Japón 04
17 de abril de 2014
Nos tomamos el subte y luego el
tren de alta velocidad Súper Hitachi hasta Hitachi. Vamos al parque Seaside.
Mucha gente trabaja con sus notebooks en el tren. Los baños y lavatorios son muy lujosos en
este tren.
Vamos a la parada de colectivo. Atrás, se ve la estación de tren Hitachi (edificio con frente triangular) |
Entre las novedades, tomaremos
nuestro primer colectivo. Estoy ansiosa.
Mi primera conclusión es que el sistema de pago es distinta: se confía
en la gente. Eso, solo se logra con
educación.
Interior del colectivo. |
Al subir (dependiendo de la
parada en que se suba) se saca un boleto con el número de sección. Si uno sube donde se inicia el recorrido, no
hay boleto. Podríamos decir que estamos
en la sección “0”. El mínimo son
¥170. En un tablero, se iluminan las
secciones que el colectivo ha completado.
Cuando uno desciende (se hace por adelante), se pasa el boleto por la
máquina y, dependiendo de dónde haya subido, se suman las secciones y se paga.
Al subir desde el principio del recorrido, no hay boleto. O sea, se paga la
totalidad.
Entrada del parque Hitachi Seaside. Puerta Nishi guchi Tsubasa no. |
En el parque Seaside, las
entradas se compran en una máquina.
Máquina para sacar los boletos del parque Hitachi Seaside. |
Este parque es muy famoso por sus
decoraciones con flores. Por ser
primavera, la principal atracción son sus colinas celestes de nemophilas (son
unas florcitas color azul) que imitan al mar o el cielo. ¡Estas colinas están muy cercanas al mar de
verdad! Cuando llegamos a lo más alto de la colina, vimos el Pacífico, aunque
en ese lado no hay playas, sino muelles y otras cosas.
Suisen Garden |
Estamos en la zona conocida como Suisen Garden. |
También hay cerezos en flor... y vean que color tan fuerte que tienen |
Saliendo del Suisen Garden. (¿Se ven los narcisos amarillos por allá atrás?) |
Miharashi Area. Las nemophilas en flor. |
Miharashi Area. Las nemophilas en flor. |
Miharashi Area. Las nemophilas en flor. |
Almorzamos las brochetas de carne
(Yakitori) a ¥500 cada una que, estaban deliciosas. Mi hija y yo, tomamos un heladito soft a ¥300.
Yakitori |
Dentro del Parque hay un centro
de juegos para niños pequeños. Nosotros
(por insistencia de Estrellita) subimos a la minimontaña rusa. Los boletos se compran en una máquina que se
ubica en la entrada de la atracción: ¥600 cada boleto.
Entrada al parque de juegos, dentro del parque. |
La mini montaña rusa. Y la máquina de los boletos, es la cabina rosada. |
La vuelta Princess Flower. Ofrece una vista muy linda del parque. |
Después fuimos a ver los
tulipanes que quedan muy bien combinados
con los pinos.
Tamogo no Mori, es la zona donde se encuentran los tulipanes. |
Tamogo no Mori, es la zona donde se encuentran los tulipanes. |
Hitachinaka Nature Forest. También, se encuentra dentro del Parque Hitachi Seaside. |
Ya nos vamos del parque. Otra vez
colectivo, tren de alta velocidad, subte y… ¡monorriel!
Daiba es la estación del
monorriel donde bajamos. Vamos a ver la Bahía de Tokio. Se hicieron un collage
requete lindo. Sacamos fotos al Puente Rainbow (símil San Francisco), la Estatua de la
Libertad… no vi la original, pero leí que es igual; también un grupo de
rascacielos que simulan cualquier paisaje de… Nueva York, y un arco del triunfo
muy parecido al que pudiera estar en el barrio de La Défense.
En el monorriel. |
La Bahía de Tokio, el puente Rainbow |
La Estatua de la Libertad. Bahía de Tokio. |
Edificio de Telecom Center |
Y luego nos fuimos al shopping
que está cerca para ver una estatua (tamaño real) de un Gundam (una serie de
animé). Esta serie fue muy famosa en su momento y a las nenas les gusta mucho.
También hay una tienda especializada en la serie, a los pies del muñeco (no me
creo que es estatua… sic).
Gundam tamaño original. |
Luego, fuimos a cenar al patio de
comidas del shopping. Me sigue sorprendiendo la ausencia de cestos de basura… y
no hay ni un papel tirado. Y lo que sí hay a disposición son, vasos para
servirse agua, y lavabos para lavarse las manos. En ese caso, hay cestos de
residuos, pero solo para plásticos (el de los vasos usados).
