lunes, 18 de febrero de 2013

Venecia, Italia. 4° Parte.


Venecia, “de romántica luz…”

Hoy…ni llueve, ni cae nieve.  Tratemos de disfrutar y hacer, todo lo que no pudimos el lunes. Ya estamos retrasados.
Postal de Carnaval, último día. Los disfrazados, se dejan tomar fotos.

Encontramos una escultura de nieve, al que la haya hecho, le quedó muy buena.
Escultura de nieve. Autor anónimo

Entre tantas iglesias, encontramos a la Chiesa di S. Apollinare…ya no recuerdo si había que pagar para entrar. 

Volvemos al Canal Grande e intentaremos llegar nuevamente a la plaza San Marco, hoy es el último día de carnaval. A propósito, una curiosidad les cuento: en Italia no hay feriados de carnaval.  Lunes y martes los italianos trabajan. 

Yo, y una dama medieval.


Esto hace que la plaza esté con menos gente. Y otra cosa linda, es que la gente disfrazada se presta para sacarse fotos.  Son todos muy amables.  ¡Obvio que son amables Estrellita! Es una de las principales fuentes de recursos de la ciudad.
Postal de carnaval

Pasamos por el café Florian, histórico por ser el más antiguo de Italia…con 300 años. Adentro, había mucha gente disfrazada. Al no ver la carta con los precios…preferimos no entrar.
Frente al café Florian

Por estos lugares, se ve mucho la estatua de un león alado, es el símbolo de la ciudad.  Y la otra escultura es San Teodoro, patrono de la ciudad.
El león alado...y la gaviota, también alada.

Seguimos sacando fotos, ahora llegamos al  “Puente de los suspiros”.  Y muy lejos del romanticismo está el origen de este nombre. Sucede que a través de este puente, se comunicaban los calabozos con el Palacio Ducal. Se dice que en este puente, los prisioneros suspiraban porque sería la última vez que vieran el mar y el cielo. Esta historia data de la época de la inquisición. Ciertamente, es muy triste este dato.
Puente de los suspiros

Ahora sí, entramos a la basílica de San Marco. Si hay que pagar…mejor elegir una linda. En principio, el acceso es libre, pero solo pueden ver la nave central. Para ver el tesoro son tres euros cada uno…y para subir y ver la ciudad desde los balcones cinco euros cada uno.  Preferimos las alturas.  Y claro, otra vez la prohibición de sacar fotos, filmar, etc., etc. Prohibición a la que nadie hacía caso…
Vista desde lo alto de la Basílica San Marco. Se ve el león alado y a San Teodoro

El trabajo en mosaicos es precioso. Y desde las alturas, sacamos más fotos de los alrededores.
Interior, basílica San Marco

Interior basílica San Marco
bajando las escaleras de la basílica San Marco

Antes de irnos a almorzar, entramos a las tiendas de máscaras.  Por supuesto, hay de todos los precios. Desde 2  hasta 200 euros. Los vendedores nos aclaran cuáles son las creadas por artesanos venecianos y cuáles son las creadas por los artesanos chinos… Nosotros elegimos un par para que nuestras hijas se sacaran fotos y se celebren el carnaval como Venecia manda.
Postal de carnaval
Una de las máscaras que compramos en Venecia y yo escribiendo este relato.

Esta vez, entramos a un bar muy chiquito, y yo pedí una torta de frutas y un café. Las nenas, una pizza cada una.
Más postales de carnaval

Luego de eso, nuestro objetivo es llegar hasta la iglesia Madonna dell’ Orto.  ¿Estrellita puteando?  ¡No!  ¡No seas mal pensada! ¡Yo no elegí el nombre! Aunque…ciertamente está en un extremo de la isla.  Antes de llegar, pasamos por la iglesia Chiesa di S. Canciano, el Hospital general y pegadito hay otra iglesia más.
Chiesa di S. Canciano, interior.

