lunes, 24 de junio de 2013

Valle del Neckar, Alemania.


Valle del  Neckar, Alemania

16 de junio de 2013

Este viaje es distinto a los demás. No solo porque el sol nos acompaña y nos regala un día caluroso de los mejores, sino porque nuestra excursión abarcara diferentes ciudades para realizar la ruta de los castillos (Una de las tantas rutas…hay otras más famosas). Más que castillos podrían ser una especie de fortalezas.

Llegamos primero a Dilsberg, y estacionamos para fotografiar al Burg Dilsberg. Logramos muy buenas fotografías desde este punto. Por suerte, muchos de los “Burg” se llaman como las ciudades donde están.

Burg Dilsberg
Este paseo, se caracterizará por mucho auto y paradas. A muy pocos metros de allí, hay otro estacionamiento, donde podemos acceder a las “Ruinas de Hinterburg”.  El acceso, es por un sendero bastante precario. Este tipo de cosas no se puede hacer con zapatos.   Otra característica de estas excursiones es que tiene más turistas europeos que de otras partes del mundo. Forma parte de los paseos menos conocidos.

Ruinas de Hinterburg
Desde las ruinas de Hinterburg, se pueden observar un paisaje hermoso del río Neckar y los campos verdes.

Vista del río Neckar
Algunos datos sobre Hinterburg, de acuerdo con la placa que se halla en el lugar:

placa de Hinterburg
En el año 1120 se inicia la construcción.

En 1142 se hizo mención por primera vez del castillo y del señor (el lord) de Bligger I

En 1200 se hizo una ampliación a manos de Bligger II.

En 1272 se convirtió en propiedad del obispado de Speyer.

En 1350 fue otorgado a varias familias nobles e iniciaron una nueva reconstrucción de un  palacio.

En 1450 se inició la construcción de un puente levadizo.

En 1558….no tengo la menor idea de lo que dice en la placa….

En 1653 Se extinguieron las familias nobles… ¿Extraño no? No dice como “se extinguieron”…

Entre 1657-1753 Los barones de Metternich Burscheid son los nuevos dueños de la tierra.

En 1803…nuevos barones (los de Dorth) se trasladan allí.

Y en 1910, el estado se hace propietario de las ruinas. 

Ruinas de Hinterburg
Caminando entre las ruinas, no nos salvamos de subir unos cuantos peldaños. Hay mucho por recorrer todavía.

Continuamos caminando por el parque y los árboles nos dan un poco de frescura…Pero no se preocupen, no soy la gata Flora. Para mí, es calor es divino y me gusta mucho, no me voy a quejar del calor.

Llegamos a otro castillo, se llama Mittelburg pero en este caso, es una propiedad privada.

Mittelburg
Continuamos caminando por una calle en bajada. Ya estamos en contacto con casas  normales y jardines arreglados con tanto esmero que dan envidia.

algunas terrazas...miren qué lindas las parras!
Nosotros llegamos a una calle muy transitada y debemos dar la vuelta para ver el frente del Mittelburg.

Mittelburg desde el frente.
Debemos continuar. Hay que ver el Burg Dislberg, donde no solo se encuentra el castillo, sino también gran parte de la ciudad conserva su estética medieval.

Dentro de la ciudad medieval Dislberg
Nuestro recorrido llega hasta la Katholischer Kirche y después, nos detuvimos a almorzar en una pequeña chocolatería, que ofrece dos o tres platos salados sencillos. El lugar se llama Maison Chocolat. La pizza es muy rica y las tortas también. Hay una que pidió mi hija, pensando que era brownie y no fue. En realidad es un bizcocho de chocolate con mermelada pero no pude identificar cuál es.

Katholischer Kirche
Postal de Dislberg
 
 
Ahora, nos acercamos al Burg Dislberg y lo primero que se me ocurre es que, se aprecia mejor desde lejos. Los castillos forman parte de un paisaje, de un cuadro… y para ver un cuadro, se sabe que es a cierta distancia.

Burg Dislberg desde más cerca.

Con el verano tan cerca, el pueblo hace ferias de diferentes tipos. Hay puestos de artesanías y también de productos usados.  Es todo tan lindo…la gente pasea sin problemas. Los chicos toman helado, los abuelitos cruzan por cualquier lado… y nosotros en medio de todo eso, arriba del auto. Es que nuestra amiga del GPS no sabe de ferias…y nos pretende enviar por el centro del pueblo… No se puede ir por aquí.  Decidimos tomar un camino que nos aleje del centro. Hasta que el GPS se convenza de que por ahí no vamos y se ilumine nuevamente para contarnos que “recalculó” un nuevo camino.

Con el inconveniente del navegador resuelto, nos disponemos a caminar hasta el Burg Hirschhorn, que actualmente es un hotel y restaurant.

Burg Hirschhorn

Burg Hirschhorn

Hay que subir escaleras…muchas escaleras…  Quizás, debiera incluir chistes sobre escaleras, para suavizar el paso.