Hicimos nuestro pedido en un puesto de comidas rápidas. Nos dieron esto, y nos avisan cuando esté lista la orden. |
¡Ah, me olvidaba! Tampoco se
puede fumar en la calle, por lo tanto no están esas asquerosas colillas de
cigarrillo, ni el olor desagradable en las estaciones de tren. Para fumar, hay sectores cerrados (fumaderos)
bien delimitados donde la gente va y se encierra para fumar.
Ejemplo de comida rápida japonesa. Las gaseosas son nuestras... pero quedaron en esa bandeja. |
Otra cosa, los baños públicos son
gratuitos y están limpios, generalmente. Aunque también es muy normal,
encontrar esos que se parecen a las letrinas (uno tiene que hacer en cuclillas)…
eso ya lo había visto en Roma y en Venecia. No los considero para nada cómodos.
Por lo tanto, tardo un poco más en encontrar un baño “west-style”.
Tokio, hace que replantee mis
ideas “afrancesadas” sobre la libertad,
igualdad y fraternidad. En Tokio, hacen posible lo que me parece imposible de alcanzar:
esos niveles de educación en una sociedad con tantos habitantes.
También me puse a pensar sobre
las “copias” de los paisajes. No está
mal. Yo lo veo como una forma de halagar una cultura, un lugar, otra
civilización lejana del occidente. Y
porque seguro, hay ciudadanos que no tienen la posibilidad de visitar estos
lugares. Dicho esto, les informo que corro el riesgo de caer en una falacia…
¿De qué estás hablando Estrellita?
Puente Rainbow, bahía de Tokio. |
De la copia… me atrevo a pensar
que no es verdad que todo esto se haya hecho adrede.
Me complace y llena de diversión…
comenzar a desandar las casualidades y convertirlas en causalidades. Empecemos
por la Estatua de la Libertad.
Debido a su consideración de
monumento universal, la Estatua de la Libertad ha sido copiada y reproducida a
diferentes escalas y en diversos lugares a lo largo de todo el mundo.[]
Estas copias van desde las simples miniaturas vendidas como souvenir en la tienda del museo
situado en la base de la estatua, a las reproducciones a gran escala situadas
en ciertas ciudades, bien porque forman parte de la historia del monumento o de
alguno de sus creadores, o bien porque el original constituye un importante
símbolo de la Libertad a través del mundo.
Dicho y leído lo anterior, entonces no es tan “copioso” tener una en la
capital de un país democrático. No la pude ver en París, tampoco en Colmar…
lugar donde nació el escultor que la diseñó; no fui a New York; no la vi en
Buenos Aires (me enteré que hay 2 reproducciones…), pero Tokio me dio esta
oportunidad.
Ahora nos toca hablar del puente
Rainbow. Es un puente de los que se clasifican como colgantes. En la bahía de
Tokio, hay por lo menos, dos más. Y por lo que he visto en la siguiente página
sobre puentes colgantes más largos del mundo, este tipo de construcción es la
mejor para zonas de terremotos y otras amenazas naturales. Así que, si San
Francisco tiene una bahía y es zona de terremotos y; Tokio tiene una bahía y
también es zona de terremotos, no me queda otra que concluir con un “alcoyana,
alcoyana”. Realmente no me imagino, a
los japoneses manifestando en contra de la construcción de un “puente
imperialista”… no hay dudas de que su educación está muy por encima de un
papelón tal.
Puente Rainbow, y los ferris que se pueden tomar para pasear. |
El tema de los rascacielos… es
más fácil de explicar. Hoy, cualquier capital o ciudad importante los tienen…
más cerca, más lejos del casco histórico, pero hay un tema de espacio físico
que no se puede minimizar a “se copiaron de fulano”.
Y en cuanto al edificio que se parece
mucho al arco del triunfo moderno del barrio La Défensse… Se trata del Edificio Telecom Center. Este sí, es un
monstruo del cual el pueblo japonés no ha podido escapar y sucumbió como el
resto de los occidentales. ¿Será su servicio tan malo como en Argentina? Sé
que, en Alemania, se quejan mucho del servicio… En fin, un edificio grande
puede ocultar alguna que otra deficiencia…
Volviendo en el monorriel. |
En conclusión, a primera vista es
la “copia de” y termina siendo “por causa de”…
Da gusto pasear al filo de un
estilo conocido y distinto a la vez.