Hospital de Venecia
Santa María del Miracoli

Pasamos por otro bar y probé un trago llamado Spritz, no hay una receta exacta ya que varían las cantidades de los ingredientes dependiendo de las regiones. Básicamente es vino blanco seco, hielo, Aperol (un aperitivo), una rodaja de naranja o limón, soda o agua.  Es muy rico.
Spritz
 
Ahora, estamos por Chiesa dei Apostoli, también por la casa de  Tintoretto (pintor del Renacimiento italiano) y llegamos: Madonna dell’ Orto, estamos acá!!!
El edificio más alto es la casa de Tintoretto.
 
 
Madonna Dell'Orto

Ahora, nos vamos al barrio judío, con su sinagoga, su paredón con alambre de púas, su garita con guardias de seguridad, sus cámaras vigilando las rugas y calles…Sí, no cabe duda.
Sinagoga

Lo último que hicimos, fue ingresar a la iglesia próxima a la estación de trenes y probé una galleta (flor de galletón) de pistachos y chocolate… y un colorante verde que se hará presente en el futuro.
Tengo en mis manos la galleta de pistacho

Nos despedimos de Venecia, con la foto del gondolero…que nos quedó pendiente, pero era tal el frío y el viento que decidí preservar el romance y no exponerlo al rosario de puteadas tiritantes.
Góndola veneciana

Y nos vamos…

Venecia Sin Tí

Autores: F. DORIN, C. AZNAVOUR

 

Que profunda emoción
Recordar el ayer
Cuando todo en Venecia
Me hablaba de amor
Ante mi soledad
En el atardecer
Tu lejano recuerdo me viene a buscar.
Que callada quietud
Que tristeza sin fin
Que distinta Venecia si me faltas tú.
Una góndola va
Cobijando un amor
El que yo te entregue dime tu donde está.
Que tristeza hay en ti
No pareces igual
Eres otra Venecia
Más fría y más gris.
El sereno canal
De romántica luz
Y anoche en el encanto que hacia soñar
Que callada quietud
Que tristeza sin fin
Que distinta Venecia si me faltas tú.
Ni la luna al pasar tiene el mismo fulgor
Que triste y sola esta Venecia sin tu amor.
Como sufro al pensar que en Venecia murió
El amor que jurabas eterno guardar
Solo queda un adiós
Que no puedo olvidar
Hoy Venecia sin ti que triste y sola esta.

Postal de Venecia

 

domingo, 17 de febrero de 2013

Venecia, Italia. 3° Parte.


Venecia, “más fría y más gris…”

Otra recomendación…para aquellos que dicen “en Venecia no nieva mucho”…por favor, dejen de decir eso.
Simeón Piccolo y Canal Grande

Aunque ya sabíamos, por el pronóstico meteorológico que hoy sería un día difícil por la nieve…creo que se quedaron cortos en adjetivos.

En esta segunda serie de fotos, verán que hay muchas escenas repetidas de la noche anterior…pero ahora con luz…y nieve. Mucha, mucha nieve. Copos, copitos y copazos de nieve…

Volvemos a María Gloriosa dei Frari y aquí…nuestra primera sorpresa: hay que pagar para entrar a la iglesia.

María Gloriosa dei Frari.


María Gloriosa dei Frari, interior
La segunda sorpresa: no se pueden sacar fotos, ni siquiera sin flash. 

María Gloriosa dei Frari, interior.  Monumento al Canova


Y la tercera sorpresa: no es barato. Entrar para ver, cuesta aproximadamente 3 euros por persona. Teniendo en cuenta que somos cuatro…y que hay más de 20 iglesias en la ciudad, eso nos da tanto como: una sensación de turbación y desánimo…que se troca en injusticia, para volverse en una acción justificada  y terminar sacando fotos porque al fin y al cabo está claro que no viven de la fe cristiana…sino de los turistas, que somos nosotros. Igualmente, con esta actitud…no entramos a todas las iglesias.

María Gloriosa dei Frari, Mausoleo Tiziano


Venecia tiene muchos artesanos dedicados a la elaboración de las famosas máscaras.  Y sacamos algunas fotos a los negocios.

