Valle del Neckar, Alemania
16 de junio de 2013
Este viaje es distinto a los
demás. No solo porque el sol nos acompaña y nos regala un día caluroso de los
mejores, sino porque nuestra excursión abarcara diferentes ciudades para
realizar la ruta de los castillos (Una de las tantas rutas…hay otras más
famosas). Más que castillos podrían ser una especie de fortalezas.
Llegamos primero a Dilsberg, y
estacionamos para fotografiar al Burg Dilsberg. Logramos muy buenas fotografías
desde este punto. Por suerte, muchos de los “Burg” se llaman como las ciudades
donde están.
Burg Dilsberg |
Este paseo, se caracterizará por
mucho auto y paradas. A muy pocos metros de allí, hay otro estacionamiento,
donde podemos acceder a las “Ruinas de Hinterburg”. El acceso, es por un sendero bastante
precario. Este tipo de cosas no se puede hacer con zapatos. Otra característica de estas excursiones es
que tiene más turistas europeos que de otras partes del mundo. Forma parte de
los paseos menos conocidos.
Ruinas de Hinterburg |
Desde las ruinas de Hinterburg,
se pueden observar un paisaje hermoso del río Neckar y los campos verdes.
Vista del río Neckar |
Algunos datos sobre Hinterburg,
de acuerdo con la placa que se halla en el lugar:
placa de Hinterburg |
En el año 1120 se inicia la
construcción.
En 1142 se hizo mención por
primera vez del castillo y del señor (el lord) de Bligger I
En 1200 se hizo una ampliación a
manos de Bligger II.
En 1272 se convirtió en propiedad
del obispado de Speyer.
En 1350 fue otorgado a varias
familias nobles e iniciaron una nueva reconstrucción de un palacio.
En 1450 se inició la construcción
de un puente levadizo.
En 1558….no tengo la menor idea
de lo que dice en la placa….
En 1653 Se extinguieron las
familias nobles… ¿Extraño no? No dice como “se extinguieron”…
Entre 1657-1753 Los barones de
Metternich Burscheid son los nuevos dueños de la tierra.
En 1803…nuevos barones (los de
Dorth) se trasladan allí.
Y en 1910, el estado se hace
propietario de las ruinas.
Ruinas de Hinterburg |
Caminando entre las ruinas, no
nos salvamos de subir unos cuantos peldaños. Hay mucho por recorrer todavía.
Continuamos caminando por el
parque y los árboles nos dan un poco de frescura…Pero no se preocupen, no soy
la gata Flora. Para mí, es calor es divino y me gusta mucho, no me voy a quejar
del calor.
Llegamos a otro castillo, se
llama Mittelburg pero en este caso, es una propiedad privada.
Mittelburg |
Continuamos caminando por una
calle en bajada. Ya estamos en contacto con casas normales y jardines arreglados con tanto
esmero que dan envidia.
algunas terrazas...miren qué lindas las parras! |
Nosotros llegamos a una calle muy
transitada y debemos dar la vuelta para ver el frente del Mittelburg.
Mittelburg desde el frente. |
Debemos continuar. Hay que ver el
Burg Dislberg, donde no solo se encuentra el castillo, sino también gran parte
de la ciudad conserva su estética medieval.
Dentro de la ciudad medieval Dislberg |
Nuestro recorrido llega hasta la
Katholischer Kirche y después, nos detuvimos a almorzar en una pequeña
chocolatería, que ofrece dos o tres platos salados sencillos. El lugar se llama
Maison Chocolat. La pizza es muy rica y las tortas también. Hay una que pidió
mi hija, pensando que era brownie y no fue. En realidad es un bizcocho de
chocolate con mermelada pero no pude identificar cuál es.
Katholischer Kirche |
Postal de Dislberg |
Ahora, nos acercamos al Burg
Dislberg y lo primero que se me ocurre es que, se aprecia mejor desde lejos. Los
castillos forman parte de un paisaje, de un cuadro… y para ver un cuadro, se
sabe que es a cierta distancia.
Burg Dislberg desde más cerca. |
Con el verano tan cerca, el
pueblo hace ferias de diferentes tipos. Hay puestos de artesanías y también de
productos usados. Es todo tan lindo…la
gente pasea sin problemas. Los chicos toman helado, los abuelitos cruzan por
cualquier lado… y nosotros en medio de todo eso, arriba del auto. Es que
nuestra amiga del GPS no sabe de ferias…y nos pretende enviar por el centro del
pueblo… No se puede ir por aquí.
Decidimos tomar un camino que nos aleje del centro. Hasta que el GPS se
convenza de que por ahí no vamos y se ilumine nuevamente para contarnos que
“recalculó” un nuevo camino.
Con el inconveniente del
navegador resuelto, nos disponemos a caminar hasta el Burg Hirschhorn, que
actualmente es un hotel y restaurant.
Burg Hirschhorn |
Burg Hirschhorn |
Hay que subir escaleras…muchas
escaleras… Quizás, debiera incluir
chistes sobre escaleras, para suavizar el paso.