Nuestra siguiente ciudad se llama Eberbach, donde se encuentra el Burg Zwingenberg que es de propiedad privada.

El camino hacia ese castillo tiene diferentes segmentos, empieza por calles adoquinadas, luego escaleras para sortear la estación de tren y luego se vuelve sendero (por momentos barroso) en medio de árboles y plantas que explotan de verde. Casi selvático.

El caminito a Burg Zwingenberg

El caminito a Burg Zwingenberg

El caminito a Burg Zwingenberg
Llegamos hasta allí, y si bien parece cerrado, les voy a dejar una dirección de página web, donde nos informa de visitas guiadas, eventos y la historia de este castillo que data desde el siglo XV. La dirección en internet es: www.schloss-zwingenberg.de   Está en alemán y en inglés.

Burg Zwingenberg
Nosotros continuamos el sendero que bordea un arroyo. Es muy fresco, gracias a los árboles. Nos renueva un poco.

El arroyito....¡qué frescura!
¡Otra vez al auto! Y pasamos rápidamente por lo que creo que es Minneburg, nombrado por primera vez en el año 1339. En este caso, se trata de ruinas.

¿Minneburg?
Pero nuestra siguiente parada es en el Burg Guttenberg…y me voy a poner seria por un rato. Este castillo, además de museo y otras cosas antiguas es un centro de aves de presa. Y ustedes se preguntarán cuál es el problema. El problema es que  no estamos en la edad media…hacemos de cuenta que estamos. Ciertamente no es lo mismo. Sin embargo, los animales que se albergan allí, no notan la deferencia entre la Edad Media y nuestros días, ya que se encuentran en jaulas muy chicas que no les permiten ni hacer dos aleteos…y otros, tiene grilletes en las patas con cadenas de menos de un metro de largo. Están parados sobre un tronco… y vuelvo a hacer esta pregunta: ¿hay necesidad? Sinceramente, en pleno siglo XXI las demostraciones de caza y demás piruetas que puedan realizar los halcones y las lechuzas y demás animales…se pueden reemplazar con animaciones, videos, peluches, representaciones teatrales, infinidades de recursos que pueden entretener a los niños y también a los grandes. De verdad, no hace falta someter  a estos animales. Yo los invito (a los que lean esto y quieran hacer la ruta por el Valle del Neckar) a sugerir la liberación de los bichos o por lo menos (en caso de no poder restituirlos a su ambiente natural) que las jaulas sean más grandes. Se pueden hacer sugerencias por internet, proponer nuevas ideas… o simplemente quejarse y decir que uno no va a pagar para ver animales en cautiverio en esas condiciones. Por mi parte, les envié un correo electrónico…en mi pobre inglés, haciendo saber de mi preocupación por esas aves.

Burg Guttenberg

Burg Guttenberg
La verdad, me fui triste del lugar…pensando en un pájaro de alta montaña con grillete en la pata… Todavía hay mucho por hacer en el siglo XXI.

¿Es necesario?

¿Es necesario?

¿Es necesario?

¿Es necesario?
Nosotros, continuamos hasta la ciudad imperial de Bad Wimpfen. Su aspecto  medieval es sorprendente. A mí me alegra visitar este tipo de ciudades…y me alegra más vivir en este siglo… habría sido la bruja más infeliz de toda la Edad Media…si hubiera tenido la suerte de nacer durante esa época.

Postal de Bad Wimpfen
Debemos estacionar y pagar…0,75 euros…es una locura, ¡hasta los precios son del medioevo!

Ahora nos detenemos en una joyería, cuyo edificio parece de juguete. Todo está prolijo y ambientado hasta el detalle.

Una joyería medieval
Antes de continuar, nos detenemos por un helado, y en mi caso, un milkshake de frutillas: riquísimo. El nombre del lugar se llama “La Piazza”.

La Piazza

La Piazza
Con combustible nuevo, vamos por la Blauer Turm, una torre de vigilancia del año 1200.

Blauer Turm
También hay una casa con 400 años de antigüedad, en donde vivió una familia noble en su momento. ¡Todo suma!

La casa de 400 años
Ahora vemos las arcadas  de la gran sala del palacio imperial del año 1200.  La vista panorámica también es muy buena.

la gran sala del palacio imperial del año 1200

la gran sala del palacio imperial del año 1200
Nuestro recorrido nos lleva a la Roter Turm, en este caso…sin el techo, que estimo, fue rojo en algún momento.

Roter Turm

vista desde Roter Turm
Ahora vemos la iglesia evangélica de la ciudad.

Iglesia evangélica de la ciudad.
Ya nos vamos… con el medioevo por fuera y lo moderno por dentro; con ideas del medioevo y repudios del siglo XXI; con las artes culinarias antiguas y el turismo que enlaza a todos…

Este siglo, no se salvará de un tango, porque el cambalache sigue presente…ojalá ya haya nacido algún Discépolo para escribirlo…

 
Nos vamos...

 

 

 

 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario