Alessandria y
Castellazzo Bormida
9 de julio de 2013
Castellazzo Bormida
Hoy no nos levantamos tan
temprano. El palacio municipal abre a las 10 de la mañana, así que no hizo
falta tanto sacrificio. El desayuno en
el hotel Europa es bárbaro. Las frutas frescas saben delicioso y el espacio
entre las sillas es más que adecuado.
Partimos de allí, para llegar 15 minutos antes de la apertura del
palacio municipal.
En un estacionamiento de Castellazzo, muy cerca del Palacio municipal |
Yo, siempre estuve acostumbrada a
que este tipo de oficinas estén repletas de gente. Es extraño, subir escaleras
y no ver a ninguna persona.
El palacio municipal |
Interior del Palacio municipal |
Casi por intuición, nos dirigimos
a unos mostradores y esperamos un rato,
porque una persona llegó antes que nosotros. Uno, realmente viene con muchas ideas
preconcebidas…algunas generadas de la experiencia propia, y otras generadas por
la misma violencia social que uno vio a lo largo de tantas realidades de
oficinas públicas de otros países… Entonces, tratando de no alentar falsas
expectativas pero tampoco de desanimar a nadie (después de todo uno hizo mucho
esfuerzo en llegar hasta acá), esperé a que mi suegra (emociones e idioma
extranjero a cuestas) pudiera explicarle al empleado municipal la razón de
nuestra visita. Uno puede pensar ¿le
importará un poco a este señor toda la historia familiar de mi
familia? ¿Terminaremos a los gritos, como uno imagina que finalizan casi todas
las conversaciones en este país?
Para sorpresa (mía), el señor la
escuchó con mucha atención. Y cómo será la suerte, que hasta sabía hablar
español. Entonces, nos ayudó aportando alguna información de familiares
lejanos. Yo no sé, si en todas las comunas
son así de amables…sólo puedo hablar de lo que nos pasó a nosotros.
Con la dirección en mano, fuimos
en la búsqueda…a pocas cuadras de allí.
En un edificio, hicimos nuestra primera presentación. Nos atendió una
señora, y nos explicó dónde se halla la casa (¿original? ¿Familiar?). Por lo
que entendí, o mejor dicho, lo que me explicó mi suegra, es que ellos son
parientes aún más lejanos. Debemos ir a la otra dirección.
Llegamos a una casa que, según
Mirta (mi suegra) es muy parecida a las descripciones que le hacía su abuelo. Casi no quedaban dudas. Aprovechamos para
sacar unas cuantas fotos…aunque todavía estábamos juntando valor para tocar el
timbre…el perro con sus ladridos nos hizo el favor y la dueña de casa abrió el
portón antes que tuviéramos la oportunidad de hacerlo sonar.
La casa de la familia |
Yo no sé nada de genética…pero
casi tuve una clase práctica ese día. La señora en cuestión, es la viuda de
algún primo lejano de Mirta. Y les puedo decir, que hasta usan el mismo
delineador de ojos… Yo no podía creer…es como si en la zona, solo hubiera
mujeres así. Como si todas tuvieran un lunar igual en el brazo, o mancha de
nacimiento distintiva… ¡Qué sé yo! En medio de sonrisas y algunas lágrimas…yo
estaba un poco preocupada de que no se
lleve un susto o algo la señora Franca (se las presento) por tamaña sorpresa,
una mañana de verano que parecía tan normal.
Enseguida nos invitó al patio y
trajo fotos para conversar y hallar al familiar en común. Ahí nos enteramos de
su viudez, casi de dos años. También nos presentó a uno de sus nietos. Y la
charla fue amena y cálida. Parece que hubieran conversado durante toda su vida.
Y como Franca quería que conociéramos a sus dos hijas y nietos, quedamos en
volver a las 19,30 horas para ir a cenar unas pizzas a un lugar que conocen
ellos. No nos queda más que hoy, debemos aprovecharlo bien.
El jardín con sus árboles frutales. |
Nos fuimos de allí más que felices.
Tomamos un refrigerio en una confitería de Castellazzo Bormida. El lugar se
llama Confitería Laguzzi. Y luego,
sacamos fotos a otros sitios turísticos o históricos como por ejemplo, La torre
del reloj.
