Schloss Hohenschwangau, Baviera, Alemania
30 de mayo de 2013
Estamos ante un fin de semana largo, de
cuatro días. Es por eso, que con la
primavera en el almanaque mas no en la realidad que acontece, decidimos volver
al sur de Alemania (a Baviera) ya que nos quedaron pendientes (entre muchos
sitios) unas visitas al castillo Hohenschwangau.
Este castillo, lo vimos por fuera durante
nuestra visita a Múnich cuando fuimos de excursión y conocimos el Schloss
Neuschwanstein y Linderhof. Esta vez sin tour, nos hospedamos en un hotel
cercano para ir a visitarlo el mismo jueves por la mañana.
Recapitulando, estamos hospedados en el
Gasthof “Bei Weirich”, en Schwangau-Horn
y desde mi ventana del hotel (árbol mediante) se ve Neuschwanstein.
Qué lindo árbol...y el Neuschwanstein atrás. |
Hohenschwangau |
Con el cielo gris (recontra gris) nos vamos a pasear igual…hay que
aprovechar hasta donde se pueda.
Hohenschwangau |
Este castillo es con visita guiada, por lo tanto, debemos esperar hasta
las 10.30 horas para iniciar el recorrido.
Mientras, paseamos y vemos diferentes edificios, entre ellos el Museo de los Reyes Bávaros. Aunque nuestra atención se centra en el lago
que se encuentra a continuación.
Museo de los reyes bávaros |
El lago |
Ahora sí, es hora de ir al castillo. Tomamos uno de los senderos que nos
conducen hasta la entrada. Durante la visita, nos comentan que fue una
fortaleza que data del siglo XII, y que en el 1800 fue restaurada por el rey
Maximiliano de Baviera, padre de Ludwig II (el futuro rey del cual les conté
cuando visitamos Múnich).
El sendero |
Era considerado como un castillo de verano, donde la familia real pasaba
sus temporadas. El rey Maximiliano, su esposa María y sus dos hijos Ludwig y
Otto.
pavada de fuente... en Hohenschwangau |
En este castillo, el príncipe Ludwig II pasó gran parte de su
adolescencia y también desde aquí (una vez ya convertido en rey) podía
controlar los avances de la construcción de su propio castillo,
Neuschwanstein. Hay un dormitorio que
cuenta con un catalejo dirigido al otro castillo.
Vistas desde Hohenschwangau |
Entre tantas habitaciones bellas, tengo que reconocer el buen gusto de
los reyes bávaros.
Cuando salimos, la lluvia ya era más copiosa. ¿Pero vamos a parar por unas gotas de agua?
Naaaaaaa, de ninguna manera. Aunque advierto, mi buen humor es limitado cuando
llueve… y si me mojo es más limitado….y si tengo frío, hasta podría contar los
minutos de buen humor….
Tenemos 4 días por delante con lluvias….
Bajamos por el sendero y estreno el "efecto desenfocado" |
Hecha la aclaración…volvemos a nuestro recorrido. Estamos bajando del
Hohenschwangau y ahora volvemos a un lugar donde estuvimos en octubre: El
puente María. La vez anterior, estaba
cerrado al público y cruzamos la baranda... Hoy está abierto, así que vamos
tranquilos junto con los varios turistas (cientos) que también quieren
visitarlo. Pero para no hacer exactamente lo mismo que la vez anterior, tomamos otro camino…uno con piedritas…y una
inclinación suficientemente pronunciada como para que los gemelos duelan
pronto y uno necesite un pulmotor para continuar…
De camino al puente María. |
La llovizna continuaba sobre nuestras cabezas, y paraguas, mientras que
por allá abajo las piernas bramaban y les salían llamas…. El tiempo del
recorrido a pie se calcula en 40 minutos… Los 6 grados primaverales se hicieron
38 en 15 minutos.
Después de tanto batallar, llegamos al puente. Ahora vemos al hermoso Neuschwanstein sin los
andamios de la vez pasada. Está limpio y brillante, listo para ser retratado.
Desde aquí, se aprecia la cascada y también se observa un camino que
bordea el hilo de agua. Ahora iremos por ahí.
El camino de bajada es menos duro, aunque algunos escalones estás
bastante deteriorados…mejor dicho, algunas piedras están bastante deformes. Hay
que ir con mucha atención.
