Roma
27 de octubre de 2013
La batería de la cámara de fotos
estaba agotándose. La tragedia del día fue: la falta de repuesto. Mi esposo buscó y revolvió su mochila hasta
quedar convencido que la batería de remplazo no estaba allí. Y lo peor, no
sabíamos si la perdimos en la calle o la olvidamos en el hotel. Nuestro “plan
B” era utilizar la cámara del celular… pero ya estábamos con el ánimo bastante
alterado. La calidad de las fotos no es la misma. Tuvimos que hacer “economía
de guerra” con las fotos.
A metros del restaurante donde
almorzamos, se encuentra la Fontana de Trevi.
De tantas películas con la famosa fuente detrás… ¿cómo no se me ocurrió
que “editaban” gente?
Fontana de Trevi |
Antiguamente (en la época en que
los acueductos romanos no eran ruinas para mirar), se tenía por costumbre hacer
una fuente en el punto final del acueducto. En este caso, es el fin del Aqua
Virgo (Acqua Vergine) un acueducto que proviene de una fuente de agua pura que, con ayuda de una virgen, pudieron
descubrir a sólo 22 kilómetros de Roma.
Fontana de Trevi |
Y digo yo… teniendo al Tíber,
¿por qué hacían tantos acueductos? Bueno, la abundancia puede traer algunos
excesos. El Tíber, era utilizado para arrojar aguas cloacales y otros
desperdicios. Por lo que a esa altura de la historia, estaba altamente
contaminado. El Aqua Virgo funcionó durante 400 años y no fue hasta que los
godos interrumpieron el acueducto para asediar Roma (ya les había contado sobre
estos muchachos cuando hablé de las Termas de Diocleciano), que los romanos
tuvieron que abastecerse de aguas contaminadas del río y de las primeras napas
de agua obtenidas de pozos. Esto ocurrió durante el medioevo, tengo que suponer
que, se habrán enfermado bastante.
Al principio, esta fuente no era
tan fabulosa. Se introdujeron
modificaciones y la fuente actual se terminó en el año 1762. Está por
descontado que tiramos monedas a la fuente, porque definitivamente Roma es para
volver.
En diagonal a la Fontana de
Trevi, se encuentra la Chiesa dei Santi
Vincenzo e Anastasio a Trevi que, solo se las puedo mostrar por fuera…
porque no entramos. Hay muchas y
demasiadas cosas que mirar. Pero les dejo el nombre, por si quieren buscarla
por internet y ver si para ustedes vale la pena visitar.
Chiesa dei Santi Vicenzo e Anastasio a Trevi. |
A 5 cuadras de la fuente de
Trevi, está la Piazza Colonna. Allí
podemos apreciar el Palazzo Chigi y
la Columna de Marco Aurelio. El Palazzo
Chigi, era la embajada del Imperio austrohúngaro y hoy es la sede del gobierno
italiano.
Palazzo Chigi, Piazza Colonna. |
La columna de Marco Aurelio es un
monumento que se construyó entre los años 176 y 192 para celebrar las victorias
del emperador romano Marco Aurelio contra los germanos y los sármatas. En el
tope de la columna, se encontraba una estatua del emperador, pero fue sustituía
por una de San Pablo, por orden del Papa Sixto V en el siglo XV.
Columna de Marco Aurelio, Piazza Colonna. |
Nuestra
visita continúa a la Piazza Montecitorio.
Es muy ventajoso que los palacios tengan el mismo nombre que las plazas. Sobre
todo a los fines de poder contarles correctamente algunas cosas. Estamos ante
el Palazzo Montecitorio sede de la
cámara de diputados de Italia.
Palazzo Montecitorio |
Como verán,
hay protestas. Como en cualquier país normal. Lo que me llama la atención es el obelisco,
que no parece ser de por aquí.