Un negocio de disfraces
 

Dentro de nuestro itinerario se encuentra la iglesia San Barnaba famosa por ser la fachada de la biblioteca donde ingresa Indi en   “Indiana Jones III, la última cruzada”.  Sólo por eso…allí estuvimos.  Porque dentro, es un museo donde tiene cosas  (réplicas de los artefactos)  que inventó Leonardo Da Vinci y hay que pagar para verlas.


San Barnaba


Entre tanto comercio…y la nieve gratuita, la cosa se estaba poniendo áspera. Tan así, que llegamos al Ponte dei Pugni, lugar donde se daban las peleas de puño y donde los más descuidados terminaban en el canal, ya que antes no tenía barandas.
Ponte dei Pugni

No perdimos ocasión y fotografiamos “la lancha verdulera” y también “la lancha taxi”, un lujo.
Lancha verdulera

lancha taxi

Ya es hora de almorzar…y hablando de harinas, ordenamos un sándwich y gaseosas. El baño de este lugar me pareció extraño. Por ser unisex, el inodoro está muy, muy, muy bajito! Casi de cuclillas hay que ponerse para hacer pis.  No me gustó.

Salimos y llegamos a la Gallerie dell Accademia…que vimos por fuera. Cuando hacemos  viajes de dos días, no es conveniente entrar a los museos porque se pierde mucho tiempo.
Gallerie dell Accademia

Llegamos a la iglesia María del Rosario y ya no quería caminar más. La nieve era insoportable…y el viento empeoraba las cosas.

María del Rosario

Decidimos tomar el Vaporetto y regresar al hotel.  Comienza una seguidilla de imágenes desde el Barco colectivo hasta las Ferrovías.
Vista desde el Vaporetto

Entre los edificios destacables, el Ca d’ Oro construido en  el siglo XV, hoy museo.
Ca d’ Oro

Nos tomamos el tren y llegamos al hotel aproximadamente a las 15 horas. Estamos muy cansados…el frío cansa. Sin embargo, a la tormenta le importa muy poco si tenemos frío; menos le importa si tenemos hambre. Eran las 19 horas y seguía nevando.  Germán encontró en internet un ristorante a seis cuadritas del hotel. Otra vez nos emponchamos y fuimos a comer…harinas.
nuestra caminata hacia el "ristorante"

Cenamos y la nieve se volvió lluvia. Unas cuantas ramas de árboles quebradas por el peso vimos  a nuestro paso…
Venecia Mestre, después de nevar buena parte del día.

No nieva en Venecia…es pura ilusión.

 

viernes, 15 de febrero de 2013

Venecia, Italia. 2° Parte


Venecia, “Qué profunda emoción…”

 
Con los pies en tierra italiana, todavía hay luz natural. Tomamos un micro hacia Venecia-Mestre para dejar nuestras valijas en el hotel Martello.  La señora Carla nos recibió muy amablemente.  Ya no hay luz, sin embargo es temprano y Carla nos dio un mapa y nos explicó dónde está la estación de trenes y del bus. Nos ayudó mucho, ya que nos contó sobre los horarios y lo que conviene tomar dependiendo de la hora que volvamos.

Hotel Martello

Terminado el check in: ¡A la piazza San Marco! Llegamos a la estación de Ve. Mestre y sacamos el boleto en una máquina. Pensamos que con pagar el boleto es suficiente…pero no es así en Italia.
Habitación del Hotel Martello.

Además de pagar el boleto, hay que “validarlo”. ¿Por qué? Porque el sistema permite sacar un boleto que se puede usar dentro del plazo de cuatro meses. Se “valida” cuando se utiliza el pasaje. Es decir, se pasa por un escáner que imprime la fecha del día.  Si no se valida…hay multa, una muy importante: 200 euros. Nosotros…no sabíamos de este detalle. Por fortuna nuestra, un domingo por la noche, no hay inspector que controle… pero al enterarnos del procedimiento correcto y de la multa…”por no saber”, no lo hicimos otra vez.
Plataforma de enfrente...mucha gente, mucho amontonamiento.
 
