domingo, 8 de diciembre de 2013

París con mamá. Parte 1/2


París con mamá

22 de octubre de 2013

Como les dije, lindo fue París con mis suegros y ahora me toca con mamá.  Dos días para conocer e ir para donde se nos cante. Aunque claro, repetimos algunos lugares porque para mi madre es la primera vez en esta bellísima ciudad.  También fueron mis hijas… a mi esposo le dimos vacaciones.

Y eso significa que el mapa lo llevo yo, por lo tanto,  nuestra capacidad de perdernos y terminar en cualquier parte corre absolutamente por mi cuenta. Eso es casi una garantía… perdernos.

Ya les aclaré que no voy a contarles de las “figuritas repetidas”.

Nos hospedamos en el Tim Hotel a una cuadra y media de la estación de trenes Gare De L’Est aunque me costó un poco ubicarme en el mapa porque esta ciudad tiene más diagonales que iglesias. Y eso significa muchas diagonales. Le podemos sumar que soy un manojo de nervios que se auto presiona. Yo pienso, si no encuentro el hotel que está a menos de dos cuadras de la estación, ¿cómo haré para ir de un lugar a otro en esta enorme ciudad?

Gare de l'Est.
Por suerte encontré el lugar. Y ahora a pasear de lo lindo.  Según nuestro recorrido planificado hoy iremos a las Galeries Lafayette, caminaremos por Avenue des Champs Elysees, luego Trocadéro y finalmente la Tour Eiffel.

Durante este viaje, utilizamos con frecuencia el metro de París. Si bien es más lindo caminar, hay que tener en cuenta que los lugares de nuestro interés están un poco lejos entre sí y nos podemos cansar demasiado.

Galeries Lafayette.
Una vez en Galeries Lafayette miramos todos los pisos dedicados enteramente a nosotras hasta llegar a la terraza (mi lugar preferido) y observar París con tranquilidad. Hoy les voy a contar un poco más sobre el edificio que está frente a la galería: La Opera Garnier.
Ópera Garnier.
 
“La Ópera Garnier, también conocida como Palacio Garnier u Ópera de París, es uno de los edificios más característicos del IX Distrito de París y del paisaje urbano de la capital francesa. Napoleón III ordenó su construcción al arquitecto Charles Garnier, quien lo diseñó en estilo Neobarroco.

Vista desde la Galeries Lafayette.


Desde su inauguración en 1875, la ópera fue llamada oficialmente Academia Nacional de Música — Teatro de la Ópera. Conservó su título hasta 1978 cuando fue renombrada Teatro Nacional de la Ópera de París. En 1989 la Compañía de la Ópera trasladó su sede al recién construido Teatro de la Bastilla y su vieja sede recibió el nombre de Palacio Garnier, donde permanece la Academia Nacional de Música. A pesar del cambio de nombre oficial y del traslado de la Compañía de la Ópera, el Palacio Garnier sigue siendo conocido popularmente por el nombre de Ópera de París”.


Les cuento que mientras leía la información en Wikipedia, ya me estaba preocupando de informar con inexactitud… porque siempre dije “Ópera de París”, ignorando que este edificio lleva otro nombre.

Otra iglesia muy linda que también se aprecia desde aquí es la eglisé de la Sainte Trinité (Iglesia de la Santísima Trinidad). Y es bastante nueva. Su construcción data del siglo XIX.
 
Eglisé de la Sainte Trinité
 


Otra vez en la vereda, dimos la vuelta a la Opera Garnier y la apreciamos de frente. En la Place de l’Opera se encuentra una estación de metro que nos llevará al Arc de Triomphe Etoile (Arco del Triunfo).


Opera Garnier
Antes de bajar al metro, vemos el Café de la Paix. Un café histórico de la ciudad que fue frecuentado por varios artistas que trabajaban en la ópera y también otros famosos no relacionados con el arte.
 
Café de la Paix
 


Desde el arco, tomamos otra avenida: Avenue Kléber. ¿Y quién fue este señor? Bueno, según los franceses, uno de los grandes generales de la época revolucionaria francesa.  Y su estatua, se encuentra en su  ciudad natal: Estrasburgo. ¡Y yo, estuve ahí e incluso le saqué foto! Pero no me di cuenta hasta que lo leí en Wikipedia.  ¡Qué cosas curiosas que pasan!

Por la Avenue Kléber
En Avenue des Champs Elysees. Es linda postal.


De camino a la torre, sobre una calle perpendicular a la Avenue Kléber, una bandera que flamea nos llama la atención por su familiaridad: estamos ante la embajada argentina.  La dirección es: 6 Rue Cimarosa 75116 Paris, France.

Embajada argentina.
Llegamos a la zona de Trocadéro. Observamos la torre desde aquí y nos detuvimos a descansar un poco. También descubro que este lugar se lo conoce  con el nombre de Palais de Chailliot. Construido para la exposición universal de 1937.