Obelisco Montecitorio, y la protesta. |
En efecto, el Obelisco de Montecitorio
fue erigido en época de Psametico II en Heliópolis (faraón egipcio). El
emperador romano César Augusto (“romanus
in ocasión de robus”) ordenó llevarlo a Roma para usarse como un gran reloj
solar en el Campo de Marte (eso fue para el año 10 AC). Se derrumbó en
el siglo X (columnus colapsus). El
papa Sixto V ordena levantarlo en 1587 (la
columnus is backus). Benedicto XIV lo restaura y lo vuelve a erigir en el
siglo XVIII (columnus recargadus).
Actualmente se encuentra en la Piazza di Montecitorio, en Roma.
Ya me parecía que esos
“garabatos” nada tenían de romano y mucho tenían de egipcio… Espero sus
comentarios acerca de los míos en negritas,
en esta época en que la historia se tergiversa tanto… yo también quiero
contribuir con mis “toques imaginativus”, como diría un romano de la
antigüedad.
Pasemos a ver alguna columna
antigua romana… tengo ganas de “algo más romano”. Vemos ahora en la Piazza di Pietra: el templo de Adriano. Sólo quedaron en pie 11 de las 15 columnas
corintias que alguna vez fueron parte del templo. Las columnas descansan sobre
un edificio construido en el siglo XVII. Hoy es una galería de arte y un museo
dedicado a Adriano.
Templo de Adriano. |
¿Y quién fue Adriano? Empecemos
por el principio… fue un niño. ¡No tan “principio”! Digamos que gracias a su
gestión llegó a ser un emperador romano. ¿Habrá tenido que sufrir la inflación
don Adriano? No, aunque se llevaba a las patadas con el Senado. Pero quizás
tuviera razones para ello, ya que introdujo reformas un tanto radicales y puso
en funciones a gente experta, desplazando a los que “por cuna” les correspondía
el cargo… Eso, es imperdonable…
La idea de Adriano no era
expandir más el imperio. Era defender lo que ya se había conquistado. Es así,
que su política de defensa continuó con adiestramientos permanentes de los
soldados a fin de mantener alta la moral y evitar revueltas. Pienso que estar todo el día mirando la nada,
debe ser muy aburrido para un soldado acostumbrado a saquear ciudades…
Templo de Adriano |
El historiador Edward Gibbon afirmó que admiraba su «enorme y
activo genio», así como su «equidad y moderación», asimismo, describe su
reinado como «la época más feliz de la historia de la humanidad».
Templo de Adriano. |
Adriano no era tan mal emperador después de todo.
En el borde de nuestro mapa partido en 3, vamos hacia la iglesia San
Ignacio de Loyola. Construida en el año 1626 y sólo tengo una foto del
interior: el ábside (es la parte de la iglesia situada en la cabecera.
Generalmente tiene planta semicircular pero puede ser también poligonal.). Las
pinturas de la nave principal fueron realizadas por el artista Andrea Pozzo.
Chiesa San Ignacio de Loyola. |
“Obra de Pozzo. La pala de
altar trata el llamado pasaje de La Storta. San Ignacio tenía deseos de ir a
Tierra Santa pero no pudo ir al ponerse a disposición del Papa. Desconsolado,
entra a orar en la capilla de La Storta, donde se le aparecen Padre e Hijo que
le invitan a Ignacio a ponerse a su servicio”.
Ábside de la iglesia San Ignacio de Loyola. |
¡Cuántas cosas bellas y nosotros
sin cámara que aguante!
Antes de continuar, quiero nombrarles,
a una iglesia más que fotografié con mi celular. Están en esta zona… por si les
gusta el “turismo eclesiástico”: Basilica dei Santi Ambrogio e Carlo al
Corso. La dirección es: Via
del Corso 437, 00186 Roma, It. Dejo el link de la basílica para que den una
vuelta por la galería de fotos.
Basilica dei Santi Ambrogio e Carlo al Corso. |
Todavía no termina nuestro primer día en Roma.
Tienda de relojes... en algún lugar perdido de Roma peatonal. |
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