Encontramos situaciones familiares en la plataforma de la estación.  La gente amontonada en la puerta del tren; el lío para subir y bajar…y cosas por el estilo…tan de Argentina como de Italia.

Luego de diez minutos, llegamos a la estación de Santa Lucía.  Y al salir….ante nuestros ojos el Canal Grande y la iglesia Simeon Piccolo. La belleza es helada…hoy hace mucho, mucho frío.
Canal Grande y Simeon Piccolo

Después, nos encontramos con la iglesia Scalzi.  Muy cerca de allí, está el Ponte Scalzi (Puente) y nos sorprendieron Bob Esponja y Patricio bajando de la mano…siempre pensé que eran amigos nada más. Cómo era hora de cenar, entramos al restaurante, de nombre original: Ai Scalzi Ristorante.  Por si nos quedaba alguna duda de dónde estábamos.
Iglesia Scalzi
Iglesia Scalzi

Bob Esponja y Patricio...
 

Primera recomendación…si van a Venecia, no se impongan como meta reducir el consumo de harinas. Yo intenté, lo pensé, reflexioné, me eché para atrás…y me relajé en dos minutos. Apenas leí el menú, de lo que menos me acordé fue de la harina.

Terminamos de cenar (con postre incluído: Torta Sacher y Tiramisú) y ahora sí…a disfrutar de la vista sin caer al agua.  Parece mentira, que haya edificios que se mantengan en pie…y hay calles de un metro de ancho, a estas se las llama ruga.  La ciudad de Venecia data del siglo V d.C. y ciertas fachadas se mantienen con un aspecto de esa época…


Ristorante Scalzi

 
Llegamos a unas ruinas de una iglesia. Nos pareció hermosa, y no anoté el nombre. Seguimos caminando y encontramos a la parroquia S. María Gloriosa dei Frari, que volveremos a visitar mañana. En nuestro peregrinaje, encontramos una pista de patinaje sobre hielo.
Iglesia...ruinas, y no anoté el nombre.

Santa María Gloriosa dei Frari
 
Volvemos al Canal Grande, y quedo inmóvil ante el Palazzo Loredan y Palazzo Farsetti… Seguimos caminando y nos sorprende el Palazzo Bembo. Llegamos al Ponte Rialto y ya aumenta la frecuencia de gente disfrazada…es un buen síntoma. Estamos cerca.

Palazzo Loredan y Palazzo Farsetti


Palazzo Bembo (derecho)

Sin tanta vuelta, llegamos. No nos alcanzan los ojos para ver la arquitectura maravillosa. ¿Algún dato interesante? Bueno, data del siglo XI y Napoleón alguna vez dijo “es el salón más bello de Europa” y le gustó tanto…que prohibió el carnaval…no sea cosa que se gestara alguna conspiración aprovechando el incógnito.  Recién volvió a celebrarse a partir de 1979…año en que Estrellita nació…no es dato  menor.
Basílica de San Marco

Campanille de ladrillo
 
 
En otras fotos vemos el Campanille de ladrillo donde se observaba la llegada de los barcos.  Y un grupo de gente carnavalera.  La “procuraduría vieja”  donde están los procuradores y magistrados que se ocupan de la conservación de  la basílica. La otra galería es “la procuraduría nueva”.
Procuraduría vieja

Pasamos a la Piazzetta, donde se encuentra (entre otros edificios) el Palazzo Ducal. Volviendo a San Marcos, encontramos la torre llamada Dell Orologio y también de Los dos Moros, que dan la hora tocando la campana.
Palazzo Ducal

Los dos Moros


Frente a la Piazzetta, en la otra orilla se encuentra la basílica Di San Giorgo Maggiore.
San Giorgo Maggiore

En la Torre Dell Orologio, hay un reloj que señala las horas, los días, el curso de los planetas y las estrellas.
Reloj que marca la hora, los días, la posición de los planetas y las estrellas



Ya es tarde y nos estamos volviendo.  Nos vamos con la iglesia San Rocco y  la parroquia San Tolentini.  Volvemos…hace muuuuuuuuuuuuuuuucho frío.
San Tolentini
 
San Rocco.