Boulogne Sur Mer,
Francia
18 de mayo de 2013
Hoy volveremos a la bella
Francia, pero a un lugar muy especial para los argentinos: Boulogne Sur Mer.
¿Qué hay aquí? En esta bella ciudad, que también se ubica a orillas del Canal
de la Mancha, se encuentra la última casa que habitó el padre de la patria argentina: General Don José de San Martín.
En Boulogne Sur Mer |
Llegamos cerca de las 13 horas,
así que tuvimos tiempo para almorzar y pasear un rato, antes de llegar a la
casa del General. Les cuento que este museo tiene un horario cortado, por lo
que reabre sus puertas a partir de las 14 horas hasta las 18.
En Boulogne Sur Mer |
En nuestro recorrido, vemos las
murallas de la antigua ciudad que data del imperio romano. Fue la base de la
flota romana que se utilizó para conquistar Britania
En Boulogne Sur Mer. Murallas de la ciudad. |
Después de nuestro almuerzo,
seguimos caminando y encontramos también un reconocimiento a la resistencia
francesa que luchó durante la Segunda Guerra Mundial. Acá también los tulipanes
adornan la escena.
Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial |
Los tulipanes |
Por suerte, hay sol pero también
mucho viento. Estrellita estaba cansada de usar campera siempre…así que sufrió
un poco el fresco durante el paseo. Ahora estamos en la Plaza de Armas.
Plaza de armas |
Llegamos a la Basílica de
Notre-Dame, construida alrededor del 1100 (en realidad, ya había otra iglesia
que databa del siglo V durante el
imperio romano…pero se destruyó también) y destruida en la época de la
Revolución Francesa. Entre los años 1827 y 1866 fue reconstruida.
Basílica de Notre-Dame |
Pero la Basílica también está
cerrada. Así que nos fuimos a ver la muralla y contemplar la vista desde
arriba.
Subiendo por la escaleras de la muralla |
Después de allí, nos dirigimos al
castillo edificado en la época medieval. En la actualidad se encuentra el museo
de Boulogne Sur Mer que tiene
antigüedades de Grecia, América y Egipto.
Ahora sí, salimos de la
fortificación y nos vamos a una calle diagonal. No hay que caminar tanto. Levantamos
la vista, para ver nuestra bandera blanca y celeste junto a la bandera
francesa. En la Grande Rue 113 se
encuentra esta casa.
Casa del General Don José de San Martín |
Llegamos y bastante acostumbrados
a entrar a museos, hicimos lo que siempre…abrimos la puerta. Pero para sorpresa
nuestra, estaba cerrada. Hay que tocar timbre. No hay problema. Nos recibió un
señor con un “Buenas”… Yo, casi no necesitaba más. Será que a uno lo agarra la
nostalgia que acecha tras la puerta, como dice Serrat…
Interior de casa del General Don José de San Martín |
El señor, es el encargado de la
casa y nos pregunta si somos de la escuela de París. Le decimos que no, sólo
somos turistas y explicamos nuestra situación.
Él también explica que está esperando a un contingente de gente (de esa
escuela) pero que cualquier duda que tengamos, podemos consultarle a él.
Planta baja |
Aprovechando los minutos que
tenía libre, nos explicó algunas cosas de la casa. Entre otras cosas, esta casa, nunca
perteneció al General San Martín y llegó aquí a causa de la situación peligrosa
que se atraviesa en París por la revolución de 1848. Entonces, el General y su
hija son recibidos abogado Adolphe Gérard y vivieron durante los últimos dos
años.
planta alta |
En el año 1926 el Estado
Argentino, adquirió la casa. Donde primero se instaló el consulado y luego en
1934 se inauguró el museo tal y como lo conocemos.
El patricio y el granadero de Ecuador. |
Otro dato curioso…es que la
entrada es gratuita, no hay audio guía ni folleto que ahonde en peculiaridades
del “Tatita” (como le decía cariñosamente su hija Mercedes) y para rematar: el
ascensor no funciona. Sean libres de recorrer todo lo que quieran…
Dormitorio del General |
Empezamos por la planta baja,
donde encontramos una biblioteca dedicada, hoy, a la historia argentina y
también a recopilar libros sobre la biografía sobre El Libertador.
En el primer piso. |
El folleto que tenemos en
nuestras manos, nos explica que los objetos existentes en la casa, corresponden
a copias o muebles similares a los que había en ese entonces. Los originales,
fueron trasladados al Museo Histórico Nacional de Buenos Aires, Argentina.
En el patio. |
Y no es que reniegue de esto…
¿Acaso vas a renegar de algo Estrellita? Sí, voy a renegar. No es que me moleste la ausencia de
originales, el tema es (salvando excepciones, como por ejemplo, en el caso del
sable corvo del General) la pobreza de las imitaciones.