Palais de Chailliot.
Como nos sentamos unos minutos, la gran fuente comenzó a funcionar.

Palais de Chailliot.

Palais de Chailliot.
Desde allí, al Pont d’Iena (Puente de Jena), el cuál  tiene una historia de venganzas detrás.

Por el Pont d'lena.

 Fue Napoleón Bonaparte quien el 14 de octubre de 1806 decidió construir el puente situándolo justo enfrente de la Escuela Militar. De hecho, entre las denominaciones que se barajaron para la obra, una de ellas fue la de puente de la Escuela Militar, también se pensó en llamarlo puente del Campo de Marte por su cercanía con la Torre Eiffel, sin embargo se optó finalmente por puente de Jena en recuerdo de la Batalla de Jena. En 1808, se iniciaron las obras, concluyendo en 1814.[]

En 1815, en plena caída del Primer Imperio, los prusianos llegaron a París comandados por el General Blucher, el mismo que Napoleón había derrotado en Jena, este ordenó la destrucción del puente aunque el rey Luis XVIII consiguió evitarlo y propuso un cambio de nombre. De esta forma y hasta la llegada al poder de Luis Felipe I el puente pasó a llamarse puente de la Escuela Militar.[]

En 1937, el puente es ensanchado para paliar su escasa capacidad, un problema que se había puesto de manifiesto en la Exposición Universal de 1900. Pasa así de los 14 metros iniciales a algo más de 30 metros.

¡Ay este Napoleón que le ponía nombre a todo! ¡Imagínense si no hubiera ganado nada! Hoy París sería una ciudad de chozas sin arcos, ni puentes ni palacios…

Aunque creo que debió probar con otros nombres. Yo les dejo mis sugerencias a la ciudad de París: “La amisté”; “Un champán y un brioche” “Oh lá lá y no jodemos más” (con tono francés suena muy melodioso y nos evitamos de andar cambiando nombres cuando se pierden batallas).

La Tour Eiffel sigue igual, en el mismo lugar con la misma cantidad de tiempo de espera para subir y las nubes amenazantes preparadas para mojarnos apenas lleguemos al top. ¡Ah sí! La entrada hasta lo más alto cuesta €14,50 por persona. Si nunca fueron, no se lo pierdan. Si ya lo hicieron, Galeries Lafayette brinda vistas de París gratis.
Vista a Trocadéro desde la Torre Eiffel.
 

Se largó a llover… y con viento también.

Emprendimos la huida hasta el hotel. Desde aquí, debemos cruzar todo Champ de Mars hasta llegar a la Ecole Militaire donde hay otra boca de metro y luego debemos hacer combinación en la Ópera Garnier para llegar finalmente a Gare de l’Est. Suena tan bien, tan perfectamente pensado, todo planificado hasta el detalle…

Lo único que no tomé en cuenta fue que el metro suspendiera su servicio a  mitad de camino. No entendí la razón de la interrupción del viaje, demasiadas jotas para mi gusto. Debimos abandonar en la estación Place de la Concorde y desde allí caminar a la ópera. Y la lluvia también nos acompañó, ¡mirá si se iba a perder semejante espectáculo!

Mis nervios puestos a prueba, con el mapa que se deshacía en pedazos y con todo esto casi terminé el día sin perderme ni una sola vez.

Así, tuvimos oportunidad de ver el Palais Madeleine. Y resulta que no es palacio… es iglesia. Recapitulando, tuvimos la oportunidad de ver la eglisé de la Madeleine. ¿Y por qué no se parece a una iglesia? Bueno, lo que pasa es que desde que se pensó hasta que se terminó, la “indecisa Francia” pasaba de reyes a república cada dos por tres. La iglesia tardó 80 años en construirse e incluso en medio de los diferentes gobiernos, los proyectos para darle otro fin eran muchos y muy importantes. Cada responsable al  mando del país, o imperio –dependiendo de año que estuviéramos- decidía algo distinto.
Eglisé de la Madeleine.
 


Con el cielo todo gris y la noche que llega más rápido, podemos ver como los comercios y edificios se iluminan.  Ya estamos a unas cuadras de Galeries Lafayette. Es hora de sumergirnos en el metro.

Al fondo, Galeries Lafayette.
Y ya no saco más fotos… mañana habrá más para ver.

 
Me pareció lindo este bar.

 

 

 

 

1 comentario:

  1. ¡Hola a todos! Hoy salió un artículo en el diario Clarín sobre la visita de la presidente argentina en París. Y cuenta además, datos muy interesantes sobre el hotel que se hospeda. Por lo que entendí, es sobre el Café de la Paz. Me pareció oportuno adjuntar esa nota a mi relato.
    ¡Saludos a todos!

    http://www.clarin.com/politica/Cristina-Paris-Hotel_0_1103889870.html

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