión. Ya no quiero tirar la
puerta abajo… Tengo hambre.
Caminamos otro rato, y como es
nuestro último día en Londres, no podemos irnos sin probar el “fish and chips”.
Antes de dejar el mercado de
Portobello, quiero contarles que la
variedad de cosas que se encuentran en este mercado es impresionante. No solo
son tacitas viejas o platitos que se quedaron huérfanos tras una pelea en que
volaron algunos por los aires… Me encontré una cerrajería… y en un almacén:
nuestras yerbas Taragüí, Amanda y Rosamonte. También los mates, se ven arriba.
Cerrajería en el mercado de Portobello |
En un almacén en el Mercado de Portobello. |
Llegamos hasta aquí: The Fish
House of Notting Hill
Fish and chips. |
Estaba
todo tan rico, casi me olvidaba que era pescado frito… y cuando, ya creía que había cumplido con
todo… con los Beatles, con San Martín, con Sherlock, el deshollinador de Mary
Poppins y la puerta azul, me dieron ganas de ir al baño…
Casi,
tiro la puerta abajo.
Me muero!!!! Hugh, te encontré!!! |
Julia, ahhhhhhh!!! |
¡¿Cómo
continuar ahora?! Bueno, me debo a mi público (¿?). Debo contarles, que luego
fuimos hasta el área de Soho, es un área central del West End londinense, en
la vecindad de la Ciudad de Westminster.
Recorrimos un pequeño jardín, más marquesinas de teatros (Ahora sí, les
muestro a Freddie Mercury) y terminamos en una casa enorme de comics… Estoy segura: debí terminar el relato en “casi,
tiro la puerta abajo”. Por suerte no tengo a Sherlock para que me moleste con
su “elemental, mi querida Estrellita”.
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