El puente María visto desde abajo. |
De pronto encontramos una orilla muy particular. Hay pequeñas rocas en
equilibrio. Estuve leyendo acerca del significado. Hay unas cuantas
posibilidades… La primera, nos remite a los jardines orientales y la relación
con la meditación y el equilibrio. Otra posibilidad (que leí por ahí) es que
puede ser un símbolo muy eficaz para marcar
en dónde uno estuvo y evitar perderse.
piedras en equilibrio |
¿Cuál es tu teoría Estrellita al respecto? Bueno, ciertamente hay mucha
gente (diría que la mitad de los turistas) de rasgos orientales visitando estos
lugares…así que, creo que uno de ellos pudo haber realizado la primera “montañita”
de piedras….y el resto de los “occidentales” como nosotros, simplemente hizo
otra al lado para sacarse una foto….
mucha agua... |
Pasamos esta orilla tan linda, para ir por una caminito estrecho con
baranda… seguimos bordeando el río.
Bajando tomada de la baranda. |
Continuamos hasta el final del camino y luego salimos a una escuela e
internado católico. Sin darnos
cuenta, le dimos la vuelta a la montaña.
Estamos casi en el estacionamiento donde dejamos el auto.
Escuela católica |
La lluvia cobró más fuerza. Tal vez sea hora de almorzar algo. Capaz
mejore más tarde. Esta vez, livianito:
un sándwich para mí, una sopa para Germán y las nenas pidieron un plato de
fideos. La lluvia no amainó.
Siendo las 15 horas, más o menos…nos dirigiremos al próximo hotel. Tal
vez…MAS TARDE…la cosa cambie. Lamentablemente, no iremos a visitar otro
castillo (que está más lejos en una isla de un lago cercano) por las condiciones
climáticas.
Mientras llegamos a Berchtesgaden
(nuestro próximo destino) voy sacando fotos por el camino alpino. Sigue siendo
un lindo paseo.
Por el camino |
por más camino... |
Llegamos a Haus Heimatreu, en Schönau am Königssee. Generalmente, este tipo de hoteles (los
familiares) son mucho más lindos que los de las ciudades y también más baratos.
Además, las habitaciones son más amplias y los baños también son muy cómodos.
La única “desventaja” de todo esto es que se necesita el auto…sino, es mejor un
hotel céntrico. La otra opción es la bicicleta…no cuenten conmigo.
Son las 6 de la tarde, las 7, las 8….llueve, llueve, llueve….y llueve un
poco más. Estrellita quiere ir a un restaurant lindo…. Porque la cena es la cena.
Nos iremos al centro de Berchtesgaden, hoy es feriado en Alemania (30/5), no
hay muchos negocios abiertos.
Entramos a un restaurant (que también es hotel) llamado Vier
Jahreszeiten. Por fuera, no dice casi nada, pero una vez adentro, está decorado
en madera, velas, rosas, retratos….y animales disecados. Sacando lo último, es de un clima agradable.
Llegamos relativamente temprano, porque hay varias mesas vacías. Aunque pronto
se ocuparán con toda la gente que va bajando de sus habitaciones… Contingentes
y contingentes de gente mayor, vestidos para una gala de teatro…las señoras
maquilladas y perfumadas…Los señores con sus sacos… Yo pensaba que iban a salir a alguna parte, pero resulta que
cuando nos fuimos, los vimos a todos cenando en la otra parte del salón. Supongo que hay mucho tiempo para disfrutar…todavía
me cuesta entender ese concepto.
La rosa, con efecto de acuarelas... |
De cenar, pedí un panqueque de acelga con salsa holandesa y espárragos
blancos…genial. Germán pidió pollo salteado con champiñones, espárragos blancos
y una guarnición de arroz, las nenas pidieron schnitzel con papas fritas. Todo
muy rico y de grandes proporciones, eso quiere decir que no hubo lugar para el
postre.
Afuera, la lluvia tan constante como horas atrás. Aunque todavía me sobran algunos minutos de
buen humor….soy una “exitosa administradora”.
PD: Si le preguntan a Germán, seguro dice que hice algún berrinche…pero si no me
acuerdo yo, seguro que no fue de proporciones….todavía…
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