Casa del General San Martín. |
Podría decirse que la situación
de nuestro país, también se traslada a otros puntos del planeta donde un
argentino, algo habrá hecho. Digamos que la imposibilidad de utilizar el
elevador no es un tema que me afecte, porque no tengo problemas motores para
subir escaleras… Igualmente me hubiera gustado saber ¿desde cuándo está roto?
Menos pregunta Dios…
Sable corvo |
Pero la emoción era todavía más
grande…estas cosas no pueden desalentar. No tanto como ver fotocopias de la
carta de Merceditas en el momento que anuncia el deceso de su padre…
¿fotocopias? Sí, fotocopias…eso me causó tristeza. ¿Y la tierra que tenían
sobre los hombros los maniquíes del patricio, el granadero y otros soldados?
Eso, me pareció más triste. Quizás la tierra data desde la inauguración del
museo. Esperemos que cumplan 100 años y así, pueden tener algún valor histórico. Estrellita, ¡aflojá
con tanta crítica! ¡Pero qué querés! Si veo los bigotes despegados del
granadero y me agarra una sensación extraña, cierto orgullo herido… que dan
ganas de buscar “La gotita” y ver si se puede arreglar…y ya que estoy, me pongo
con el plumero…y si me dejan, averiguo cuánto sale arreglar el elevador y
hacemos una “vaquita” entre todos. No sé…es mi casa también, es nuestra.
Cuarto de Mercedes |
Esa sensación de pertenencia, ese hogar
grande…que uno no nota que lo quiere hasta que le dicen “Buenas” después de
diez meses de estar afuera. Y sí, el General era un hombre sencillo y austero,
seguro que todas estas pequeñeces no lo habrían incomodado. Pero no se trata de
su comodidad…se trata de cómo rendimos homenaje nosotros, quienes le debemos
una buena parte de lo que tenemos.
Quiero que me expliquen por qué
cuando fui a la casa de Mozart, pagué entrada. Cuando fui a la casa de Freud,
pagué entrada. Cuando fui a la casa de Marx, pagué entrada. Cuando fui a la
casa de Monet, pagué entrada. Y ahora, que estoy en la casa del hombre que
luchó por la liberación de Argentina, Chile y Perú…sólo hay una cajita tímida
que dice “se reciben colaboraciones para la preservación de la casa”. ¡Estamos en Francia! Donde el servicio se
cobra. Donde el esfuerzo se reconoce. Y me pregunto ¿No se merece, el General
San Martín el pago de una entrada? Yo opino que sí se merece. Dejamos el valor
de lo que más o menos cuesta una entrada familiar. Al fin y al cabo, llegar hasta acá no es una
epopeya, más bien es un privilegio.
San Martín esperó 20 años para
volver a su amada patria y no pudo lograrlo. De pronto me vino a la cabeza una
duda que se instaló como esas preguntas que hacen los chicos y si no la
respondés, te vuelven loca. ¿Qué hizo el General durante tanto tiempo? Para mi
tranquilidad, hay unos cuantos blogs que pueden ilustrarnos. Les puedo decir,
que debe haber sido de las pocas personas que luego de hacer un sacrificio
inmenso por la liberación de los pueblos (dejando su salud por el piso), ha gozado de una vida en familia, tranquila en
compañía de su hija, yerno y dos nietas. Quizás, el cielo…o el destino (quién
sabe) le permitió vivir el paraíso en la Tierra, llevando su reumatismo lo
mejor posible y llegando a la vejez con la lucidez de siempre. ¡Qué mejor
premio para alguien, después de tanto batallar, volver a su casa con su familia…!
Las playas de Boulogne Sur Mer. |
Salimos del museo y fuimos en
busca del monumento de San Martín que está a orillas del mar…lo encontramos de
inmediato, sin mapa y con suerte.
Monumento al General a orillas del mar. |
Ya debemos ir por nuestro segundo
destino…mi final es cantado. Quiero compartir con argentinos y con aquellos que
no sean argentinos pero que lean estas líneas, las máximas que “Tatita” le dejó
a su hija Mercedes cuando murió.
- Humanizar el carácter y hacerlo
sensible aun con los insectos que nos perjudican. [
- Inspirarle amor a la verdad y odio a
la mentira.
- Inspirarle una gran confianza y
amistad, pero unida al respeto.
- Estimular en Mercedes la caridad con
los pobres.
- Respeto sobre la propiedad ajena.
- Acostumbrarla a guardar un secreto.
- Inspirarle sentimientos de
indulgencia hacia todas las religiones.
- Dulzura con los criados, pobres y
viejos.
- Que hable poco y lo preciso.
- Acostumbrarla a estar formal en la
mesa.
- Amor al aseo y desprecio al lujo.
- Inspirarle amor por la Patria y por
la Libertad
Algunos
sitios de donde saqué alguna información para respaldar lo que conté.
No hay comentarios:
Publicar un comentario