Nuestra siguiente ciudad se llama
Eberbach, donde se encuentra el Burg Zwingenberg que es de propiedad privada.
El camino hacia ese castillo
tiene diferentes segmentos, empieza por calles adoquinadas, luego escaleras
para sortear la estación de tren y luego se vuelve sendero (por momentos
barroso) en medio de árboles y plantas que explotan de verde. Casi selvático.
El caminito a Burg Zwingenberg |
El caminito a Burg Zwingenberg |
El caminito a Burg Zwingenberg |
Llegamos hasta allí, y si bien
parece cerrado, les voy a dejar una dirección de página web, donde nos informa
de visitas guiadas, eventos y la historia de este castillo que data desde el
siglo XV. La dirección en internet es: www.schloss-zwingenberg.de Está en alemán y en inglés.
Burg Zwingenberg |
Nosotros continuamos el sendero
que bordea un arroyo. Es muy fresco, gracias a los árboles. Nos renueva un
poco.
El arroyito....¡qué frescura! |
¡Otra vez al auto! Y pasamos
rápidamente por lo que creo que es Minneburg, nombrado por primera vez en el año
1339. En este caso, se trata de ruinas.
¿Minneburg? |
Pero nuestra siguiente parada es
en el Burg Guttenberg…y me voy a poner seria por un rato. Este castillo, además
de museo y otras cosas antiguas es un centro de aves de presa. Y ustedes se
preguntarán cuál es el problema. El problema es que no estamos en la edad media…hacemos de cuenta
que estamos. Ciertamente no es lo mismo. Sin embargo, los animales que se
albergan allí, no notan la deferencia entre la Edad Media y nuestros días, ya
que se encuentran en jaulas muy chicas que no les permiten ni hacer dos
aleteos…y otros, tiene grilletes en las patas con cadenas de menos de un metro
de largo. Están parados sobre un tronco… y vuelvo a hacer esta pregunta: ¿hay
necesidad? Sinceramente, en pleno siglo XXI las demostraciones de caza y demás
piruetas que puedan realizar los halcones y las lechuzas y demás animales…se
pueden reemplazar con animaciones, videos, peluches, representaciones
teatrales, infinidades de recursos que pueden entretener a los niños y también
a los grandes. De verdad, no hace falta someter
a estos animales. Yo los invito (a los que lean esto y quieran hacer la
ruta por el Valle del Neckar) a sugerir la liberación de los bichos o por lo
menos (en caso de no poder restituirlos a su ambiente natural) que las jaulas
sean más grandes. Se pueden hacer sugerencias por internet, proponer nuevas
ideas… o simplemente quejarse y decir que uno no va a pagar para ver animales
en cautiverio en esas condiciones. Por mi parte, les envié un correo
electrónico…en mi pobre inglés, haciendo saber de mi preocupación por esas
aves.
Burg Guttenberg |
Burg Guttenberg |
La verdad, me fui triste del
lugar…pensando en un pájaro de alta montaña con grillete en la pata… Todavía
hay mucho por hacer en el siglo XXI.
¿Es necesario? |
¿Es necesario? |
¿Es necesario? |
¿Es necesario? |
Nosotros, continuamos hasta la
ciudad imperial de Bad Wimpfen. Su aspecto
medieval es sorprendente. A mí me alegra visitar este tipo de ciudades…y
me alegra más vivir en este siglo… habría sido la bruja más infeliz de toda la
Edad Media…si hubiera tenido la suerte de nacer durante esa época.
Postal de Bad Wimpfen |
Debemos estacionar y pagar…0,75
euros…es una locura, ¡hasta los precios son del medioevo!
Ahora nos detenemos en una
joyería, cuyo edificio parece de juguete. Todo está prolijo y ambientado hasta
el detalle.
Una joyería medieval |
Antes de continuar, nos detenemos
por un helado, y en mi caso, un milkshake de frutillas: riquísimo. El nombre
del lugar se llama “La Piazza”.
La Piazza |
La Piazza |
Con combustible nuevo, vamos por
la Blauer Turm, una torre de vigilancia del año 1200.
Blauer Turm |
También hay una casa con 400 años
de antigüedad, en donde vivió una familia noble en su momento. ¡Todo suma!
La casa de 400 años |
Ahora vemos las arcadas de la gran sala del palacio imperial del año
1200. La vista panorámica también es muy
buena.
la gran sala del palacio imperial del año 1200 |
la gran sala del palacio imperial del año 1200 |
Nuestro recorrido nos lleva a la
Roter Turm, en este caso…sin el techo, que estimo, fue rojo en algún momento.
Roter Turm |
vista desde Roter Turm |
Ahora vemos la iglesia evangélica
de la ciudad.
Iglesia evangélica de la ciudad. |
Ya nos vamos… con el medioevo por
fuera y lo moderno por dentro; con ideas del medioevo y repudios del siglo XXI;
con las artes culinarias antiguas y el turismo que enlaza a todos…
Este siglo, no se salvará de un
tango, porque el cambalache sigue presente…ojalá ya haya nacido algún Discépolo
para escribirlo…
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