La torre del reloj |
La torre del reloj |
También pasamos por una iglesia
llamada Confraternita di San Sebastiano y otra más, que se encuentra en la
entrada del pueblo. Se llama Santuario della Beata Vergine della Madonina. Nos despedimos de la familia, hasta la noche.
Alessandria
A pesar del calor, Germán y yo
fuimos a pasear por Alassandria. Los demás, intentaron reponer fuerzas para
volver a la noche.
Paseando por Alessandria |
Empezamos por la Piazzetta Santa
Lucía y volvimos a pasar por la Piazzetta della Lega Lombarda. De ahí, hasta la Piazza Libertà.
Piazzetta Santa Lucía |
Piazzeta della Lega Lombarda |
Allí podemos ver el Pallazzo
comunale y el Palazzo Ghilini. Cuando
llegamos a la esquina de la plaza, vemos hacia un costado, la cámara del
trabajo.
Pallazzo comunale |
Palazzo Ghilini |
Cámara del trabajo. |
Continuamos nuestro camino en
busca de la Catedral. Antes, pasamos por
el Palazzo Cuttica (es un museo).
Campanario de la catedral |
Palazzo Cuttica |
Llegamos a la Catedral y nos
encontramos con algunas cosas en la piazzetta.
Primero, un monumento dedicado a Gagliaudo, un campesino que, según la leyenda,
se le atribuye haber salvado a la ciudad del asedio de Barbarroja en el año
1174. ¿Cómo fue eso? Pues bien,
rápidamente les cuento. Alessandria estaba sitiada por el ejército de
Barbarroja. Entonces, Gagliaudo toma su vaca y le da de comer cereal, que en
ese momento era muy valioso porque se estaba pasando mucha hambre. Sale con su
vaca de la ciudad y se deja capturar por el ejército de Barbarroja. Por
supuesto, la vaca es sacrificada para alimentar al ejército. Pero les llama la
atención que, en el estómago del animal hubieran cereales. Entonces, Barbarroja
ordena interrogar al campesino quien contesta que en su ciudad, abundan los
alimentos y por eso, se los dan a las vacas…porque no tienen donde guardarlo.
Barbarroja, le creyó… y pensando que tomar la ciudad pudiera tardar varios meses,
decidió retirarse.
Catedral de Alessandria |
Monumento a Gagliaudo |
Linda leyenda. Todas las ciudades
tienen alguna.
También encontramos un bajorrelieve
perteneciente al bisel de la puerta de la Torre cívica. No me queda claro si
trasladaron el bajorrelieve o si eso, era la Torre cívica.
Bajorrelieve de la torre cívica |
Y por último, una columna de granito,
perteneciente a la iglesia (Chiesa) San Siro la cual, no existe más.
Columna de granito |
Retomamos la calle y encontramos otra
iglesia más. En este caso es San
Giacomo della Victoria.
Chiesa San Giacomo della Victoria. |
Llegamos
a la Piazzetta Guglielmo Marconi. Y estamos
a pocos metros de la Piazza G. Garibaldi. Nos detuvimos un rato a sacar
fotos desde el gran estacionamiento que hay allí. Pero debimos apurarnos, ya
que hace mucho calor. Ese estacionamiento es puro asfalto y no hay árboles.
Piazzetta Guglielmo Marconi |
Piazza G. Garibaldi |
Piazza G. Garibaldi |
Retornamos
al hotel, por una peatonal. Se llama Corso Roma. Allí, hay otra iglesia llamada
S Giovannino. Y ya no nos queda mucho más por ver (a nosotros…porque en
realidad, hay más cosas). Vamos a refrescarnos y descansar para la noche.
Castellazzo Bormida
Este
relato, llega a su fin. Porque todo lo demás queda en familia. Más tarde nos
reunimos y conocimos a las hijas de Franca y a sus hijos. Luego, viajamos
hasta, lo que yo creo que es Silvano d’Orba, un pueblo cercano a Ovada al sur
de Alessandria. Allí, hay una pizzería donde se cena muy bien…y mucho. Pero no sé de qué me sorprendo.
La cena
se termina, nuestra visita también. Mis suegros están muy emocionados y las
palabras sobran.
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